—¡Nickyyy! No sabes cuanto te extrañé— pobre Nicolas, no tuvo tiempo ni para reaccionar antes de que esa mujer se le abalanzara.
Mientras llenaba a Nicolas de besos y abrazos hasta el punto de no dejarlo respirar, su madre y yo le dábamos unas miradas de desprecio, me alegra saber no ser la única que no la soporta.
—Bien, jovencita, no es propio estar haciendo eso con un hombre cuya esposa está en frente
—Ay, tía, no te preocupes— dijo dándole un leve golpecito en el hombro — a ella no le importa al fin y al cabo, ¿ no es cierto, Alice?
Le di mi sonrisa más falsa y le contesté de la forma más pacifista posible.
—Es cierto, no me importa, ni un poco— antes de que celos internos salieran a la luz, decidí apartarme de ellos — Si me disculpan, iré a buscar algo para beber.
Dejé a Nicolas rogándome por ayuda con la mirada, mientras su madre trataba desesperadamente de que Rosalie lo soltara, pero yo no quería seguir formando parte de la escena. Mientras me alejaba, me encontré a uno de los camareros y le indiqué que, por favor, me trajera un jugo, dado que en su bandeja solo habían copas de champán, las cuales no me podía dar el gusto de beber por este ser dentro de mi. Cuando yacía esperando mi bebida, alguien me tocó la espalda y volteé a su encuentro.
—¡SAM! No puedo creer que estés aquí— pensar que Nicolas habría invitado a quién me liberó de sus "cuidados" no estaba dentro de mi mente, de hecho, ni siquiera esta fiesta estaba en mis planes pero así está ocurriendo.
—Nicolas me invitó, ¿Puedes creerlo?— en definitiva, las dos teníamos las mismas teorías en la mente— por cierto, ¿Quién es la resbalosa que está pegada a él como mosca?— despegó su vista de mis ojos para mirar con asco evidente en dirección a Rosalie.
—Rosalie Lacroise, anoche llamó a Nicolas para verlo hoy pero traté de impedirlo a toda costa. Lamentablemente, no sé cómo hizo para aparecerse en esta fiesta— bueno, sí sé cómo llegó aquí, ambos se criaron juntos, son hermanos prácticamente, ella no se perdería su cumpleaños por nada del mundo.
—Así que estás protegiendo a tu hombre, ¿eh?— aquí vamos de nuevo, Sam con sus comentarios innecesarios.
—Claro que no, trato de proteger a mi bebé. Si Nicolas se casara con esa descerebrada y resultara ser el padre no podría dormir en paz— literalmente, el solo pensarlo me está perturbando.
—Sí, Alice, disfraza tus sentimientos cuanto quieras— el tono sarcástico en sus palabras me empezaba a molestar — pero tus ojos siempre dirán la verdad, puedo ver la llama de los celos creciendo mientras los miras.
Desde donde estábamos podíamos escuchar perfectamente la conversación de Nicolas y Rosalie, aunque no quería ser parte de la escena, traté de no alejarme demasiado para poder presenciarla.
"—¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste?"
"—Te avise anoche, tontito, te dije que iría a a verte a tu oficina pero no apareciste en todo el día"
"Pero yo no recibí ningún llamado tuyo..."
Cuando su frase quedó a medias, pude notar que volteó a mirarme con intriga, por lo que yo traté de desvincularme del suceso.
"—¿Y por qué llegaste con Alice Wilson? ¿No se supone que ustedes rompieron su compromiso?"
"—Es complicado, Ross. No deberías meterte en esto"
"—Claro que sí, Nicky, tu sabes que yo te amo, podría hacerte feliz. No tienes que vivir lidiando con los rechazos de Wilson"
"—Ross, ya suéltame. Es muy incómodo para mi esta situación. Te he dejado muy en claro que no tengo sentimientos hacía ti"
Eso, Nicolas, manda a volar a esa arrimada, demuéstrale quién está en tu corazón.
"—Ahora, antes de que me hagas enojar, debo ir con la mujer que amo a disfrutar mi cumpleaños".
Nicolas comenzó a caminar decidido hacía mi, dejando a una muy enfadada Rosalie a sus espaldas.
Me soltó y se fue batiendo su melena castaña hacía la fiesta. Me quedé helada por las palabras de esa desquiciada, si bien, miedo no era algo que sentía, debía tener cuidado de ahora en adelante con cada uno de mis movimientos, no puedo tomarme las amenazas de esa psicópata a la ligera, no ahora que estoy embarazada. Si llego a cometer algún error sería la oportunidad perfecta para ella.
—Alice— sin percatarme, un muy silencioso Nicolas se había aproximado a mi.
—Nicolas...— traté de iniciar una charla sobre cómo la estaba pasando en su fiesta, pero me interrumpió.
—¿Qué te pasó en el rostro?— dijo tomándome por mi mejilla dañada.
—No es nada— no quería que se enterara de lo que acababa de suceder.
—Vi a Rosalie irse, ¿te hizo algo?— se ve que estaba al tanto de lo que había pasado.
—Solo se acercó para hablar— Ya fue mucha distracción por hoy, lo mejor será que me vaya a descansar —Me gustaría irme a mi casa, ¿No te importaría?
—No, para nada, yo te llevo— estaba tan dispuesto a abandonar su propia fiesta con tal de saber que llegué a salvo.
—Claro que no, no vas abandonar tu fiesta. Yo puedo hacer que mi chofer venga a buscarme— hace mucho que no contacto con él pero no me fallaría.
—Kevin está aquí, haré que él te lleve, por lo menos...
—Está bien, gracias—agradecí con pena, pudo haber sido una espectacular noche— Me divertí mucho hoy contigo, quiero que lo sepas...
Con todas las emociones vividas hoy, solo tenía ganas de llegar a mi casa y arrojarme en mi cama, un día tan agitado de seguro no le haría nada bien a mi bebé.
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