Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 232

La voz de Emilio es grave, magnética y seductora, y Luna casi quiere asentir y prometer a Emilio.

Sin embargo, ¡no debe hacerlo!

En este momento crítico, Luna recuerda la última vez que vio a su padre. En ese momento su padre estaba mal de salud y necesitaba ser hospitalizado. Entonces Carina trasladó a su padre a otro hospital sin que ella lo supiera. Nunca volvió a ver a su padre.

Luna piensa en su padre y en su notificación de muerte. El ocultamiento y la traición de Emilio, así como el hecho de que haya matado a su padre, golpean a Luna con fuerza.

No puede prometer a Emilio. Son enemigos. Aunque se lo prometa, Emilio la seguirá insultando como antes después de recuperar la memoria. ¡Luna no lo quiere!

—¡No! —Luna empuja a Emilio. Emilio no está preparado y es empujado al suelo por Luna. Luna se emociona. Hay odio en sus ojos.

—¡No quiero estar contigo aunque me muera!

—Luna... —Emilio se sienta en el suelo y mira fijamente a Luna. No puede aceptar la emoción de Luna por un momento.

Sabe que Luna podría rechazarlo, pero no esperaba que Luna estuviera tan excitada. Incluso hay odio en sus ojos.

¿Qué le ha pasado?

Luna se emociona y delira. Piensa en lo que ocurrió hace seis años. En su mente, Emilio la insultó y mató a su padre.

Lo que ocurrió hace seis años deja a Luna con una profunda cicatriz. Ahora está desgarrada y sangrando. No puede aceptarlo ni por un momento.

Mira al frente aturdida. Poco a poco va enroscando las piernas y se abraza a sí misma. Sus ojos están desenfocados y mirando a alguna parte.

La mirada maltrecha de Luna hiere el corazón de Emilio. Se levanta del suelo y se sienta en el sofá. Piensa un momento y sostiene a Luna en sus brazos. Pone su cabeza sobre la de ella con dolor.

Esta vez Luna no aleja a Emilio. Tal vez el pasado sea demasiado doloroso, así que se estremece un poco. Está tan fría de pies a cuerpo que no puede evitar abrazar a Emilio. Acerca su cara a los brazos de Emilio y las lágrimas caen de las comisuras de sus ojos.

Emilio siente la humedad en sus brazos y abraza a Luna con más fuerza e intenta hacerla entrar en calor.

Al mismo tiempo, Emilio se muestra escéptico. ¿Qué es lo que acaba de decir para que Luna se emocione tanto? ¿No conoce a Luna lo suficiente?

Parece que necesita investigar a esta mujer.

...

Se abrazan durante casi media hora. Luna sale poco a poco de su memoria. Se calma y recupera su mente. Se encuentra en los brazos de Emilio.

Luna piensa en las palabras de Emilio y en su feroz reacción. Cree que Emilio dudará de ella.

¿Quién va a tener una reacción tan anormal cuando le gusta? Pero Emilio ha perdido la memoria, así que quizá no pueda averiguarlo.

Luna piensa con inquietud en cómo tratar a Emilio. Él ha dicho que le gusta. Luna no puede aceptar la realidad y siente que es molesto.

A Macos le gusta ella. A Juan le gusta. Esta vez también le gusta a Emilio. ¿Debe comprobar su suerte en el amor hoy?

—Pero no me gustas. Esto es lo más importante.

—¿No te gusto? —Emilio pone de repente su mano detrás del cuello de Luna. Inclina la cabeza y besa los labios de Luna. Le da a Luna un beso suave.

No es hasta que Luna se tumba sin poder sobre él que Emilio sonríe y dice:

—Lo disfrutas. Es imposible que no te guste.

Luna replica en voz alta:

—Me obligas. Si fuera tan fuerte como tú, no me intimidarías.

—Pero... —Emilio mira a Luna significativamente y la hace sentir culpable. Emilio sonríe y dice:

—Aunque te obligue, ¿por qué parece que lo disfrutas?

Emilio lo dice deliberadamente despacio. A Luna le pica el corazón. Se sonroja y dice enfadada:

—¡No te lo prometo de todos modos! No pienses en ello!

—¡Entonces seguiré molestándote hasta que lo prometas!

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