Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 140

Luna sigue a Juan de regreso a la finca y vive allí. Pero ha estado molesta e incómoda desde que está en el auto como si algo grande fuera a suceder.

Este presentimiento la acompaña todo el camino. Al ver la cara de Luna no es muy bueno, Juan le pregunta:

—Luna, ¿estás bien?

—Estoy bien —Luna le dice a Juan con una sonrisa, conteniendo la sensación de falta de aire.

—Dices que estás bien... —Antes de que Juan termine, ve a Luna cerrar los ojos y caer lentamente al suelo.

—¡Luna !

...

Cuando Luna se despierta, el sol poniente brilla en la habitación. Mira al techo y recuerda lo que sucedió antes de desmayarse. Ella no entiende por qué de repente se sintió incapaz de respirar.

Luna respira hondo y está mucho más cómoda.

Al mismo tiempo, se culpa a sí misma por pensar demasiado. Debe estar tan emocionada porque dejó a Emilio que tendría tal ilusión.

—¿Estás despierta? —Juan abre la puerta y trae un plato de avena. Mira a Luna con preocupación pero bromea:

—Te desmayaste en el suelo y me asustaste.

Luna mira a Juan y asiente agradecida.

—Muchas gracias hoy.

—De nada —Juan le da a Luna las gachas. La puerta es golpeada de repente. Juan está un poco sorprendido. Mira a Luna como disculpándose y dice:

—Come las gachas y descansa bien. Yo tengo algo que hacer.

—Está bien —Luna toma la papilla y dice.

Juan asiente y se da la vuelta a toda prisa.

Después de que Juan se va, Luna se siente aburrida sola en la habitación. Ella piensa que no visitó la casa la última vez. Ella puede visitarlo hoy.

¡Porque le gusta mucho el estilo de decoración de la mansión de Juan!

Luna deambula por la mansión. De repente, llega a una puerta entreabierta y escucha la voz de Juan. Quiere entrar, pero de repente se siente atraída por el contenido de la conversación.

—¿Estás seguro de que está en un accidente automovilístico? —Juan pregunta con frialdad.

—¡Sí! Yo personalmente lo confirmo! Él está en el hospital ahora. Está gravemente herido y puede morir.

¿Quién puede morir?

Luna tiene curiosidad y se apoya contra el panel de la puerta. No se da cuenta de que golpea accidentalmente el panel de la puerta y hace un ruido leve.

—¿Quién está ahí? —Juan mira con recelo la puerta. Su guardaespaldas llega a la puerta y la abre de golpe. Luego todos encuentran a Luna parada en la puerta.

Luna mira a las dos personas en la habitación y dice torpemente:

—Hola.

Cuando Juan la ve, en lugar de relajarse, le pregunta:

—¿Por qué estás aquí? ¿No te dejé descansar bien en la habitación?

Luna siente que el ambiente en el estudio es un poco opresivo. Ella entiende que ha cometido un gran error. Ella inclina la cabeza con torpeza y se disculpa:

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