El calor que hacía en el baño no era normal, los chorros de sudor que corría por su rostro y espalda lo estaba volviendo loco. Sin embargo, Dorian seguía fallándose a la muchacha que le traía el café todas las mañanas.
Sostiene sus caderas desnudas con bastante fuerza mientras que penetra su coño con violencia, tuvieron que meterse en el cuarto del baño de su oficina, ya que la morena comenzó a gritar como loca y él no quería llamar la atención de su secretaria.
Metía y sacaba su pene del coño de ella rápidamente creando un sonido erótico que lo ponía más dominante de lo que ya era.
Dorian inclino su cuerpo hacia ella tomándola de su cabello, la joven se encontraba encima del lavado con la falta por las rodillas y la blusa abierta por la mitad. Sus senos se ponían ver atreves del vidrio, y a medida que él impulsaba su cuerpo sus senos también se movían al compás.
Los de ella eran grandes y provocativos, sus pezones eran grandes, pero algo oscuros. Sin embargo, le provoco tomarlos, suelta sus caderas y se sujeta de sus senos. Aquello solo aumento sus ganas.
—Vamos nena, mueve ese culo para mí.
—Sí, más, quiero más señor Borges… más duro, por favor.
—¡Ahhh! Sii, suplica por más.
Penetraba su coño con más fanatismo, suelta uno de sus senos para aferrarse al culo de ella. Lo abre un poco más provocando que ella gimiera ya que eso le permita a él que la penetrara hasta el fondo.
—¡Ahhh! Mierda me duele, señor Borges—se queja, pero él no se detiene.
Dorian saca su pene humedecido, acomoda el condón y seguidamente abre un poco más las piernas de ella con sus pies, se aferra al culo de la morena abriéndolo un poco más y con la misma penetra el agujero pequeño de su trasero.
—¡Ahhhhhh! —grita la joven.
El CEO cubre su boca, y con la otra mano la lleva hasta su coño comenzó a frotar su clítoris hinchado. Empezó a penetrar el culo de la morena al mismo tiempo que follaba su coño, la sensación de estrechura lo enloqueció.
Baja un poco la cabeza y escupe un poco de saliva en la unión de su pene con el culo de ella, a falta de lubricante debía recurrir a otros métodos para evitar que el maldito condón se rompiera.
Y es que esa mañana no se esperó follarse a esa morena, pero verla entrar en su oficina con aquella falda y esas medias negras le puso la sangre a millón. Su pene despertó rápidamente esa mañana, y se dijo que debía follarsela a como diera lugar.
Luego de empezar en su escritorio, cuando ella empezó a gemir con más fuerza tuvo que llevársela al baño, y allí fue cuando se desato la morena.
Él mira su culo y le propina una nalgada que lo deja con una gran marca roja, luego mira el espejo y la ve con los ojos cerrados, su cara era de pura perversión, mordía sus labios con lujuria y a pesar de que se la estaba cogiendo por el culo sin su consentimiento ella no se quejaba.
—Grita para mí, vamos, quiero oírte gemir que te dé más duro —le dice metiendo un dedo en el interior de su coño.
—¡Ahhh! Siii, quiero más, dame más duro, por favor, más duro…
Ella baja la cabeza y es cuando Dorian siente que su mano se empapa por los fluidos de ella, se estaba corriendo en su mano, lo que lo impulso a correrse dentro del culo de la morena. Dorian extrae la mano llena de un flujo blanquecino el cual restriega en el culo brillante de la morena.
Sigue penetrándola con fuerza, el choque de sus pieles húmedas producía un sonido libidinoso que le encantaba a Dorian… unos segundos después, consigue llegar al clímax vaciando todo su semen dentro de la morena.
Le dio unas últimas embestidas para terminar de saciarse, o tratar de quedar satisfecho con ella.
Para cuando termina, se aleja de ella y se saca el condón que termina en la basura. Ella se incorpora a duras penas mientras que él se lava el pito con un poco de agua.
—Me ha encantado —le dice ella sonriente mientras que se peina con las manos el cabello.
—Sí, estuvo bastante bueno. Tienes un culo sabroso.
—¿Lo volveremos a repetir? —ella comenzó a subirse la ropa interior con la falda.
—Puede ser —Dorian se abrocha los pantalones —. Pero te diré una cosa, no porque te esté cogiendo quiere decir que eres mi mujer, ten en cuenta que solo estamos follando rico y nada más, ¿eso te queda claro verdad?
Ella guarda silencio, y luego asiente.
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