COMPRADA POR EL JEQUE (COMPLETA) romance Capítulo 26

Abrimos un agujero en la tienda, colocamos una mesa gruesa para protegernos y vamos a la guerra.

El bicho raro colocó dos pistolas, una para mí y otra para él desde el agujero en la tienda que vimos acercarse.

Pero no estoy aquí para morir sin luchar.

- El de la ametralladora es tu bicho raro.

- Helena, deja de hacer eso, te vas a lastimar.

Mi primer tiro fue certero, le di al bicho raro una media sonrisa.

Y empezó la fiesta, había tantos dulces que ni la dulcería ganaría.

Apunté y disparé.

Debes preguntarte, ¿cómo es que Helena sabe disparar?

Tranquilo, yo vivía en el lugar, tiro con el rifle de presión de papá desde pequeño.

Y a veces practico tiro, para aliviar el estrés.

Y yo soy uno de los mejores.

Pero ahí aprendí a disparar con mi padre, él decía que es bueno que una mujer sepa defenderse.

Y llegaron los hombres en jeeps cuatro pólvora cuatro aptos para el desierto, tiramos con puntería clara, derribé a unos hombres y el bicho derribó a uno que manejaba la ametralladora.

Incluso había uno más, los hombres fuera de las tiendas eran soldados entrenados.

Los acabamos y logramos derribar a los treinta hombres que llegaron en los jeeps.

Pero nos agarró, un cobarde que venía por detrás del campamento, el bicho raro lo conocía, se llevó a Mayla, se coló y no vimos, le puso una pistola en la cabeza.

- Mira Mohamad, mira con quien estoy, eso es lo que te interesa no es así - se ríe - Voy a hacer con ella lo que no eras hombre para hacer, la viste dejarla sucia de frente de nuestra gente, entonces voy a llevar a este extranjero allí, que tu hermano está protegiendo.

Te mataré y me llevaré a Shariff.

- Suelta a Mayla, puedes llevarme.

- Te voy a acabar - se rió y no pudimos hacer nada con el tipo apuntando con un arma a la cabeza de Mayla - Después de que me veas jugando con ella y arruinando la pureza de la niña - pasó su mano por el rostro de Mayla - Yo quiero verte sufrir Mohamed, quiero verte en el lodo como fui yo.

Cuando me volaste la cara en esa maldita pelea, fuiste quien colocó la bomba para que muriera.

- Sabes que me obligaron a hacer eso - Mohamed así se llamaba el bicho raro - Sabes que si yo hubiera podido hubiera muerto en tu lugar.

- Ahora Mohamad, tendré lo que quieres y tendré a tu dulce Mayla y verás todo desde allí.

Como el tipo con una máscara a la mitad de la cara discutía con el bicho raro, que ahora sé que se llama Mohamed, dos hombres lo amarraron y el otro me sostuvo, se frotó contra mí, ató a Mohamed a una silla e iban a atar yo al otro.

Mayla solo lloró, iba a pagar por algo, que ella no tenía la culpa y necesito ayudar a Mayla.

El hombre le quitó el chaleco y comenzó a rasgarle la ropa, le pasó la mano por el cuerpo, era tan inocente, y en medio de eso la arrojó sobre la cama mientras el bicho raro gritaba e intentaba liberarse.

- Mayla, recuerda lo que te di – me miró – Usa tu lata.

Se distrajo y dejó de mirarme.

- Cállate Helena tú serás la próxima - ya que él sabía mi nombre - Lástima que el idiota de Rajj no estará aquí para mirar.

Escuchamos disparos y todos se asustaron, los hombres que estaban con la máscara, se asustaron y salieron de la carpa para ver si eran personas que habían venido a ayudarnos y Mayla tomó el cuchillo que le había dado antes del enfrentamiento y se lo clavó. su cuello de enmascarado.

Cayó encima de ella y su sangre salió a borbotones sobre la cama, ella lo tiró de la cama.

- Mayla - le grité para sacarla del trance en el que se encontraba - Vámonos.

Ella estaba inmóvil, escuchamos algunos disparos más y luego veo a Rajj entrando en la tienda y viniendo directamente hacia mí, estaba cubierto de sangre.

Me desató y me abrazó.