Aventura Amorosa romance Capítulo 206

Fionna siguió trabajando horas extras y, como era demasiado tarde, no fue a recoger a sus hijos a las afueras. Hasta el día siguiente, después del trabajo, no tuvo tiempo.

Se dirigió a los suburbios sola, pero había un visitante.

Lo descubrió cuando el coche entró en el patio y era demasiado tarde para evitarlo. Al bajarse, los dos niños corrieron hacia ella.

—Mami.

—Tía.

Fionna supo lo que pasaba cuando escuchó que Lucas la llamaba tía. El visitante del pabellón debía ser el tío de Eric.

En un principio, pensaba cenar aquí antes de volver con sus hijos, pero ahora parecía que no podía quedarse aquí. Si decía algo malo y traía problemas a Eric, se convertiría en una pecadora.

—¿Te has portado bien aquí? —Fionna saludó a los niños con una sonrisa.

—Sí.

Yunuen respondió y luego tomó la mano de Fionna y la hizo agacharse.

—Mamá, papá dijo que hay una visita aquí. Es el tío de papá.

Yunuen transmitió las palabras de Eric en voz baja.

Fionna echó un vistazo a Yunuen y comprendió lo que Eric quería decir.

Parecía que a Eric le seguía preocupando que ella dijera algo malo.

—Ya veo.

En ese momento, Daniel se acercó. Martina y Eric la vieron, pero siguieron charlando.

Fionna se sintió avergonzada por eso.

—Fionna, vienes en el momento justo. Cena aquí antes de irte —dijo Daniel con entusiasmo.

—No, señor, estoy aquí para recoger a los niños. Todavía tengo que trabajar. Llegaré tarde al trabajo si ceno aquí.

Fionna se excusó porque no le correspondía.

—Necesitas comer y es fin de semana, deberías descansar. Los dos niños tienen hambre. Comed antes de iros.

Daniel insistió en pedirle a Fionna que se quedara.

—Mi tía tiene la cena preparada. Podemos cenar en casa —Fionna inclinó la cabeza y pidió consejo a los dos niños.

—¿Quieres volver conmigo o esperar a que tu padre te despida después de la cena?

—Yo... Mami, quiero volver —susurró Yunuen. Había un extraño aquí, y al extraño parecía no gustarle, así que no quería quedarse.

—Entonces yo también volveré —Lucas sintió que no era divertido quedarse solo.

—Bueno, te llevaré a casa.

Fionna, que era la que mejor conocía a sus hijos, sentía la incomodidad de su hijo ante los extraños.

—Señor...

Cuando Fionna estaba a punto de despedirse de Daniel, Diego se acercó rápidamente e interrumpió a Fionna.

—Hola, Belleza, encantado de conocerte de nuevo —Diego la saludó amablemente.

—Hola.

Fionna respondió suavemente, forzando una sonrisa en su rostro.

—Parece que tenemos una relación predestinada, pero la forma de conocernos es especial. Soy el hermano menor de Eric, mi nombre es Diego Serrano. ¿Puedo saber tu nombre?

Diego le pidió a Fionna su información básica y no quiso perder la oportunidad de nuevo.

—Hola, mi nombre es Fionna Figueroa.

Fionna se presentó de forma educada pero sencilla.

—La señorita Figueroa tiene un nombre muy bonito. ¿Dónde trabaja? —Diego siguió preguntando y Eric se acercó.

—Lucas, Yunuen, te llevo a lavarte las manos y a prepararte para la comida.

Aunque el tono de Eric era tranquilo, arrugó las cejas. Fionna se sintió incómoda.

—Tío, mamá está aquí para llevarnos a casa. Voy a ir a casa con mamá a cenar —le dijo Yunuen a Eric.

—Papá, me voy a casa de la tía —Lucas también dijo.

—De acuerdo —Eric no retuvo, pero esperaba que Fionna se fuera antes. Odiaba la imagen de Diego charlando con Fionna.

Fionna comprendió la impaciencia de Eric y dijo.

—Señor, estoy tan ocupada con mi trabajo que no voy a cenar con usted. Y no voy a saludar a la visita, por favor ayúdeme a explicar —dijo Fionna.

Ella sabía que Daniel realmente quería quedarse con ella, también sabía que sólo Daniel se preocupaba por ella. Pero por culpa de Eric, ella no podía quedarse.

—Conduce con cuidado —Daniel no siguió reteniéndola.

—Yunuen, Lucas, subid al coche —Fionna le dedicó a Daniel una sonrisa de disculpa y se fue con los niños.

—Hermano, vienes en mal momento. No me das la oportunidad de hablar con la belleza —Diego miró el coche para irse y se quejó.

—Aléjate de ella, no es una de esas mujeres que te rodean —El tono de Eric era obviamente de advertencia.

—¿Cuál es la diferencia? Sólo tiene un hijo. No importa —dijo Diego con arrogancia, lo que molestó a Eric.

—Pon tu energía en tu trabajo y podrás conseguir grandes logros —dijo Eric con frialdad y directamente se dio la vuelta para marcharse, dejando a Diego desconcertado.

Eric volvió con Martina, con cara de disgusto.

—¿Por qué se fue Fionna? —preguntó Martina.

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