Casualidad Destinada romance Capítulo 58

Selena la miró, después de pensarlo un poco, dijo:

—De acuerdo, te lo prometo, pero hagamos un trato, tanto si funciona como si no, no puedes renunciar a mí.

—Claro.

Una vez que los dos hablaron, Elisenda se acercó a Juan y le dijo algo.

Juan vio esto y miró a Selena.

Al final, fue por el bien de Elisenda que aceptó a regañadientes.

A continuación, Selena se marchó a toda prisa.

Isaías llegó media hora después de que Selena se fuera.

En ese momento, la caja estaba llena de gente.

Las luces estaban bajas, las luces láser parpadeaban por encima de la cabeza, una potente música de discoteca sonaba en el equipo de música y un grupo de hombres y mujeres se movían en la pista de baile.

Ella frunció el ceño, no le gustaba nada el ambiente.

Pero pensando que se trataba de una reunión de la clase, y como a todos les gustaba cómo iba la fiesta, no se podía cambiar sólo por su preferencia, no dijo nada.

Se acercó y saludó a todos.

—Oye, ¿no es esa la señorita Isaías?

—Señorita Isaia, apúrese y siéntese, por aquí.

—La señorita Isaia está aquí para esta reunión de clase, así que no puede irse hoy temprano, así que vamos, sírvele un trago y emborrachémonos.

Isaías se sintió un poco incómoda con el entusiasmo del grupo, pero como era una reunión, no quería faltarles el respeto, así que se lo bebió todo.

En ese momento, Elisenda se acercó con una botella de vino.

—Isaías, no nos hemos visto desde que nos graduamos, vamos, me tomaré una copa contigo.

Isaías sonrió y tomó un sorbo de su vaso, pero, algo no le pareció bien de repente.

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