Ya terminó otro día de trabajo, hoy hubo de todo en la empresa, tengo muchas ganas de ampliar mi terreno en el mercado, quiero empezar a trabajar en un nuevo proyecto que sea distinto a lo que hacemos. Hay de tanto elegir, comida, farmacéutica, tecnología, servicios, productos ecológicos...
-Yo opino que inviertas en farmacéutica o tecnología, podrías comprar alguna acción de alguna empresa rentable.
-Si, podría ser, tengo mis dudas pero lo decidiré después.
-Papá-el grito de mi hija llama mi atención, me levanto del sofá y corro hacia su búsqueda. Las niñas están en su habitación listas para dormir, no entiendo cómo hizo Kelly para que las niñas empezaran a dormir en su habitación, tal vez porque mandó a instalar cámaras para poder monitorear la habitación.
-¿Ya van a dormir?-les pregunto, las dos afirman con la cabeza, me da risa que son casi iguales, simplemente le cambia el cabello y la forma de los ojos, o al menos así las veo. Jamás pensé que podría tener unas hijas mellizas, pero era algo obvio ya que Kelly tiene dos hermanos gemelos, quizás hasta ellos tengas sus hijos gemelos o mellizos, es tan increíble. -Bueno, a dormir.
-Un cuento-dice Jania.
-El de cabras-sugiere Janne, tomo uno de los libros y empiezo a leer.
-"Había una vez una cabra que tenía siete cabritillas. Todas ellas eran preciosas, blancas y de ojos grandes. Se pasaban el día brincando por todas partes y jugando unas con otras en el prado.Cierto día de otoño, la mamá cabra le dijo a sus hijitas que tenía que ausentarse un rato para ir al bosque en busca de comida. ¡Chicas, acercaos! Escuchadme bien: voy a por alimentos para la cena. Mientras estoy fuera no quiero que salgáis de casa ni abráis la puerta a nadie. Ya sabéis que hay un lobo de voz ronca y patas negras que merodea siempre por aquí ¡Es muy peligroso! ¡Tranquila, mamita! contestó la cabra más chiquitina en nombre de todas, tendremos mucho cuidado.
La madre se despidió y al rato, alguien golpeó la puerta. ¿Quién es? dijo una de las pequeñas.-Jania se rompe a reír por mala pronunciación del castellano pero aún así sigo:-Abridme la puerta. Soy vuestra querida madre. ¡No! gritó otra Tú no eres nuestra mamá. Ella tiene la voz suave y dulce y tu voz es ronca y fea. Eres el lobo... ¡Vete de aquí!
Efectivamente, era el malvado lobo que había aprovechado la ausencia de la mamá para tratar de engañar a las cabritas y comérselas..."
Las niñas se durmieron antes de que terminara el cuento, casi siempre llegan agotadas de la guardería.
-¿Ya se durmieron?-Pregunta William.
-Si-tomo una trago de mi cerveza a temperatura ambiente,-sabe asquerosa, voy por otra.
-Hey, vamos a mi casa, quiero dar un paseo en motocicleta, acabo de comprar una Kawasaki, es la Ninja 400 de este año, es preciosa.
-¿Qué, no le alcanzó para algo mejor?
-Idiota, tú te llevas alguna de las que tengo.
-Vendí todas las que tenía por Kelly-suspiro,-Creo que no debí de hacerlo.
-Lo sé ¿Por qué no te quedaste con la Ducati bellísima que tenías? Mínimo me la hubieras vendido a mí.
-No las quería ver aquí y mucho menos en la otra casa, me hizo deshacerme de ellas, ni te quejes Will, eres un tacaño, nunca me hubieras dado lo que valía.
-Que tóxica y yo hubiera dado lo que sea por esa maravilla, me encantaba-se ríe.-Yo y Liz salimos de vez en cuando a pasear en las motos, de hecho pienso comprarle una pero no lo sé aún.
-Que bueno que compartan gustos-suspiro resignado, las cosas que me gustaban poco a poco fueron desapareciendo de esta casa y fueron reemplazadas por cosas de Kelly y las niñas.
-Ya vamos-asiento con la cabeza-Le iré a decir a Tita, no quiero que las niñas se queden sin supervisión.
-Y cambiate de ropa, algo más cómodo que un traje-se rie.
-Sí, espera, voy a llamar a Tita para que me diga si no se han despertado las niñas.-Saco mi móvil y marco su número.
-¿Qué pasó Barry?
-Hola Tita, pasaré a comer algo con Will, ¿las niñas están bien?
-Sí hijo, todo bien, siguen dormidas. Tú ve y diviértete, distrae tu mente.
-Gracias Tita, nos vemos al rato. Listo, vámonos William.
Los dos nos subimos a las motocicletas, como había dicho, empezó a llover con más intensidad. Arrancamos y salimos con dirección a la ciudad, acelero de más dejando a Will de nuevo atrás, es un hombre que se preocupa de más, está de más darle un susto. Maniobro como solo yo sé la curva pero el freno no funciona como yo quiero, en un dos por tres pierdo el total control de la moto... siento que la vida se me escapa...
KELLY
El sol está magnífico, las olas van y vienen con total tranquilidad, me encanta, pero yo me siento perturbada. Algo en mi pecho se siente raro y no sé cómo describirlo, me siento rara. Me acomodo el sombrero y miro hacia la casa, está Liz hablando por el móvil; está de espaldas así que no puedo saber que hace con exactitud.
-Tengo ganas de llorar, maldita sea-digo.
Liz aparece en frente de mí y toma mi mano con gentileza.
-Kelly... le pasó algo a Barry...
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