¡La avaricia de Carina la conmociona!
Luna está pensando que si Carina se presenta delante de ella ahora mismo, ¡la matará!
—¡Luna! ¿Estás bien? —Abram se acerca a Luna con preocupación. Cree que está sorprendida por la revelación de su secreto.
Luna aparta la mano de Abram y sonríe disimuladamente:
—Estoy bien.
dice Abram con inquietud:
—No te preocupes. Definitivamente te pediré consejo antes de decidir si se lo cuento a Emilio. Después de todo, es tu propio secreto. Si no quieres decirlo, te respetaré.
Luna sacude la cabeza y dice:
—Está bien. Ya se lo he dicho. No me importa si lo cree o no. No necesito su confianza ahora.
—Ahora tengo pruebas de que eres el pequeño gato salvaje —Abram dice con ansiedad.
Al oír esto, Luna mira a Abram. Después de un rato, sonríe con confianza:
—¿Crees que ahora necesito la confianza de Emilio? ¿Crees que quiero ser su esposa?!
—¿Qué quieres decir? —Abram no puede entender. Mira a Luna con desconfianza.
Quizá Abram no sepa que Emilio no está casado con ella.
Luna piensa, pero dice fácilmente:
—No importa. Abram, sólo recuerda que Emilio y yo somos enemigos a partir de ahora. ¡Nunca le perdonaré lo que me hizo!
Al oír esto, Abram se queda pensativo.
Después de un rato mira a Luna pensativo. Intenta defender a Emilio:
—pero Emilio ha cambiado mucho para ti ahora. ¿No puedes intentar perdonarle? Después de todo, el pasado ha pasado. Vivir en el pasado sólo te hará más miserable.
—¡Aunque el pasado haya pasado, ha pasado! —Luna se incorpora de repente. Tira la almohada detrás de ella al suelo y mira fijamente a Abram con enfado:
—¿Cómo puedo fingir que no me importa? ¿Cómo puedo olvidar y perdonar? Macos y mi padre están muertos. ¡Nunca perdonaré a Emilio!
—¡Cálmate! —Ante el repentino enfado de Luna, Abram está un poco desprevenido. Se levanta para consolar a Luna, pero ella está más enfadada.
—¡Abram! ¡No hables de él delante de mí!
—¡Lo odio! ¡Nunca perdonaré a Emilio hasta que me muera!
Luna se está enfadando. Por fin parece que se le ocurre algo. Se levanta la manga y le muestra el brazo a Abram.
—¡Mira! ¡Esta cicatriz en mi brazo es la que me dejó cuando me intimidó! Y esto, esto...
Emilio viene corriendo a toda prisa con una bolsa de la compra en la mano. Debe ser algo para Luna.
Al ver esto, Abram no puede evitar bromear:
—Estás ocupado pero vienes al hospital todos los días. ¿Por qué no consigues una niñera que cuide de Luna? No sabes cuidar a las embarazadas.
—Me gusta —Antes de que Emilio pueda respirar, pregunta:
—¿Está bien?!
—Ella está bien. El médico dijo que está un poco emocional, por lo que el bebé en su abdomen es inestable. Sólo presta atención después —Abram explica con ligereza.
Al oír esto, Emilio mira a Abram y no quiere reprocharle nada. Simplemente asiente con la cabeza.
Confía en Abram.
Abram sabe que Emilio confía en él, así que no sabe qué decir durante un rato. Piensa si decirle que Luna es la pequeña gata salvaje.
Pero piensa en el carácter de Emilio. Si sabe la verdad, será muy amable con Luna por culpa. Puede que actúe de forma agresiva para conseguir su perdón.
Según la reacción de Luna ante Emilio, decir la verdad en este momento sólo empeorará las cosas.
Abram suspira en su corazón. Decide no decir la verdad hasta que las cosas mejoren.
Emilio lleva un traje negro bajo la luz del pasillo. Se supone que es serio y frío, pero ahora lleva una bolsa de la compra en la mano y mira hacia la sala. Abram lamenta mucho sus sentimientos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje