Carta Voladora Romance romance Capítulo 359

—Octavia, ¿en qué estás pensando? —Al ver a Octavia repentinamente aturdida, Stefano agitó la mano frente a ella.

Los ojos de Octavia brillaron mientras respondía despreocupadamente:

—No es nada.

—Ese Óscar...

Octavia se mordió el labio, como si estuviera pensando.

Stefano le guiñó un ojo a Óscar: Chico, date prisa, que te quedes depende de ti, yo he hecho lo que he podido.

Óscar puso los ojos en blanco: Tío idiota, es obvio que fuiste tú quien me trajo aquí. ¿Por qué discutes con mi tía? Mi tía te ignora, ¿así que me dejas venir para hacer de pacificador y pedirle a mi tía que te perdone? ¿Por qué me impones todo ahora? Todavía soy un bebé.

Stefano hizo un mohín: cierra la boca, date prisa, ¿todavía quieres que sea tu tía? Si quieres eso, date prisa y compórtate y deja que te mantenga, así también podrás hablar por mí.

Óscar no pudo evitarlo. Suspiró como un pequeño adulto, luego tiró de la manga de Octavia y la miró con ojos de cachorro:

—Tía, lleva a Óscar. Óscar no quiere estar solo en casa, por favor tía.

Parpadeó dos veces con sus grandes ojos, pareciendo que iba a llorar.

—Octavia, por favor —Stefano rápidamente se hizo eco.

Octavia lo miró, luego miró a Óscar, que estaba lleno de lágrimas, y finalmente su corazón se ablandó. Extendió la mano para limpiar las lágrimas de Óscar y asintió:

—De acuerdo entonces, cuidaré de Óscar por ti estos dos días.

—Genial, por fin podré vivir con mi tía —Óscar sonrió felizmente.

—Gracias, Octavia —Stefano le dirigió una mirada de gratitud, y más que eso, de emoción.

Buen chico, como se esperaba de ti, ¡el niño más guapo de nuestra familia Beldad!

Lo conseguí en cuanto empezó.

Stefano puso a Óscar en el suelo, se puso en cuclillas para tocar a Óscar y le dio instrucciones:

—Óscar, pórtate bien los próximos días, escucha las palabras de la tía, no seas travieso, ¿entiendes?

Chico, recuerda que tu misión es reconciliar a tu tía y a tu tío.

Ese es el verdadero propósito de que te traiga aquí.

Óscar asintió obedientemente:

—Lo sé, no seré travieso.

No te preocupes, tío, haré que mi tía te perdone, y no olvides mi edición de coleccionista de Transformers.

—Eso es bueno, estoy aliviado —Stefano le dio una palmadita en la cabeza.

No lo olvidaré, no me lo sigas recordando.

Stefano se levantó y miró a Octavia:

—Entonces te dejaré a Óscar.

Octavia no sabía el significado detrás del contacto visual de los dos y asintió levemente:

—De acuerdo.

—Entonces me iré —Stefano añadió.

—Adiós —respondió Octavia.

Stefano sonrió con ironía.

Ella realmente quería que se fuera rápidamente y ni siquiera le pidió una taza de té.

Sin embargo, esto no es lo más desesperante.

Lo más desesperante es que Óscar también saludaba:

—¡Adiós tío!

Las comisuras de la boca de Stefano se crisparon y le dirigió al chico una mirada sombría.

Pequeño diablo, realmente eres lento para entender las cosas. Tu tía no me deja tomar una taza de té. Puedes fingir que lloras y luego decir que no soportas que me vaya.

Tal vez pueda quedarme un tiempo más.

Óscar, que vio los pensamientos de Stefano, le hizo una mueca. La cara de enfado de Stefano se deformó al instante.

Chico apestoso, ¡qué dolor de cabeza!

Stefano suspiró, se dio la vuelta y se dirigió hacia el ascensor.

Después de que su figura desapareciera en la entrada del ascensor, Octavia arrastró a Óscar a la habitación.

Al día siguiente, Octavia se despertó con una llamada telefónica.

La llamada era de Iker:

—¡Cariño, mira! Arturo está dando una conferencia de prensa.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Carta Voladora Romance