Los cachorros tragaron en seco al ser descubiertos y una ligera capa de sudor cubrió sus cuerpos, pero se tranquilizaron al oler, a su espalda, la esencia de su hermano mayor.
-Nico- Alan se giró y mostró una mueca incómoda- Solo estábamos dando un paseo. Ya volvemos a nuestros cuartos para cambiarnos para la cena-
El lobo de cabello castaño, al igual que ellos, que lo llevaba en una larga trenza a lo largo de la ancha espalda miró por el pasillo que daba al final a la oficina de su padre.
-¿Oyeron lo que dijo?- preguntó con el ceño fruncido.
Noa levantó las manos en rendición y duda.
-No sé de que estas hablando- si había algo que Nicolás nunca hacía era molestarse, pero pobre del que estuviera cerca cuando ocurría.
El lobo mayor les volvió a prestar atención, su tono de voz era seco y serio.
-Ustedes dos. Vengan conmigo-
No había replica para sus palabras.
Los dos cachorros siguieron a su hermano, que después de hacerles pasar a su cuarto y revisar si había alguien en los alrededores cerró la puerta a su espalda.
-Al parecer ya lo saben-
Alan y Noa se pusieron tensos sentados sobre la cama.
-No pongan esas caras, no los voy a regañar o a delatar-
Dos suspiros de alivio se sintieron en la habitación.
-¿Qué significa las palabras de padre, Nico? ¿Es verdad todo lo que oímos?-
Su hermano se sentó en una silla frente a ellos y recostó los codos sobre sus rodillas.
-Si les digo que es la verdad detrás de las acciones del actual alfa ¿Qué harían?-
La expresión de Noa era todo un poema. Al igual que su hermano, no podían creer que aquello estuviera ocurriendo.
-No hablas en serio- Alan se revolvió el cabello levantándose de la cama y dando vueltas -Eso significa que padre es un usurpador y que la anterior reina esta en alguna parte de esta mansión-
-Y hay más- sus dos hermanos lo miraron -Hace poco descubrí la ubicación de la celda donde esta cautiva-
-¿Y por qué no la has sacado?- Noa se levantó también con los puños cerrados, sentía en su interior una sensación extraña por esa persona a pesar de no conocerla.
-Porque no se puede. Está dentro de las antiguas celdas de tortura de las catacumbas, debajo de la mansión. La única forma de sacarla es con la llave que padre siempre lleva en el pecho-
Alan se paró delante de él.
-¿Desde cuando sabes tú esto?-
Nicolás se recostó en la silla cuando la puerta de la habitación se abrió dejando pasar al que conocían ahora como el Comandante de la guardia.
-Desde hace un mes- este les respondió.
-Cierra la puerta Liam. No sería nada bueno que alguien oyera la conversación-
El recién llegado hizo lo dicho y caminó hacia ellos poniéndose al lado de Nicolás.
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