Aventura Amorosa romance Capítulo 815

Eric no respondió a la petición de Fionna, sino que se limitó a acercarla a una silla y a sentarse, y a mover él mismo una silla para sentarse frente a Fionna.

—Fionna, ya que me dieron esta oportunidad, déjame terminar mi frase. Puedes pegarme y regañarme cuando se trata de lo que te duele, pero no puedes abusar de ti.

—Y...

—Vamos, no tengo mucho tiempo.

Fionna no pudo escuchar la preocupación de Eric, y su corazón le dolió cuando lo hizo.

Estaba acostumbrada a ser herida por él, y una palabra repentina de preocupación podría hacerla sentir que el propósito no era puro.

—Bien, aquí va.

—Empezaré por lo que pasó la semana pasada, sí que ignoré tus sentimientos y no debí hablarte así. No es que me niegue a que te preocupes por mí, o que no quiera que te ocupes de mis asuntos. Es sólo que no pude soportarlo todavía por un tiempo, así que dije eso en un momento de emoción.

—De nuevo, siento haberte roto el corazón. Siento mucho haberte herido incluso después de que descubrieras tus cicatrices para consolarme.

Eric comenzó su explicación de forma calmada y disculpándose.

Había esperado esta oportunidad durante mucho tiempo, y no fue fácil que Fionna aceptara hablar con él hoy. Se dijo a sí mismo que tenía que ser sincero en su actitud, y que tenía que admitir todos sus errores.

Fionna escuchó atentamente las palabras de Eric. Entendía cómo se sentía Eric ese día y sabía que intentar que lo aceptara todo de una vez no era algo fácil.

Fionna perdió los nervios y se enfadó ese día porque estaba emocionada. Pero había una cosa que Fionna sabía muy bien, le dolía, le decía claramente que a Eric no le importaba ella, no le importaban sus sentimientos.

Dijo que la amaba, pero ni una sola vez, ni una sola cosa, consideró sus sentimientos. No era amor.

—Acepto tus disculpas.

Fionna respondió con indiferencia, y el asunto se acabó en la superficie. Si no tomaba partido o no aceptaba las disculpas, Eric la molestaría sin cesar.

—Fionna, quiero que olvides ese día por completo desde el fondo de tu corazón, sin hablar de perdón.

Eric vio en sus ojos lo triste y dolorosa que estaba Fionna ese día, el perdón de Fionna sólo se limitaba a las palabras de la boca, la sombra psicológica seguía ahí en su corazón.

—¿Crees que es posible? Todo lo que puedo hacer es no pensar en ello, todo lo que puedo hacer es dejarlo pasar tanto como pueda.

La petición de Eric fue dura. Había perdido la memoria, pero aún recordaba a esa mujer. Ella, una persona con una memoria magnífica, ¿cómo podía olvidar?

La raíz de su preocupación no era en absoluto la relación entre Eric y su padre, ni el hecho de que Eric hubiera perdido los nervios. Lo que a Fionna le importaba era que Eric no la dejara ir aunque no la quisiera.

—Sé que es imposible, así que dejaré que te tomes tu tiempo.

—En cuanto a mi relación con él, lo pensaré y trataré de perdonarlo. Pero todavía necesito tiempo para eso.

Eric tomó una posición, y pensó que esta debería ser la mejor manera de disculparse con Fionna.

De hecho, esta declaración suya había sorprendido doblemente a Fionna.

Fionna levantó los ojos para mirar a Eric, y entonces vio sinceridad en sus ojos.

Aunque no era tan productiva como decía José, pero el hecho de que pudiera pensar en este asunto como es debido debe considerarse un logro de Fionna.

—El tiempo que necesitas no te lo da nadie, y yo no tengo ese derecho, pero espero que no utilices eso como excusa para dilatar el tiempo. Tu padre ha sido retrasado por ti y por Martina durante más de veinte años, y si lo retrasas más, su vida será arruinada por ti y por Martina.

