(COMPLETO) Mi Maldita Obsesión romance Capítulo 45

Bárbara Úrsula Medina

Es increíble cómo nos cambia la vida en un abrir y cerrar de ojos. No sé cuánto tiempo podré aguantar sin estar sin Cristóbal todo esto me tiene muy mal.

Han pasado varias semanas desde lo ocurrido y no lo he visto. Él a intentado comunicarse conmigo pero la verdad no quiero ni escuchar sus motivos por el cual me engaño.

Pero hoy quizás lo vea después de varias semanas, ya es tiempo de seguir con el trabajo de enfrentar las situaciones por más difíciles que sean.

--Hola Rosa ¿Cómo has estado?-pregunté al llegar a mi oficina.

--Por fin hasta que apareces...-dice Rosa mi secretaria muy contenta-. ¿Qué paso?-pregunta de inmediato.

--No quiero hablar de eso ahora, pero luego te cuento ¿Sí?-comenté ordenando algunos papeles que están arriba del escritorio-. En estas últimas semanas ordene que le dieran todo el respeto que se merece a Fernanda ¿Cómo va con todo eso? Quizás no fue una buena idea decirle a mi amiga que se hiciera cargo de la empresa a lo que procesaba todo-murmuré más que pensativa.

--No te preocupes ella y Cristóbal hasta ahora dieron la cara por la empresa. Y hasta tenemos más ganancias que los últimos años-reveló emocionada.

--Ah, que bien-expresé sin una pizca de emoción-. Mencionaste a Cristóbal ¿Él a venido todos estos días?-pregunté por curiosidad. Y es que de solo pensar que lo voy a volver a ver se me forma un nudo en la garganta y el corazón me late muy fuerte.

--Si, ni un sólo día ha faltado. Y es más todos los días me pregunta por ti-confesó en un susurro-. Yo no sé lo que allá pasado entre ustedes pero siempre se le ve preocupado, hasta te puedo decir que ya no es el mismo. Yo creo que ese papacito está sufriendo por amor y tú eres la culpable-finaliza asintiendo con la cabeza.

--¿Pregunta todos los días por mí?- agregue sin poder creerlo-. Quiera a Dios que hoy no se aparezca por aquí-digo cabizbaja.

--¿Él? Hace rato que llegó a la empresa-me informa Rosa antes de salir.

--¡Espera!-exclamé más que nerviosa-. ¿¡Está aquí!? ¿¡En su oficina!?-grite dando vueltas por todos los lados.

--Si, y si no bajas la voz él se va a enterar de que tú estás aquí y en tu oficina-comento Rosa de lo más obvio.

¡Y ahora! Cómo hago para volverlo a ver, de solo pensarlo cerca de mi cuerpo me invade un calor inmenso y unos nervios que no son fáciles de controlar.

--¡Tú tranquilízate! ¡Respira! Que yo voy a salir tengo que hacer unos cuantos pedidos-dice Rosa para tranquilizarme pero es que no puedo.

Sólo tengo que respirar

Sólo respirar

Y esperar hasta verlo y que no me afecte tanto ¡Ay Diosito!

(...)

Escucho que tocan dos veces a la puerta y desde que me enteré que Cristóbal está en la empresa no he salido ni un segundo. ¡Es que no me lo quiero encontrar!

--Adelante...- respondí poniendo toda mi atención a unos documentos.

--Bárbara...- dice aquel hombre que es el dueño de mis pensamientos y sentimientos.

Lo observo detenía mente y es verdad lo que dijo Rosa, su físico a cambiado su barba notaría de varias semanas, su cabello más corto de lo normal y ese ¡Traje! ¡Ese traje! Más a su medida pareciera que ha tomado más horas en el gimnasio. Levanto mi cabeza levemente para mirar con atención esos labios que llegan a ponerme a mil y por último sus ojos esos ojos que a veces lo dicen todo. Que de sólo mirarme llegan a ponerme nerviosa...

--¿Ya miraste todo lo que tenías por mirar?-pregunta con una media sonrisa. Y ese gesto me descompuso, esa sonrisa tan sexy y sincera a la vez ¡Lo amo tanto!

--¿He...?-susurré tratando de recuperar la compostura de todo lo que mire.

--¿Quiere que me quite la ropa? Así puede mirar más- preguntó cruzando sus fuerte brazos.

¡Y van! Sólo eso faltó para imaginar aquella situación en donde él está completamente desnudo y en mi oficina. ¡Ya pensé eso! Y tengo un calor, mis mejillas deben de estar sonrojadas y estoy súper hiperventilando.