Ya habían pasado 1 semana y Jeff andaba inquieto, preocupado y Lucrecia anda con una gran gripe que no se le quiere quitar, y Jeff pues anda en la luna, perdido en sus pensamientos, aunque no quiere compartirlo con Lucrecia, por miedo a preocuparla.
Lucrecia frunce el ceño.
—¿Me estas guardando secretos amor? —Pregunta Lucrecia en la cama.
—No bebe, solo estoy cansado, y siento que me quedare sin dinero —dice Jeff.
—Que, eres millonario amor, eso es imposible, que se te acabe el dinero, para eso distribuimos bien el dinero, amor, calma, deja de hacer esa mueca, no seas negativo, no se acabara el dinero, no sé porque se te mete eso a la cabeza —dice Lucrecia.
—Es que es complicado, quien sabe si mi dinero se vaya por la alcantarilla me dolería porque tengo algo que tengo que hacer —dice Jeff mientras piensa que ese dinero que ahorra es para sus futuros hijos con lucrecia, pero le llegaron los mareros una noche amenazándole con que quieren dinero, para que su vida y pues quieren cierta cantidad de dinero, para que la vida de su familia este a salvo, pero vale más la vida de su familia que el dinero, ya que el daría la vida por todos.
—A ti te preocupa algo y me parece que es serio, ¿estas enfermo amor? —Pregunta Lucrecia.
—Estoy bien amor, no estoy enfermo —dice Jeff.
—Se me hace que si, por que ayer casi no quisiste comer bien, y pues por la noche no quisiste hacer el amor conmigo —dice Lucrecia.
—Estaba cansado amor, por eso no lo hice, pero te recompensare, la disfrutaremos bien, si amor —dice Jeff con esos ojos tristes.
—Con esos ojos tristes crees que yo me trago ese tu cuento, a ti te pasa algo y quiero que me lo digas de frente ¿Acoso ya no me amas? —Pregunta Lucrecia.
—Te amo, eso no lo dudes mi vida, es solo que tanto trabajo me está agobiando —dice Jeff.
—Mentiroso —se enoja Lucrecia.
—Amor no pelees conmigo lo que menos quiero es eso —dice Jeff.
—Estoy celosa, quizá tienes a otra mujer —dice Lucrecia.
—Te pasas, claro que no —dice Jeff negando con su cabeza.
—Ummmmmmmmm, esto te saldrá caro, quiero que me consientas, con comida ahora —dice Lucrecia.
—La prepare solo para ti, hoy cocinare para ti —dice Jeff.
—Perfecto amor —dice Lucrecia mientras se abalanza a Jeff y lo besa con ternura.
Caso seguido pasaron 3 días más y Jeff seguía preocupado, aunque cuando estaba enfrente de Lucrecia no aparentaba eso, trataba con todas sus fuerza estar feliz y sonreír, Lucrecia esta ajena a que uno de los mareros lo amenaza con dinero.
Lucrecia hace lo de siempre ir a trabajar, y estudiar en la Universidad por las noches, ya que su horario cambio, excepto los 5 días que le dieron de incapacidad debido a una fiebre y una alergia que le dio, tuvo que reposar, siempre tuvo ayuda de Michelle y de Jeff, quien trabajaba duro por cuidarla, paso unos días con fiebre, y Jeff siempre estuvo para ella, dándole cariño, enamorados perdidamente como debe ser.
Los días pasan volando, y Lucrecia está desesperada porque pronto tendrá que hacer un parcial, final y esto depende de que ella lo pase, Héctor su tutor siempre le ayudado en lo que puede, pero estos días Lucrecia ha estado desconcentrada por que ya se acerca el dia de que Rosa dará a luz a su bebe, y esta nerviosa solo de pensar eso, no sabe como resultaran las cosas, pero recuerda las palabras de Rosa, donde ella le decía que si algo les pasaba a los dos tenia que cuidar de su hija, en su honor.
Esas palabras son muy difíciles de procesar mientras su tutor Héctor le hablaba, Lucrecia andaba perdida en sus pensamientos, y preocupada por Jeff ya que el a veces solía retraerse eso no era normal en Jeff.
—Si hazla pasar —dice Lucrecia.
Héctor solo la ve, y en los labios masculino se releja una mueca.
—Cuando saques un cinco de nota me avisas —dice Héctor.
Vela entra por la puerta con cara de ´´por favor que la tierra me traga´´.
—¿Qué pasa por que esa cara? —Pregunta Lucrecia asustada.
—Yo no se como decir esto, pero tienes que saberlo Jeff me dijo que no te dijera nada, pero es mi responsabilidad decírtelo, y es que —intenta aclarar su garganta y respirar ya que sus palabras se entrecortan, con voz temblorosa, quiere soltar lo que se viene.
—¿Hablaste con el cuándo y por qué?, ¿Qué pasa?, ¿Por qué es tan difícil para ti decirme lo que estas a punto de decirme? —Le pregunta lucrecia asustada.
—Jeff no vendrá a dormir esta noche a la casa —dice Vela con pesar en su voz.
—¿Qué estás diciendo por qué? —Pregunta Lucrecia afligida.
—Tuvo un accidente en su limosina y pues ahora esta en el hospital, le pusieron un atrampa, unos mareros por allí que querían plata, según tengo entendido ellos quería dos mil dólares, y cuando Jeff le dio eso, uno de ellos dijo que era poco y que era mejor si les diera la clave de la caja fuerte y retirar cierta cantidad de dinero, cuando los 4 mareros se subieron a limosina uno de ellos manejaba, y en eso vio unos policías y el empezó a pitar, y movió el timón y es allí donde perdieron el control de todo y Jeff por salvar se fueron a estrellar a un poste eléctrico este tiro chispas ósea fue fuerte el choque por ese poste quedo espantoso, y bueno Jeff se golpeo la cabeza, ahora esta consiente, pero adolorido, me dijo que no te dijera y yo como una dunda te estoy diciendo, sabes que eso me lo conto el y me dijo que para no preocuparte no dijera nada, y el sabe que tienes un examen ahora de noche y no quiere estropear nada, si todo sale bien, mañana le dan de alta —dice Vela con voz temblorosa y triste.
La copa de champaña que tenía Lucrecia en sus manos cae al piso, Lucrecia se vuelve frenética, corre hacia la puerta, y Héctor la toma de la cintura, y la intenta controlar, Lucrecia grita desesperada llorando, porque quiere ver a Jeff, sin Jeff su vida seria un infierno.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Boda bajo un contrato