Aventura Amorosa romance Capítulo 51

El automóvil salió del estacionamiento subterráneo bajo las miradas de los empleados de la compañía, y Fionna en el automóvil se dio la vuelta para ver a los empleados susurrar entre sí y se sintió más enfadada.

—Eric, ¿puedes no hacer esto? ¿Cómo puedo defender mi prestigio en la empresa si te comportas así? Sus chismes van a acabar conmigo —Fionna dijo insatisfecha, tratando de resolver la situación actual, pero descubrió que no podía hacer nada.

—Es porque piensas demasiado, nadie está chismeando sobre ti. Incluso si lo hacen, tampoco han dicho nada incorrecto —Eric dijo en voz baja, la primera mitad de la oración aún era soportable, pero la segunda mitad de la oración dejaba a la gente decaída.

—¿Qué quieres decir con esto? Merezco que me insulten, ¿verdad? —Fionna dijo enfadada.

—Te acostaste conmigo y cuidas a mi hijo tan atentamente. Nadie se lo va a creer que no tienes mala intenciones..

Las palabras de Eric fueron cada vez más frías.

—Que me haya acostado contigo es algo de mutuo acuerdo. ¿Por qué ahora es mi culpa? ¿Que me guste estar con Lucas tiene que ser que tengo motivos ocultos? Eric, me dejas cada vez más impresionada. ¿Tu esposa te lavó el cerebro de nuevo hoy o qué? Venga, qué más, dímelos —Fionna respondió sin querer mencionó a Gloria otra vez. Parecía que el resentimiento entre ella y Gloria sería infinito por culpa de ese hombre.

—¿Sabes que ella ha venido? —Eric preguntó de vuelta.

—Claro, incluso vino a mi despacho para amenazarme?

Fionna no podía soportarlo más. En ese momento, si no tenía más preocupaciones, se iría tan lejos como fuera posible, y nunca aparecería de nuevo frente a ese hombre.

—Podéis resolver todo que tenéis entre vosotras —Eric dijo con frialdad, pero ya estaba poniéndose despiadado por dentro.

Le advirtió a Gloria que no molestara a Fionna, pero parecía que no se tomó en serio sus palabras.

—Lo sé, ¿Acaso espero que tú vaya a ayudarme? Por supuesto que solo te da pena tu esposa. Nuestra conversación termina aquí, no quiero perder más tiempo hablando las tonterías contigo.

Fionna no tenía por dónde desahogar su ira, y si dejara que eso continuara, moriría de rabia por culpa de Eric.

—¿Entonces, lo que dijiste a Deivid no es tonterías?

—Claro que no, por lo menos me respeta —Fionna dijo desafiante. Ahora parecía que Deivid era cien veces mejor que Eric.

De repente, con un freno repentino, Fionna se estrelló contra la parte lateral del copiloto desprevenidamente.

Fionna sostuvo su frente dolorida, estaba pasmada y se sentía mareada.

Eric se asustó y rápidamente detuvo el auto.

—Déjame ver.

Eric extendió su mano con preocupación para tocar a Fionna, pero Fionna le apartó de un golpe.

—Vete, hipócrita.

—¿Ahora estás satisfecho? Lo haces a propósito, ¿no? Solo para advertirme de que no provocara a tu esposa. Deja de fingir que te importo. Es suficiente con que me lo adviertas directamente o que acabes conmigo de una vez, ¿por qué tienes que usar tal truco tan infantil?

Fionna estaba soportando el dolor y el mareo gritando a Eric.

Después de gritar fuertemente, Eric le quitó la mano que cubría su frente. Un chichón rojo e hinchado se mostraba. Viéndola así, Eric frunció el ceño y se sintió preocupado.

Solo estaba enfadado pero no pensó en las consecuencias. Si supiera que dañaría a Fionna, de ninguna manera haría eso.

Un segundo después, Eric soltó la mano de Fionna para salir del coche y coger el botiquín que estaba en el maletero. Pero Fionna ya se había bajado del coche.

—Estoy en peligro de morir en tu coche. Tomaré un taxi para recoger a los niños —Fionna dijo esas palabras y caminó hacia adelante. Eric le siguió y tiró de ella para detenerla.

—No hagas tonterías, es difícil tomar un taxi en este momento.

Eric estaba persuadiendo, pero Fionna no podía aceptar un tono tan arrogante.

Ella no habló, apartó la mano de Eric de un golpe, pero retrocedió hasta el medio de la carretera debido a que perdió el equilibrio. En ese momento, un coche que iba a gran velocidad en su dirección frenó de golpe cuando vio a Fionna.

El sonido de los frenos hizo reaccionar a Eric. Corrió hacia Fionna para empujarla, y al final ambos cayeron al suelo.

En ese momento, el vehículo que venía a gran velocidad giró repentinamente el volante para esquivar a las dos personas.

—¿Todo bien? —Eric preguntó ansiosamente, y finalmente había una expresión distinta a la indiferencia en su rostro.

Fionna no había reaccionado aún de lo que estaba pasando, por eso no era capaz de sentir el miedo. En ese momento, se quedó sin habla solo porque vio la preocupación y la expresión ansiosa en los ojos de Eric.

—¿Dónde te duele? ¿Por qué no hablas? —Eric preguntó de nuevo, y la preocupación en su rostro era más evidente.

—Estoy bien.

Fionna se recuperó y trató de levantarse. Pero se dio cuenta de que sentía algo de dolor en el antebrazo, pero era un dolor tolerable.

Eric levantó a Fionna para comprobar con cuidado, y no pasó por alto la herida que estaba sangrando en su antebrazo.

—Tienes una herida aquí, vamos al hospital.

Eric cogió a Fionna para ir en dirección del coche, pero tan pronto como dio un paso sintió dolor en el tobillo. Eric se tambaleó, pero afortunadamente el conductor que causó el accidente apareció a tiempo y ayudó a Eric.

—Señor, ¿estás bien? Os llevaré al hospital.

—Iremos al hospital por nuestra cuenta —Eric dijo con frialdad. En ese momento solo quería confirmar si Fionna estaba herida.

—Gracias, Señor, pero iremos por nuestra cuenta al hospital —Fionna también rechazó la amabilidad del conductor. Luego comenzó a preocuparse por Eric.

—¿Qué tal? ¿Puedes caminar?

—Estoy bien.

Eric apretó los dientes por el dolor, pero aun así lo soportó.

Fionna no siguió preguntando, sino que se agachó para comprobarlo.

Cuando Fionna vio que el tobillo de Eric ya estaba hinchado, se asustó y se puso nerviosa.

—Démonos prisa para ir al hospital.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Aventura Amorosa