Casualidad Destinada romance Capítulo 91

Este lado, una vez que Isaías estuvo listo, empezó a tocar el piano.

La pieza que eligió se llamaba «Los Señores del Fuego».

En principio, no es una pieza de piano, sino una sinfonía brillante y atmosférica. Por lo tanto, es mucho más difícil cuando se toca puramente en el piano.

Isaías abandonó las distracciones de su mente, las yemas de sus dedos cayeron y las notas sonaron.

Era como si hubiera caído una espada de guerra, y como si mil caballos galoparan, y mientras sus dedos se aceleraban cada vez más, una escena aparecía ante los ojos.

Era la imagen de un joven general, dirigiendo a sus hombres para matar al enemigo en medio de la batalla.

Los gritos de los hombres, el estruendo del fuego de la artillería, el sonido de las hélices cuando los aviones de guerra sobrevuelan la zona y los gritos de las armas que se hunden en la carne y la sangre.

Todo el mundo se quedó atónito.

Se sentaron incrédulos, sintiendo el brillo y la majestuosidad de la melodía. Era como si ellos también hubieran experimentado la feroz matanza con la melodía.

La melodía no fue demasiado larga, y después de unos tres minutos, terminó.

La última nota cayó con fuerza y la escena quedó en silencio.

Era como si todos siguieran inmersos en esa gloriosa imagen.

Incluso Selena estaba aturdida.

No podía creer que Isaías hubiera tocado un instrumento tan bonito.

«¡No es cierto! ¿Cómo sabía tocar el piano?»

Selena recordaba claramente que, desde muy joven, su abuela había tenido la intención de mantener a Isaías alejado de esas cosas.

Dijo que Isaías era la hija mayor de la familia Graciani y que todas esas cosas artísticas eran sólo para complacer a los demás, por lo que no necesitaba aprenderlas.

Pero en realidad, tenía miedo de que Isaías hiciera mejor que ella.

Así que Selena estaba segura de que Isaías no sabía hacerlo, y por eso le pidió que subiera al escenario, para que la humillaran delante de todos.

Si ella hubiera sabido que Isaías podía tocar tan bien, ¿por qué le habría pedido que lo hiciera?

Selena finalmente tuvo la sensación de que el payaso era sí misma.

A Isaías no le importaba la reacción de todos, cuando terminó de tocar, abandonó el escenario.

Los invitados tardaron unos tres o cuatro segundos en reaccionar.

El público estalló en aplausos.

—¡Esta señorita Isaías está jugando demasiado bien!

—Sólo he oído que la señorita Selena tiene mucho talento, pero no esperaba que la señorita Isaías fuera también tan buena.

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