"¡Claro, lo conozco! Solíamos beber juntos todo el tiempo. La relación entre Jonathan y Laura era muy buena, ¿no te lo dijo?" Norberto resaltó.
Ángela mostró sorpresa: "Dijo que su relación con Laura era normal".
"Te está engañando. Señorita Romero, debes pensar seriamente ¿por qué de repente quiere invertir en tu empresa? ¿Te está engañando?"
Ángela: "¿Estás diciendo que es una trampa?"
Norberto negó con la cabeza: "Solo quiero decirte que pienses en todo. Nadie te dará algo gratis. Tuviste un conflicto con Laura recientemente, ¿no tienes miedo de que Jonathan ahora quiera invertir en tu empresa?"
Ángela: "Tengo miedo".
Norberto afirmó: "Debes pensarlo bien... pero primero, vamos a comer. Stuardo, ya he hablado con tu esposa, puedes venir ahora".
Ángela se sintió incómoda con la palabra "esposa".
Una vez sentada, Stuardo se sentó al otro lado.
Norberto trajo bebidas del bar que ya estaban listas.
"Señorita Romero, ¿quieres beber un poco?" Norberto puso la botella y sacó tres copas.
Ángela negó con la cabeza: "No bebo. Tengo que escribir un trabajo esta noche".
"Oh, entonces Stuardo y yo beberemos..." Norberto sirvió para él y Stuardo, y luego le dijo a Ángela: "Stuardo estuvo borracho hace unos días, gracias por estar a su lado".
Ángela tosió: "No lo cuidé, se durmió y se mejoró solo".
"Es cierto, Stuardo bebe bien, y cuando está borracho, es tranquilo". Dijo Norberto, "No le gusta expresar sus sentimientos..."
Ángela: "¡Pero creo que le gusta expresarse! Se enoja cuando no está feliz. Nunca he conocido a alguien que le guste expresar sus emociones tanto como él".
Norberto no supo cómo responder.
La cara de Stuardo se oscureció de repente.
"Comamos". Al ver su cambio de humor, Ángela de inmediato tomó su plato y llenó su boca con comida.
En menos de cinco minutos, dejó los utensilios y se fue.
"¿En serio? Todo lo que quiere en su mente es tener hijos".
Norberto se quedó sin palabras.
En la habitación.
Ángela encendió su computadora, pero no pudo calmarse.
Tenía un presentimiento en el fondo de su corazón, como si algo estuviera a punto de suceder.
De repente, su teléfono sonó.
¡El corazón de Ángela se aceleró!
Tomó el teléfono y vio el nombre de Catalina Romero en la pantalla.
¡Catalina realmente la llamó!
¡Debe haber algún problema!
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