(COMPLETO) El Loco De Mi Prometido romance Capítulo 41

Nicolas me llevó a casa para que pudiera arreglarme antes de la repentina cena con su madre y además, para ver por primera vez a su hijo.

 

—Espera aquí, iré por Samuel— sé que Nicolas está ansioso por conocerlo, no es fácil asimilar que tienes un hijo de la noche a la mañana, la niñera que estaba con Samuel terminando de vestirlo me lo entregó y volví con Nicolas con él en brazos.

 

—Aquí está nuestro hijo, Nicolas— con manos temblorosas cargó al bebé ni bien lo vio, estuvo mirándolo por un largo rato, lo que me puso nerviosa.

 

—¿Estás dudando si es tu hijo?— no sé a que vino decir eso pero lo miraba de una manera tan detallada que tenía la duda.

 

—No, no es eso, es solo que el parecido es innegable, ¿Me estás diciendo  que de verdad dudaste que es un Augier?— por un momento me olvidé de su ego alto, aunque ahora no es

 

tan molesto.

 

—Muy bien, señor orgulloso— le dije entre risas cortas — De hecho, él es todo un Wilson, tiene mis labios hasta el color de mi pelo.

 

—Pero tiene mis ojos y mi nariz— es verdad, esas dos cosas me hicieron entrar en razón desde un principio.

 

—Unos hermosos ojos azules...— mientras yo los contemplaba a ambos, él continuo jugando y hablando con el bebé.

 

La conmocionante escena me había hecho olvidar que tenía que arreglarme, nunca había sido tan difícil para mi elegir un atuendo, quería impresionarla, de alguna u otra forma tenía que hacer que olvidara su enojo hacia mi por haber lastimado a su hijo.

 

Tomado mi tiempo, ya estaba vestida, pero aún me miraba con desconfianza frente al espejo, no era momento dudar pero tenía mis inseguridades. Sin querer pensar más, salí de la

 

habita al encuentro con mis hombres, teníamos que apresurarnos, ya perdimos demasiado tiempo por mi culpa.

 

Luego de un rápido viaje en auto, ya estábamos a punto de entrar a su casa pero Nicolas vio que estaba temblando y puso su mano sobre mi hombro.

 

—Ya verás que ella no estará enojada ni contigo ni conmigo— entramos a la casa después de que una de las empleadas nos abriera y no pasó ni un segundo cuando fuimos interceptados por su madre.

 

—¡AHHH! NO PUEDE SER POSIBLE— Soltó un grito al ver al bebé en brazos de hijo —Nicolas dame a mi nieto ahora mismo, quiero verlo.

Nicolas se acercó y le dejó al bebé en los brazos, ella estaba demaciado encantada, podía ver la emoción en su rostro mientras observaba a Samuel.

 

—Vamos al comedor, ya está todo listo para la cena— con Samuel en brazos, tomó la delantera

 

enfocando toda su atención en el bebé.

 

Mientras caminábamos al comedor, Nicolas aprovechó para llevar su mano a mi trasero, tenía tanta vergüenza de que algún empleado pudiera vernos y él estaba tan normal haciendo estas cosas,  pero no le di espacio a libertad, retiré su mano pero el como niño travieso volvió a colocarla.

 

—Deja de hacer eso— Le dije tratando de ser silenciosa, para no llamar la atención.

 

—No puedo evitarlo, ese vestido te queda muy sexy— demonios, sabía que no debía elegir un vestido como este para esta situación.

 

—Nicolas para— le sostuve la mano y se la apreté con toda mi fuerza para que me dejara en paz.

 

—Oh, señora Augier, si que puede ser ruda cuando quiere— levantó ambas manos en señal de rendición justo cuando llegamos al comedor.

 

Mientras cenábamos la mamá de Nicolas no me dirigió la palabra ni una sola vez, así que no tenía manera de saber si seguía enojada conmigo o simplemente estaba distraída con Samuel.

La situación estaba extraña en esta habitación, el ambiente estaba tenso, por lo que le di por debajo de la mesa un golpecito a Nicolas con la punta de mi pie para que entendiera que debía decir algo.

 

—Madre— la expresión que hizo cuando interrumpimos su juego con nuestro hijo fue fatal, tal vez no debíamos dirigirla la palabra por el momento —Como sabes, Alice y yo ahora tenemos un hijo y hemos vuelto a estar juntos, ambos tenemos deseos retomar nuestro compromiso.

 

Ella levantó la mirada y me observó, esa mujer es igual a su hijo, podía dar mucho miedo cuando se lo proponía.

 

—¿Ya tienen una fecha?— su respuesta me sorprendió, sonó desinteresada pero pensé que

 

iba a darnos un gran discurso sobre como el matrimonio no es un juego y que no podríamos estar separándonos cada vez que suceda algo.

 

—Mm no, no tenemos— me miró en busca de algunas palabras—Alice, ¿Tu tienes algo en mente?

 

—La verdad no— no creía que esto fuera tan fácil de hacer así que no había pensado en nada aún.

 

—Entonces, eso lo decidiré yo, se podría hacer en un mes— "¿Un mes?" dijimos ambos sobresaltadosm

 

—Sí, así es, ¿tienen alguna queja con eso?— miré si la tuviera no me atrevería a decirla.

 

—Yo no, he esperado mucho tiempo para que esta señorita decida casarse conmigo tenía razón nos hemos comprometido hace años, desde cumplimos la edad de adultez.

 

—Por mi está bien— hemos tenido nuestros altos y bajos todo este tiempo, pero ahora

 

estaba tan emocionada por esto.

 

—Bueno, entonces no perdamos el tiempo, Samuel tiene que ser nombrado un heredero legítimo, este niño es el heredero de dos grandes familias— dijo mientras miraba con admiración a mi hijo.

 

No lo había pensado de esa manera, mi hijo heredaría los hoteles Oslo y la mayor compañía de energía limpia del mundo, esto será mucha responsabilidad para él en un futuro.

 

Nicolas me estaba viendo y asentía como si supiera lo que estaba pensando. Se disculpó con su madre y le dijo que volveríamos en un momento, su madre, por supuesto, aceptó sin darnos mucha importancia, en estos momentos solo tenía ojos para su nieto.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) El Loco De Mi Prometido