Como el propio Eric había hablado del tema y estaba de buen humor en ese momento, Fionna dio su respuesta.

—Puede que no te gusten estas palabras, pero creo que es verdad.

—No hay ningún padre en este mundo que deba nada a sus hijos, o si lo hay, su crianza es suficiente para compensar cualquier transgresión. Todo lo que hacen es asunto suyo y no tiene nada que ver con nosotros, las generaciones posteriores, y la única razón por la que siguen preocupándose por nuestros sentimientos es por el amor de ser padre o madre.

—Te daré el ejemplo más directo, tú y yo, Lucas y Yunuen. Sigues diciendo que lo que pasó entre nosotros fue un malentendido, y que nunca podremos estar juntos por ese malentendido. Usando tu punto de vista, ¿estos dos niños también nos van a odiar por el resto de sus vidas?

Este ejemplo de Fionna y lo que experimentó Eric fue considerado un tipo, si todos cayeran en el odio como Eric, la familia Serrano continuaría este odio por generaciones.

Fionna sabía que el daño causado por las dos cosas era diferente, pero sentía que ésta era una herramienta afilada que podía golpear el corazón de Eric.

Eric no dijo nada ni replicó, porque no quería dejar que sus emociones se descontrolaran de nuevo y hirieran a Fionna, y además sentía que sus hijos también estaban siguiendo su antiguo camino, lo que significaba que las palabras de Fionna estaban justificadas.

—Diré unas cuantas palabras más si te mantienes en silencio.

La actitud de Fionna se relajó y su voz se volvió suave y apacible.

—Es posible que los demás no puedan sentir el daño que este incidente te ha causado, pero debes seguir adelante. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero durante tantos años te has cerrado a intentar siquiera mirar ese año con una nueva perspectiva.

—En aquel entonces eras joven, y hay cosas que quizá sólo veías en la superficie pero no en el corazón. Si realmente no puedes entenderlo, intenta volver a lo que pasó, así puede que veas las cosas de forma diferente a como las veías entonces.

Con esas palabras, también se levantó y siguió a Fionna al exterior.

Fionna iba delante y Eric detrás. Fionna se detuvo al llegar a la puerta y se dio la vuelta.

—¿Gloria se puso en contacto contigo recientemente?

—No —Eric se quedó perplejo ante la repentina pregunta de Fionna, pero aun así le respondió.

—¿Qué hay de Teresa? —Fionna volvió a preguntar.

—Teresa no puede verme aunque quiera, estará detenida en el primer piso de la empresa. Ella me llamó, pero no respondí.

Eric contestó con sinceridad, sin una pizca de falsedad o disimulo.

Sin embargo, no estaba seguro de por qué Fionna preguntaba eso, así que preguntó.

—¿Te llamaron? ¿Te han creado problemas?

—No, sólo quiero decirte que evites el contacto con gente así en el futuro.

No le causaban problemas a Fionna, pero sí a Eric, pero Fionna no podía decirlo directamente.

Siempre se sentía inquieta si no preguntaba.

—Fionna, ¿puedes decirme qué está pasando? Me siento incómodo por dentro cuando siempre estás insinuando algo así.

Eric sintió que Fionna ocultaba algo y se preocupó.

—Nada, me tengo que ir.

Entonces Fionna abrió la puerta y salió.

Ella quería decírselo directamente a Eric, pero éste podría no creerla. Prefería creer que Teresa era una buena persona que creer lo que ella decía.

Eric no la creía en absoluto, y decirla sólo podría ser entrometido y sólo le molestaría. Además, Teresa era importante para Eric, sus palabras no harían variar la posición de Teresa en su corazón.

Todo lo que Fionna podía hacer era recordárselo, y en cuanto a cómo se desarrollarían las cosas y si Eric se tomaría sus recordatorios a pecho, era asunto de Eric.

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