Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 405

¡El incidente de hoy era un recordatorio serio!

Ya no podía permitir que Ian se enfrentara cara a cara con Stuardo.

"Pero no te lastimarías sin razón, tiene que haber sido él..." Ian frunció el ceño, suponiendo.

"Lo que pasó es que mamá te extrañaba mucho a ti y a tu hermana anoche, así que salió sola y se encontró con un lobo..." explicó Ángela, "Cuando regreses, dile a Mike y a tu hermana que mamá está bien. No quiero que se preocupen, ¿está bien?"

Ian asintió con cierta desconfianza.

"Mamá, ¿de verdad no planeas volver conmigo? El oficial de policía podría llevarnos a casa."

"Mi pierna me duele mucho, esperaré a que la herida mejore para volver."

"Está bien... Mamá, no salgas, así como así. Si es peligroso afuera, quédate en la casa, encontraremos la manera de rescatarte."

Ángela asintió complacida: "Ian, me pone muy feliz que vengas a buscarme. Pero si vuelve a pasar algo así, no quiero que vengas. Si te pasara algo siendo tan pequeño, ¡me rompería el corazón!"

Ian aseguró: "Y si te pasa algo a ti, ¿qué haríamos mi hermana y yo? Si las circunstancias son las mismas, volvería a buscarte."

Ángela, con los ojos llenos de lágrimas: "No habrá una próxima vez."

Ian dijo: "Mamá, tienes que alejarte de él... él tiene problemas."

Ángela pensó que Ian decía eso porque Stuardo casi lo asfixió.

"Él no debería lastimarme... los que tienen que mantenerse alejados de él son tú y tu hermana. Ian, mamá te lo dijo el año pasado, no te acerques a él. ¿No te acuerdas de lo que mamá te dijo?"

Ian bajó la cabeza.

"Tú y tu hermana son los tesoros más preciados de mamá. Mi mayor deseo en la vida es que crezcan saludables." Dijo Ángela en voz baja, "Tienes que recordar lo que mamá te dijo."

Ian respondió con pesadez.

Una hora más tarde, llegó el coche de policía a la mansión en el bosque.

Ian subió al coche.

"Ian, ¿dónde está tu mamá?" Mike había venido con la policía.

"¡Ese Stuardo es un desgraciado! ¡Cómo se atreve a lastimarte! Ian, tranquilo, tu mamá definitivamente no volverá a estar con él!" Mike dijo con ira.

Ian tenía los ojos rojos.

Ser lastimado por su propio padre había dejado una profunda herida en su alma.

Después de todo, solo tiene cinco años.

En la mansión.

Ángela yacía en la cama, recibiendo tratamiento intravenoso.

Stuardo estaba sentado en un rincón de la habitación, fumando.

La mirada de Ángela atravesó el humo difuso y cayó sobre su rostro nebuloso.

"Stuardo, ¿alguna vez has matado a alguien?" Preguntó en voz baja después de un momento de vacilación.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo