Aventura Amorosa romance Capítulo 193

Cuando Fionna se enteró de que Lucas era su hijo, si hubiera visto que Lucas era feliz, se habría ido con Yunuen.

Pero Lucas tenía una vida miserable y ella tuvo que quedarse.

Ahora que se había quedado, dedicaría todas sus energías al niño y haría todo lo posible para conseguir su custodia.

Eric miró a Fionna y supo que lo que decía era razonable, pero no estaba dispuesto a dejarse obligar. Tenía su razón y quería ser libre.

—Fionna, el abuelo tiene casi 90 años, es imposible influir en Lucas... —Eric sólo quería explicar, pero Fionna se ponía cada vez más nerviosa.

—Lo sé, pero tengo miedo de que te conviertas en el segundo señor Romeo, restringió su libertad.

Fionna se preocupó razonablemente, en su opinión, Eric y su bisabuelo no tenían diferencias esencialmente, de lo contrario ya Eric habría resistido sus ordenes.

Al escuchar eso, los ojos de Eric se cubrieron de tristeza.

En los ojos de Fionna, él era como su abuelo, que se preocupan por el beneficio sólo.

Pero él quería que no fuera la verdad. Él no era el tipo de persona que era irresponsable. Había personas en su corazón que eran más importantes que el beneficio.

—Fionna, he decidido darte la custodia de dos niños.

Eric no continuó con el tema de ahora y dio directamente su respuesta.

Fionna miró a Eric con sorpresa. Dudaba que si lo había escuchado mal.

¿Cómo podía ser? ¿Cómo podía Eric tomar una decisión así? ¿Cómo podía entregarle los dos niños?

Ella estaba dispuesta a forzarlo con la muerte, pero no lo necesitaba.

—¿De verdad? ¿Te he oído bien?

—No, hablo en serio. Vamos a certificar la custodia del niño mañana.

La decisión de Eric fue tomada en el momento en que Fionna saltó al suelo. En ese momento, tuvo miedo de que los niños perdieran a su mamá. En ese momento, tuvo miedo de que ella lo dejara realmente.

En ese momento se dio cuenta de todo. No importaba quién tuviera la custodia de los niños. Lo importante era que eran sus hijos.

—Gracias, gracias por pensar en los niños.

Fionna estaba tan emocionada que quería llorar, pero se contuvo.

Eso fue algo bueno. No podía llorar y sólo podía reír.

—Sé que es injusto para ti, y sé que he sido egoísta. Pero es lo mejor que puedo hacer por los niños. No te preocupes, te prometo que no me casaré y los niños no tendrán padrastro. Los dejaré crecer sanos y felices —Fionna seguía hablando emocionada.

Al ver que Fionna era feliz, Eric se sintió por fin tranquilo.

Eso fue lo que le compensó.

—Pero tengo condición —Dijo Eric con voz tranquila.

—De acuerdo —asintió y respondió de inmediato.

—Yunuen tiene que tener mi apellido. Cuando quiera ver a los niños, no puedes impedírmelo. No puedes llevarte a tus hijos y salir del país. Tienes que vivir en Ciudad B todo el tiempo. El abuelo no se enterará de esto. Además, pagaré cinco millones al mes por los dos niños.

—No hay problema. Aceptaré todas tus condiciones. Pero no tienes que pagar, puedo...

Eric le había dado la custodia de dos niños, y ella no tenía motivos para negarse a ninguna de sus exigencias.

—Tengo que pagar, o me darían pena.

Hablando de esto, Eric estaba de mal humor. Fionna se sintió afligida y no se negó.

—De acuerdo, entonces.

—Ya que me diste los niños, te devolveré el dinero. Pero tardaré un poco. Acabo de comprar la casa y no tengo mucho dinero.

—¿Qué dinero? —Esto confundió a Eric.

—El dinero de la gestación subrogada, debería devolvértelo —Fionna le explicó lo del dinero.

—¿El dinero de la subrogación? Fionna, es un insulto si me lo devuelves.

El rostro de Eric se ensombreció de repente y su voz se enfrió.

Fionna no le pedía nada incluso quería devolverle el dinero de la subrogación. Realmente no podía aceptarlo.

El hecho de no aceptar el dinero de él sólo demostraba una cosa. Ella no sentía nada por él después de tanto tiempo. Por eso tenía que resolver todo, especialmente lo del dinero.

Pero en este caso seguía queriendo a Fionna, que era independiente y fuerte, dura e inflexible.

Eric se levantó y quiso irse, pero Fionna volvió a hablar:

—No pretendía insultarte. Te he respetado todo el tiempo.

—Eric...

Fionna estaba más emocionada que racional en ese momento, y estuvo a punto de decir que lo amaba.

Sin embargo, sabía que sólo se reiría de ella y que sólo traería problemas a Eric. Pensando así, Fionna se contuvo.

—Sr. Eric, gracias por dejarme estar con los niños.

Fionna dio las gracias de corazón. Estaba agradecida de haber podido conocer a este hombre en su vida y de que tuvieran dos tesoros de valor incalculable.

Eric no habló y se fue en silencio.

Al día siguiente, Fionna pidió un permiso con la empresa por la tarde y siguió a Eric para llevar a cabo el registro de la casa de los niños.

A petición de Eric, los niños debían figurar en su libro de familia.

Cuando el funcionario del registro del hogar le preguntó cómo se llamaba Yunuen, Fionna se quedó perpleja.

—Ayer estaba tan cansada que me dormí después de que te fueras y olvidé el asunto del nombre de Yunuen. ¿La llamamos Yunuen Serrano?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Aventura Amorosa