"Cupido" caído del cielo romance Capítulo 42

Esteban estaba muy angustiado, con un sollozo en su tierna voz.

Marcos, inexpresivo, apretó los labios sin hablar.

-Tía Paulina todavía me ha llamado este mediodía y ha dicho que se acostaría con Esteban por la noche. ¿La has ofendido? Ve a confesar tu culpa a tía Paulina y recuperarla.

Esteban le tiró fuertemente de los pantalones de Marcos con ambas manos.

Marcos dijo con voz un poco descontenta, -Obedece y no vayas a buscar a tía Paulina de nuevo.-

Tía Paulina ya no estaba allí, y papá también se enojó con él. Esteban se sintió más angustiado y volvió corriendo a la habitación furiosamente.

Marcos se frotó el entrecejo y lo ignoró. Regresó a la habitación y encendió un cigarrillo, con la mente llena de las palabras que Paulina acabó de decir.

La mirada de Marcos era profunda.

¿Qué pasó en el pasado?

No quería investigarlo, porque Paulina era muy tabú sobre este pasado. Antes, era fácil de averiguar algunas cosas, pero ahora, Marcos no sabía qué hacer...

Rodeado de humo, la figura de la espalda del hombre parecía un poco solitaria.

...

Después de regresar a la residencia, Paulina se calmó por un buen rato, de repente, pensó en que, ¿era lo que le había dicho a Marcos demasiado implacable?

Marcos se ha ayudado mucho a sí misma, en cambio, lo ha tratado así.

Y, también Esteban...

¡Va a sentirse mal si no puede verse a sí misma!

Paulina casi podía imaginar el aspecto de Esteban que la buscaba llorando.

Pero, como ya lo ha dicho, no puede recuperarlo. Sea como sea, debería romper la relación.

Paulina suspiró. Acostada en la cama, tenía dificultades para conciliar el sueño durante mucho tiempo.

Al día siguiente, se levantó con dos ojeras y fue al trabajo directamente.

Cuando ella llegó a la empresa, el director del Departamento de Planificación le entregó a Paulina el proyecto que fue retirado por Empresa Creativa Excelencia.

-Paulina, aunque llevas poco tiempo en aquí, tu habilidad está a la vista de las personas de nuestra empresa. Creo que podrás realizar este proyecto bien.-

Paulina no lo rechazó. En pensando en Esteban, se sintió muy mal.

Aunque no se llevaban por mucho tiempo, sin darse cuenta, Paulina ya lo había considerado a Esteban como su propio niño, pero ahora...

Paulina suspiró y dijo, -¡Puede usted confiar, director! Estoy segura de que me esforzaré por hacer bien este proyecto.-

No había hecho nada por Esteban antes, por lo tanto, ella tomó este trabajo como la última cosa hecha para Esteban.

Recibió los materiales, Paulina empezó a trabajar en serio.

A diferencia de la tranquilidad de Paulina, el personal de Grupo Leoz pasó la mañana con mucha precaución.

Tenían que hablar de la causa a partir de esta mañana.

En la mañana, después de Marcos ir a trabajar, Alfredo preparó una taza de café y se la llevó a él como de costumbre.

Sin embargo, resultó que Marcos tomó un sorbo y expresó su insatisfacción.

Alfredo no tenía otro remedio que cambiarla...

Quién sabía, cambió diez tazas en total, ninguna satisfizo al señor presidente.

Posteriormente, todos los empleados que enviaron documentos a la oficina fueron criticados.

También en la reunión, todos los jefes de departamento fueron regañados.

Esto no se hizo bien, y eso se hizo muy mal... Marcos exigió que rehiciesen los borradores de diseño y las propuestas, todos los trabajadores querían llorar.

Aunque Marcos también era estricto en el trabajo en tiempos ordinarios, hoy, como si se hubiese comido explosivos, regañó a ellos cuando cogió algunos problemas.

En la sala de descanso, los empleados discutieron en voz baja.

-¿Qué le pasa al presidente? ¿Nunca he visto que él está tan irritable?

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