Aventura Amorosa romance Capítulo 76

Fionna no se atrevía a apostar el futuro de Lucas, y tenía que ser cuidadosa en cada detalle. Sólo siendo cuidadosa podía mantener todo en secreto y permanecer con sus dos hijos el resto de su vida.

Alda escuchó a Fionna y expresó su impotencia. Ella tampoco podía ayudarla.

—Entonces no hay nada más que hacer. Te han robado a tu hijo y te enfrentas al desempleo, tienes que pensar en una solución al respecto. ¿Acaso quieres volver a tu antigua empresa?

—De ninguna manera voy a volver a mi antigua empresa. Por un lado tengo que estar aquí para vigilar a Lucas, y por el otro Sergio no me hará pasar buen rato si vuelvo. Ya lo iré viendo.

Fionna estaba hablando de forma casual en ese momento y nunca volvería al Grupo MT.

—Por cierto, esta casa te la dio el Grupo Serrano. ¿No tienes que devolvérselo si no trabajas?

La pregunta que hizo Alda también era importante.

—Supongo que sí, dejaré la casa cuando haya enviado mi carta de renuncia.

Fionna aún no había tenido tiempo para pensar este problema, pero de todos modos, tendría que mudarse de esta casa al final.

—Deja la casa. No vayas a casa de Valeria esta vez. Si Eric te echa sin piedad, múdate a la casa de Deivid.

Deivid lo estaba deseando, y Alda no creía que no se arrepintiera Eric si abandonaba a Fionna.

—Me gustaría mudarme a casa de Valeria, pero desgraciadamente su hijo ha vuelto y no tiene una habitación extra para que me quede temporalmente. Tampoco puedo ir a donde Deivid. Lo peor que pueda pasar es que tenga que alquilar una casa.

Fionna no quería molestar a nadie.

—¿Dónde encontrarás un apartamento con tanta prisa? No tienes que preocuparte por esto, yo lo arreglaré todo.

Alda no quería perder esta oportunidad. Si Eric echara a Fionna, haría que se mudara sí o sí al apartamento de Deivid.

Aprovecharía esta oportunidad para que ella tuviera un nuevo comienzo con Deivid o para que Eric fuera más sincero con Fionna.

Tres días después, la cena de celebración del Grupo Serrano tuvo lugar en el lujoso salón de banquetes del hotel propiedad del Grupo Serrano, a partir de las 20:00 horas.

Fionna estaba preparada. Como era una fiesta bastante grande y los invitados eran todos de la alta sociedad, Fionna tenía que arreglarse un poco.

Cuando Fionna llegó al lugar, éste ya estaba lleno de gente, muy animado.

Fionna no conocía a ninguno de estos magnates de los negocios o de la industria. Pero su entrada en el recinto atrajo la atención de mucha gente.

Los ojos de todos se dirigieron a Fionna al unísono, provocando numerosas exclamaciones. Presintiendo que algo iba mal, Eric siguió la mirada de todos y no pudo evitar congelar los ojos.

Fionna llevaba el pelo recogido en la nuca. De ambas orejas colgaban los pendientes blancos y negros, a juego con el vestido. Observando el exquisito maquillaje de Fionna, sus impresionantes ojos y sus sensuales labios, Eric se quedó con la boca bien abierta por su belleza.

Nunca había visto a Fionna así, ni mucho menos había pensado que atraería la atención de tantos hombres.

Eric no pudo apartar los ojos de ella y siguió mirando, con avidez y admiración y un fuerte deseo de posesión en sus ojos.

Fionna llevaba un mono blanco sin tirantes. Los hombros y brazos se quedaron descubiertos y unas exageradas mangas abullonadas hasta las muñecas. Resultaba elegante y a la vez exquisita.

Los pechos abultados, aunque no eran vagamente visibles, estaban justo en el borde de la línea del corpiño, dando interminables ilusiones a la gente. Sus nalgas redondeadas y firmes estaban muy bien envueltas en el vestido, resaltando aún más su orgullosa figura.

El dobladillo de la falda en forma de cola de pez era delicado y elegante, con un diseño de abertura alta que resultaba muy sexy. Eric no pudo evitar ponerse una cara sombría cuando vio que el dobladillo le llegaba ya hasta los muslos.

El ceño de Eric se agudizó en un instante y su rostro se enfrió de ira.

Pero había mucha gente, tenía que soportarlo. Sólo podía contener la respiración y apartar la mirada.

Los ojos de todo el mundo se fijaron en Fionna y todos quedaron asombrados por su regia belleza y empezaron a hablar sobre Fionna.

La atención de todos estaba en Fionna, pero la atención de Fionna no estaba en esos ojos ardientes. Desde que entró en el banquete, estaba buscando a Corazoncito.

Durante la búsqueda, se topó sin querer con la indiferencia de Eric y no pudo evitar estremecerse. Esta vez el temblor no era por amor, sino por la frialdad de su corazón.

Fionna se apresuró a apartó la mirada y continuó buscando, encontrándolo finalmente en un montón de mujeres, sostenido la mano de Gloria.

Mientras tanto, Gloria se dio cuenta de la llegada de Fionna, y sus ojos se llenaron de furia al ver a Fionna estar tan bella.

Hoy era la anfitriona, y debería ser la más brillante. Pero la llegada de Fionna le había quitado la gloria, y no podía soportarlo en este punto.

Gloria se enfadó y aumentó inconscientemente la fuerza de sus manos, que dolía a Corazoncito.

Corazoncito no vio a Fionna, y el repentino dolor de su mano era tan grande que no podía soltar ni una palabra. Y sólo podía apretar los dientes y soportar el dolor. Se le quitó el color del pequeño y apuesto rostro, y los ojos puros pero temerosos se movieron con pánico.

Fionna lo vio, se acercó a su hija sin mediar palabra y cogió la mano de su hijo directamente que estaba tomada ferozmente por Gloria.

—Señora Serrano, la ayudaré con el niño —Fionna habló con suavidad, pero la advertencia en su tono era inusualmente evidente.

Fue entonces cuando Gloria se dio cuenta de que había herido a Corazoncito y se apresuró a esbozarle una sonrisa a Fionna y dijo:

—Gracias, directora Fionna.

Gloria era apacible y bondadosa como nunca, pero con una frialdad en los ojos similar a la de Eric.

Fionna miró a la hipócrita Gloria y se rió burlonamente:

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