El pequeño asiento donde viaja la delgada niña es todo menos cómodo.
Y que el transporte donde viaja junto con su tía se mueva demasiado debido al camino irregular no ayuda en nada a la comodidad del pobre traserito de la niña quien lucha constantemente por sentarse bien.
"Ya casi llegaremos, no te preocupes."
La voz suave de su tía es el único bálsamo a sus dolencias físicas y mentales de la niña.
Después de encontrar una nueva posición, mas o menos cómoda, la niña mira por la ventana hacia el horizonte.
Cielo azul lleno de nubes blancas y un radiante sol es lo que mañana trae para ella y el mundo.
Aves cantan dulces melodías mientras que el transporte sigue su camino hacia la grandiosa y fastuosa finca de la adinerada, elegante y legendaria familia Waters.
"Bueno, casi llegamos gente."
El conductor del destartalado, lento e incómodo vehículo hace la información.
El hombre deja escapar una tos severa despues de haberle dado una buena calada a su puro.
"Que bueno que ya casi llegamos porque no puedo soportar más ese espantoso olor a tabaco."
La niña escucha que la mujer en el asiento frente a ella se queja hacia su amiga.
Repasando con sus ojos los asientos del vehículo, la niña se da cuenta que en su mayoría son mujeres las que viajan a la gran finca.
Hay pocos hombres jovenes y algunos niños pequeños.
"Recuerda, no debes hablar hasta que te presente con la directora de la finca, de acuerdo?"
La tía de la niña mueve la cabecita de forma afirmativa ante su tía antes de desviar la mirada.
Entonces, ella se topa con la mirada de un chico joven, tal vez un par de años más grande que ella quien la mira, de nuevo, desde su asiento.
Y la mira de forma insistente y penetrante.
La tía tambien se da cuenta de la mirada del chico quien es algo apuesto, pero ella no cree que su sobrina esté interesada en él...
O en ningún otro chico.
No después de la espeluznante y degradante experiencia que vivió su sobrina recientemente.
La niña desvía la mirada rápidamente, no porque se sienta nerviosa.
Al contrario.
La niña siente que la sangre hierve dentro de ella debido a la intensa furia que la recorre en este momento.
"Solo eres una puta barata..."
"No eres una chica especial para nadie..."
Esa maldita y estúpida voz de nuevo la atormenta!
"No eres más que una..."
La niña aprieta su puño mientras mira por la ventana.
La tía coloca su mano sobre el puño cerrado con fuerza de la niña para tranquilizarla.
"Lo siento."
Se disculpa la niña quien hace ejercicios de respiración para intentar calmarse.
"No te disculpes mi pequeña niña."
"Mira, allá está la finca!"
A buena hora!
La tía señala la enorme casa que se aprecia a la distancia.
Las demás personas en el vehículo tambien miran ansiosas como la finca se va haciendo más nítida, más cercana...
Gigantescamente cercana!
"Bueno, hasta aquí puedo llegar!"
El conductor detiene por completo el vehículo mientras indica a las personas que viajan con él.
"Tomen sus equipajes y caminen hacia la entrada."
"Vamos, no tengo todo el maldito día!"
Pero que grosero!
"Vamos mi niña, es hora de bajarnos por fin de este infierno con ruedas."
La tía de la niña lo dijo fuerte y claro cuando paso al lado del conductor.
"Ja, como si ustedes tuvieran vehículo alguno, malditas sirvientas creídas."
Se burla el conductor quien hace el intento de reírse, pero su tos seca y espantosa no se lo permite.
"Claro que tengo mejor vehículo que esta lata oxidada y pasada de moda que apenas se mantiene en pie."
"Como su conductor."
Y sin esperar ninguna contestación del hombre quien palmea su pecho fuertemente con su mano, tía y sobrina descienden rápidamente ahogando sus risitas burlonas.
"Creo que estas son suyas."
El chico que había estado mirando de forma insistente a la niña las detiene mientras deja frente a las mujeres la únicas dos maletas que llevan.
"Si, son nuestras, gracias."
"Que amable eres."
La niña baja la mirada porque no puede soportar mirar esos ojos masculinos que se parecen tanto a los de...
"Mi niña, vamos."
La tía da la mano a la tensa niña quien camina diligentemente para pasar de lado al chico quien no deja de mirarla.
"Por cierto, mi nombre es Duvall."
"Trabajaré en los establos."
La niña aparta la cara del chico lo más que puede sin emitir sonido alguno.
"Mucho gusto Duvall y gracias."
Es la tía quien agradece la atención del chico quien sigue mirando fijamente a la hermosa niña que se aleja.
El vestido blanco y largo, algo aniñado que porta la hermosa chica no impide que el chico vea perfectamente las incipientes curvas firmes de la niña.
Además, el cabello brillante, largo con suaves ondas de color marrón muy claro se ve tan primoroso atado con ese listón de color rosado.
Y que decir de la carita tan perfecta y angelical de la niña!
Nariz pequeña, boquita de cereza, con labios antojables y tentadores, ojos vivaces de tonalidad verdosa y piel de porcelana...
"Parece una muñeca de carne y hueso."
El chico comenta esto hacia uno de sus amigos quien tambien esta ahí para trabajar con los caballos en los establos.
Tía y sobrina afirman con la cabeza porque frente a ellas se muestra un intricado laberinto de pasillos de madera con ventanas, muebles, sillas, escaleras, estantes llenos de libros, osos y bustos de animales disecados e incluso algunas armaduras brillantes.
"El ala donde se quedará el joven Rowan es la más pequeña y acogedora de todas."
"Aunque debo advertirles algo."
La chica se da la vuelta tan deprisa que su coleta de caballo golpea un poco los rostros de tía y sobrina.
"Oh lo siento."
Se disculpa ella, pero sigue con su relato.
"El joven Rowan es muy apuesto y joven, pero eso solo le ha traído problemas a la distinguida y poderosa familia Waters."
La chica mira a todos lados antes de continuar diciendoles a las mujeres frente a ella.
"Por eso, el joven estara confinado en esta finca hasta que se comporte mejor."
"Asi que, nada de intentar socializar con el joven heredero."
"De acuerdo?"
Esta vez la chica se dirige directamente hacia Mallory.
"De acuerdo."
Responde la niña quien no quiere saber nada, nunca, jamás de los jamases de hombres jóvenes guapos y malcriados.
"Esta bien."
"Mi nombre es Cora y soy la encargada en este lugar."
"Les mostraré sus habitaciones."
La chica vuelve a echar a andar de forma grácil y rápida sobre la preciosa alfombra roja con patrones dorados.
"Síganme, tenemos que comenzar cuanto antes con la limpieza del lugar."
Pide la chica mientras tía y sobrina caminan.
Cielos santos!
Es que no tiene fin ese pasillo?
O la finca entera?
Se pregunta tía y sobrina mientras observan todo a su alrededor.
Trofeos, medallas, fotos de gente sonriente, estanterías llenas de libros, un gimnasio privado, una sala de cine?
Un teatro pequeño, un salón privado...
Todo eso necesita un solo chico?
Eso es lo que se pregunta Mallory cuando llega por fin al final del pasillo.
"Bueno, estas son las habitaciones de las doncellas."
Cora abre la puerta de la habitación donde se quedaran tia y sobrina.
Ambas se asombran con lo que ven frente a ellas!
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión y voto.
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