Pasha fue a la mesa y se sirvió un poco de vino.
- ¿Quieres beber? - Pasha me mostró el vino, y luego comenzó a beber de un trago, sin esperar mi respuesta.
Hizo una mueca y me miró.
- No. Gracias.
– Bueno, como quieras - Pasha hizo un gesto con la mano. – Sabes, estoy muy contento de que Max y yo decidiéramos mudarnos contigo. Todavía no tienes experiencia, pero con la educación adecuada, puedes convertirte en una puta de primer nivel.
- ¿Convertirse en una puta? - Giré mi rostro y miré a Max. Él asintió afirmativamente.
– ¿Algo te confunde? – Preguntó Pasha. - Max y yo queremos hacerte una puta profesional, para que no tengamos vergüenza de mostrárselo a nuestros amigos.
Todo se enfrió dentro de mí. ¿Qué está diciendo? ¿Lo que pasa? ¿Quieren mostrármelo a sus amigos? ¿Van a dar a conocer el hecho de que estamos teniendo sexo con ellos? ¡Pero entonces los padres también pueden averiguarlo! ¡No, no puedo permitir esto!
– Vika, descansa un poco, yo seré el próximo en follarte el culo. - Max se me acercó y me acarició suavemente la cabeza.
– Maaaax, todo me duele y pica ahí. ¿Quizás no hoy? – Gemí.
- No, cariño. No puedes rechazarme. También quiero saborear tu culo. No te resistas. La primera vez que duele, luego se acostumbra.
Se acercó y besó mi cuello.
- Acuéstate y prepárate para volar.
Bajo su presión, me acosté en el sofá. Me temblaban las piernas, me palpitaba el ano. El esperma de Pasha todavía fluía de él.
- Max, hablo en serio, ahí todo duele después de Pasha ...
- Vika, tendrás que aguantar un poco, al principio siempre es un poco desagradable, pero luego obtendrás orgasmos por esto. - Max me miró con tanta ternura que me di por vencido.
– ¿Te gustó cómo Pasha te folló el culo? – Max no quería rendirse. - Entonces, límpiate los mocos y tomemos nuestros juegos un poco más en serio.
Cuando se inclinó sobre mí, sentí su pene caliente tocando directamente la entrada del ano. En ese momento, estaba muy tenso, ¡dándome cuenta de que esto sucedería ahora mismo!
Lo miré con ojos llenos de resentimiento, ¡y él miró directamente a mi alma! Se podía leer mucho en sus ojos … Lujuria, pasión, interés, ganas de apoderarse de mi cuerpo ...
Cuando metió su pene en mí, cerré los ojos involuntariamente. Un dolor desagradable recorrió todo mi cuerpo.
Cuando Max empujó su polla dentro de mí, sentí su aliento caliente en mi cuello. El cuerpo de su hermano ardía de deseo. Y en la cima de su placer, sentí su cuerpo estremecerse.
Max no solo temblaba de placer, era como una descarga eléctrica. ¡Y me transfirió esta energía!
Cuando sacó un miembro, jadeé y gemí. Me encantó la sensación cuando su polla dejó mi ano. Pero luego entró una y otra vez, ¡y parecía que no había fin!
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