Boda bajo un contrato romance Capítulo 3

Lucrecia no puede creer esas palabras tan espantosas que sus oídos han escuchado, las lágrimas de ella rodean por todo su rostro estropeando su maquillaje, agarrando con dos manos su cabeza, llorando desesperadamente, el rubio mira como la pobre rubia esta en el suelo llorando destrozada, lastimada con su corazón.

El rubio toca la cabellera de Lucrecia muy delicadamente, entre suspiros y el toque especial hace calmarla a ella, para que deje de llorar, quien diría que con un suave toque de su cabello el rubio lograría calmar su llanto, nadie en mil vidas recuperaría de esa forma un corazón roto, cuando los cristales se rompen ya no hay nada que hacer, lo mismo pasa con el corazón, media herida es difícil la recuperación.

Una voz calmada de buenos modales hace cambiar de opinión a Lucrecia, la pobre esta herida de su corazón y tiene ganas de vengarse, pero no sabe cómo, o quizá no quiera venganza, aunque ella con su enojo haría todo lo posible por descargar su molestia con todos.

—Buenos días, permiso, busco a mi Hijo, por cierto, hijo ya nos vamos, ¿Qué sucede?, ya tardes mucho por un vestido —responde una dulce voz, observando a la rubia triste llorando, la dulce mujer se acerca a la rubia.

—Mi reina, ¿Quién lastimo ese corazón? —Pregunta la mujer.

—Madre no es buen momento, al parecer no hay boda, su prometido no se casará con ella—responde el rubio.

—Tu eres perfecta para mi hijo, no te preocupes, si no se puede cancelar la boda, te puedes casar con mi hijo bajo un contrato y bueno tendrán que vivir juntos, y conocerse por 3 años me entienden, no es necesario que tenga hijos, aunque me gustaría que tuvieran —responde la mujer.

—No seria nada malo, casarme con su hijo bajo contrato, por mi genial —responde la voz de la rubia con voz desganada, y por dentro quería darle como una lección a Julio

Lucrecia se incorpora y al instante chispas de magnetismo envuelven la sala, había algo en el que la hacia marear un poco, y la ponía nerviosa, el rubio tuvo el atrevimiento de pasar su dedo, sobre el ojo de Lucrecia para limpiar sus lágrimas, de una forma tierna que ella no podía imaginar, al instante el brillo de los ojos de ambos ya era más notorio será un flechazo directo al corazón.

—Los esperaremos —responde la madre de el rubio.

Ambos caminan, el rubio le sigue hasta el baño, Lucrecia en su mente se dice ´´quien en su sano juicio me espera, y este guapo me siguió hasta aquí, en que te estas metiendo, pero el me mira diferente, lo noto en sus ojos, el si veo que puede funcionar, aunque sea bajo contrato, no creo que sea malo, estas experiencias nunca se dan y aparte que esta guapo´´.

Pensamientos de el rubio ´´Rayos que linda, me estoy metiendo en un terreno delicado, ¿Qué dirán sus padres?, ¿Qué pasara?, ¿Sera que ellos ya saben que nos casaremos esta noche por contrato?, no se que digo si no conozco a sus padres, pero si se enteran, ¿Qué dirán?, ella es guapa, pero no hare cosas que ella no quiera, aunque si me pongo traviesa quizá ella me ame, o no se, pero me gusta lo que veo´´.

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