Amor profundo: insaciable amante romance Capítulo 90

Pero Dylan no sabía que algunas cosas no se podían esperar.

En otras palabras, no esperaba que contara con aquella trastada de su incorregible destino.

En la Ciudad Pacífica.

Vanesa estaba muerta de cansancio, y todavía había una pila de papeles en su escritorio esperando que los procesara. Estos días había hecho horas extraordinarias, e incluso había pasado toda la noche en la oficina en varias ocasiones.

Sin embargo, la situación del Grupo Cazalla no se había mejorado, y Orlando le continúa dando más presión.

Lo peor fue que el tribunal desestimó la demanda de divorcio de Vanesa alegando que su matrimonio no se había roto.

«¡Qué cansancio!» Vanesa pensó con amargura. Que ella sólo había amado a la persona equivocada, pero involucró a sus padres y a la empresa.

«¿Acaso tengo que admitir la derrota ante Orlando?»

***

En la familia Cazalla.

Felipe estaba sentado en su estudio, con el rostro demacrado por su enfermedad. El estrés le cansaba y aumentaba su ansiedad. En la llamada de vídeo, Enrique le seguía informando de la situación de la empresa, incluido el estado de Vanesa.

El informe de Enrique terminó rápidamente.

—Presidente Felipe, la situación de la empresa no es optimista, y el estado de salud de la directora Vanesa... Lo siento, sé que no debería decir esto como secretario, pero...

—No no te culpes, sé que te preocupas por la empresa y Vanesa.

La enfermedad y las preocupaciones por la empresa y su hija habían aplastado a este hombre. Ahora solo le preocupaba su hija, y en cuanto a la empresa, no le importaba.

—Enrique, gracias por tu ayuda.

—De nada, este es mi deber.

—Continúa ayudando a Vanesa a lidiar con los asuntos de la compañía. En cuanto al resto, lo resolveré yo mismo.

Al menos era suegro de Orlando, así que si iba a suplicar a Orlando en persona, la situación quizás mejoraría.

Su dignidad no era importante, porque no podía soportar ver a su hija trabajar tan duro.

—Presidente Felipe...

—Ya. No le digas a Vanesa lo que te he dicho.

—Entiendo.

Después de la videoconferencia, Felipe se sentó en el estudio durante mucho tiempo y la atmósfera era muy pesada.

—¿Vanesa ha vuelto a presentar la demanda de divorcio? —Orlando se sorprendió un poco.

Él había ejercido tanta presión sobre el Grupo Cazalla y Vanesa todavía se negó a renunciar a la idea del divorcio.

—Vanesa, ¿insistes en hacer esto?

Al ver la horrible expresión en el rostro de Orlando, la secretaria se asustó tanto que ni siquiera se atrevió a respirar.

Como mujer ella empezó a simpatizar con Vanesa.

«¿Qué mal ha hecho la pobre Vanesa? ¿Por qué se encontró con un hombre tan terrible como Orlando? Yo que ella, se habría colapsado hace tiempo.»

—Sal —mandó Orlando

Orlando tardó un momento en darse cuenta de que la secretaria todavía estaba aquí, y la secretaria salió a toda prisa, pero pronto tuvo que volver a llamar a la puerta.

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