—¿Casarme?
Luna Ocampo se queda sorprendida y mira fijamente a la mujer de mediana edad que lleva un lujoso cheongsam delante de ella, su madrastra, ¡Carina Abellán!
—¡Claro! —Dice Carina— ¡Es la opinión de tu padre que no eres una jovencita, y es hora de casarse!
—¿Me dejas casarme? ¡Sólo tengo 20 años este año! —ruge Luna. No espera que su madrastra le haga un «regalo generoso» tan inaceptable cuando acaba de llegar a casa.
¿Qué está tramando?
Luna se burla:
—Entonces dime, ¿qué clase de persona encontró mi padre para ser mi marido? O debería decir, ¿qué clase de marido encontró para mí?
Carina se ríe:
—¡Puedo decirte que tu prometido es Emilio Palacio, el presidente del Grupo Oriental! Es un placer para ti casarte con el Sr. Palacio, que viene de la familia Palacio. Tu padre lleva mucho tiempo planeando este matrimonio, ¡así que tienes que aprovechar esta oportunidad!
Carina nunca le dará un matrimonio tan bueno. «Me temo que hay una trampa para mí.»
—¡No importa quién sea, no me casaré con él!
—¡Tu padre es la primera persona que no estará de acuerdo con tu decisión! Tienes que saber que no depende de ti lo de casarte con una familia tan noble como la familia Palacio. ¡Las consecuencias de arrepentirse del matrimonio son algo que no puedes permitirte!
—¡Bueno, hablaré con mi padre, y creo que me apoyará! —Luna se va a ir de aquí cuando termine de hablar.
—Tu padre está recibiendo tratamiento ahora y no debe ser molestado. Además, sabes que el estado físico de tu padre no es tan bueno como antes. Si eres filial, no hagas enfadar a tu padre, para que pueda recuperarse pronto. Pero si se enfada y su estado empeora porque te niegas a casarte, ¡no me culpes por no recordártelo!
Luna sacude la cabeza con fuerza y enseguida se da cuenta de que la copa de vino no es suya... ¿Quién? ¿Quién vierte el filtreo de amor en su vaso?
Luna huye rápidamente, va al hotel de arriba del bar, y pide una habitación. Nada más entrar en la habitación, antes de encender las luces, Luna siente mucho calor. De repente, la puerta de la habitación se abre desde el exterior, y entonces entra una sombra negra.
—¡¿Quién?! —Luna se sobresalta al escuchar que la puerta se abre.
¡¿Quién entra en su habitación?!
—¿Una mujer?
Con una voz profunda y sexy, el hombre se acerca de repente y trae a Luna a sus brazos...
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