Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 18

-¿Qué es lo que pasa Gabriela? -susurro fastidiado, con un gran cansancio encima.

-No pasa nada, ¿pero sabes que sí pasa? -muevo la cabeza en negación. -Todo el tiempo me la paso llorando, pensando en ti, pero tú, tú me olvidas con esa maldita zorra que tienes por esposa.

-Escucha Gabriela, estoy harto de mi vida, de las decisiones que he tomado en mi puta vida, estoy harto de todo, de mí, de Kelly, de ti. Ella es mi esposa, tal vez no la quiera, pero tan al menos le debo de dar su lugar. No ante la sociedad y los demás si no ante ti. Sí, fue y es mi secretaria, pero ahora es mi compañera. Ahora si me disculpas, tengo que ir a ver que le pasa, adiós Gabriela. -me quedo de pie mirándola, esperando a que ella salga por sí sola de mi despacho, pero no lo hace.

-¿eso es lo que vas a hacer? ¿desecharme de tu vida? ¿eso es todo?

-Ya Gabriela, sin dramas. Te quiero, y por eso no te haré más daño.-paso una mano por mi rostro exasperado.

-Bien, me marcho.-Se da la vuelta y da dos pasos pero se para abruptamente, como si algo se le olvidara. -Sólo no vengas rogando amor, cuando te des cuenta que tu vida es un asco.

Deja la puerta abierta, me asomo para ver a Kelly, pero ella no está en su escritorio. Tomo asiento y hago una llamada.

-Hola, Denisse, ¿haz visto salir a la Señora?

-Disculpe señor, pero ¿cual señora?-La estupidez de la recepcionista me enfada.

-Kelly, Kelly Parker, mi secretaria, mi esposa. -Le grito a punto del colapso.

-Oh, mil disculpas señor, sí, sí, ella salió más o menos hace 25 minutos. -Tartamudea nerviosa.

-Bien, gracias.

Maldita sea, maldita sea. ¿Por qué se fue? ¿por qué me dejó? Jalo de mi cabello totalmente desesperado, tomo mi taza con cafe de ayer y la lanzo por los aires volviéndose añicos.

¿Por qué mi vida va tan mal? ¿Por qué tantos problemas, papá?

Sigo sin comprender nada, estoy confundido y enfadado.

Tomo mi móvil y marco el número telefónico de Kelly, tarda en contestar pero no desisto en mi llamadas, hasta que veo que le he hecho 7 llamadas y ninguna me la ha contestado. Sólo quiero arreglar las cosas con ella. Dejo mi mensaje en su contestadora.

-Hola, Kelly, respecto a lo que pasó ahora mismo, lo siento, te quiero, y no me gusta estar enojado con nadie, por favor te veo en la casa para cenar, por favor. -termino y cuelgo, miro mis manos como tratando de encontrar algo. Termino decidiendo que es mejor poner manos a la obra a mi trabajo.

Mi sándwich le parece insípido, como siempre, pero está vez Kelly no me ordeno mi bufete en el restaurante Ornelas, como de costumbre, hoy como hace unos días como en el comedor de la empresa, creo que debería de invertir dinero en mejor comida. Tiro mi sándwich en el plato y tomo mi móvil con rapidez, pero miro la pantalla y es la de la recepción.

-¿Si?

-Señor, el abogado de su padre está aquí, ¿lo hago pasar? -Pregunta con su escandalosa voz chillona.

-Bien, sí, dile que vaya a mi despacho. -Doy la última mordida a mi sándwich de jamón y voy hacia el elevador

Cuando llegó el ya está ahí, sentado en una de la sillas muy cómodamente.

-Hola, Barry. Hace muy poco que no te veo, ¿no? Bueno, sin alardeos, vengó por la prueba de embarazo, solo para presentarlo ante el notario. -dice irónicamente.

-Muy bien, mañana mismo la tendrá, aunque no le a seguro que ella esté embarazada, pero con un toque de suerte si lo estará.-mi voz es pura irritación.

-Bien, te doy un día, no, tres. Si no está la prueba prueba en los tres días, adiós a el 50% querido.

-Con usted no va la ironía, eh.-me burlo.

-Ya, ya, ya, no exageres, y no me grites, Barry.-Me reprende.

-¿Que quieres?

-Dinero. Quiero dinero, ya que te dejó miles de millones tu papá pues lo menos que merezco es que tengas consideración y me des un poco, tengo muchos gastos. -explica.

-No, mamá. Olvidalo, no te daré nada, nada, porque tú no eres mi mamá, nunca me has cuidado, y por lo tanto no mereces mi compasión. -Se me llenan los ojos de lágrimas, este tema me rompe el alma.-Eres una mala visita, jamás, mamá, vuelvas a venir a mi casa, y tratar así a mi esposa, ¿me entendiste? No voy a dejar que trates así a mi nueva familia, ya lo hiciste conmigo y con mi padre, no permitiré que me dañes más. ¡Vete!-camino hacia las puerta y la abro, ella sólo me mira y sale sin decir nada.

Entro a la cocina lentamente, descubro a Kelly sentada con las manos sobre su regazo, su imagen de niña indefensa me llena de ternura, la miro por un rato y cuando me doy cuenta, tengo una amplia sonrisa. Ella voltea y se sorprende por mi cara de estúpido.

-¿Todo bien, Barry? -pregunta sin mirarme.

-Todo resuelto. -espeto sin importacia.

-¿Ella era tu mamá? -la cocinera deja caer una cuchara metálica y los dos nos sobresaltamos.

-Ehh, sí, yo le digo Mariana, luego te cuento bien de ella.-No quiero hablar de Mariana y menos después de hoy.

-Esta bien. Pedí un filete de pescado con guarnición y vino tinto, ¿está bien?-pregunta inmersa en una nube de pensamientos.

-Por mí está bien. ¿Te pasa algo?-le toco el hombro para que sienta mi apoyo. No me contesta, sólo mueve la cabeza en modo de aprobación.

-Barry...-susurra-ya está hecho... Estoy embarazada...

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