En este momento, la garganta de Anita ha hecho un clic. Su cuerpo está tan frío como una piedra. Su cara está tan blanca como una hoja de papel.
Luna cree que Anita morirá en cualquier momento. Tiene miedo.
Anita se está muriendo. Macos puede pensar que se está pasando, así que la suelta. Anita cae al suelo.
Anita tose violentamente. Está muy cerca de ser asesinada por Macos. Piensa que Macos da mucho miedo.
Anita se levanta y sale corriendo.
La cara de Macos sigue siendo un poco sombría. Mira la espalda de Anita y hace una mueca de desprecio. Se vuelve para sonreír a Luna.
—Macos, tengo miedo. Si la matas, serás condenado —Luna mira a Macos con reproche.
Macos suspira y le da una palmada en el hombro a Luna.
—No soporto que te intimide todo el tiempo y diga eso. No me he contenido. Siento que te preocupe.
Luna dice:
—Sé que te preocupas por mí, pero...
Macos le da una palmadita a Luna en la cabeza como cuando eran jóvenes y dice:
—Ya veo. Lo recordaré la próxima vez.
Luna mira la cálida sonrisa de Macos y no le reprocha su imprudencia. Al fin y al cabo, es tan impulsivo porque se preocupa demasiado por ella.
Macos toca el pelo de Luna, pero no sabe qué decir. La situación de Luna parece más complicada de lo que él cree.
Y Luna se ha mostrado reticente a la razón por la que insiste en quedarse con Emilio, lo que hace que Macos se sienta impotente y suspire una y otra vez.
Cuando se quedan sin palabras, Silvana entra de repente desde fuera.
Intercambian saludos. Silvana le pregunta a Luna para que le diga que está embarazada.
Silvana está furiosa. Quiere pelear con Emilio y matarlo.
Justo entonces, Anita corre hacia Emilio asustada.
Emilio sonríe suavemente a Anita cuando la ve.
Pero Anita le echa los brazos al cuello y le dice:
—Emilio, tienes que vengarte.
Emilio coge a Anita en brazos y le pregunta con dulzura:
—¿qué te pasa, gatita?
—Fui al hospital a visitar a Luna, pero vi a Macos. Llegué justo a tiempo para verlos cogidos de la mano y hablando —Anita tiene lágrimas en los ojos.
Emilio dice fríamente:
—¿Qué? ¿Qué te han hecho?
Anita llora y dice:
—cuando me vieron, Macos vino y me pellizcó el cuello. Casi me mata.
Anita se apoya en el pecho de Emilio, pero sonríe con suficiencia.
Con eso, el tranquilo Emilio vuelve a estar furioso. Incluso Anita puede sentir lo enfadado que está Emilio esta vez.
—I...
—¿Vas a dar a luz al bebé de Macos en nombre de mi esposa? —Finalmente, Emilio vuelve a estar furioso.
Luna se siente casi arrastrada fuera de la habitación. Emilio la arrastra directamente al departamento de obstetricia y ginecología.
Luna está cerca del muro. No debe dejar que sus hijos sean asesinados.
En ese momento, el departamento de obstetricia y ginecología se convierte en un caos por culpa de Emilio. Incluso una mujer que acaba de tener un bebé grita de miedo. Los médicos se ponen delante de Emilio, pero nadie se atreve a dejar salir a Emilio.
—Sr. Palacio, nos está avergonzando. Al fin y al cabo, hay que registrar la operación en línea —Dice vagamente un médico con mascarilla. Quiere empujarle con las manos.
Pero Emilio no se mueve.
—Señor Palacio, ya que esta joven no quiere abortar, ¿por qué la obliga? Es una vida.
Los médicos no pueden tocar a Emilio, así que tienen que persuadirlo.
Luna los mira y siente calor. Pero no hay esperanza en su corazón.
Emilio siempre ha sido un matón y ahora está furioso. Le resulta imposible renunciar a su plan por la persuasión de varios médicos sin importancia.
Efectivamente, Emilio mira a los médicos con sorna. Dice fríamente:
—¿han terminado? Si es así, operadla y matad al bebé que lleva en el estómago esa zorra.
Emilio señala a Luna. Sus dedos son como una espada fría y la hacen temblar involuntariamente.
Los médicos se miran entre sí, pero nadie va a operar. Uno de los directores dice:
—Señor Palacio, va en contra de las normas del hospital. Tenemos que obtener su consentimiento. Usted incumple las normas del hospital.
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