Déjeme ir, Sr. Hill romance Capítulo 115

"Pronto, Catherine ya no será considerada mi esposa". Un aire de hostilidad llenó el apuesto rostro de Shaun. "Me divorciaré de ella lo antes posible".

Chase estaba asombrado. "Pero no has resuelto el asunto de la vieja mansión...".

"Encontraré la forma de solucionarlo más adelante". Shaun bajó la cabeza. Cogió un cigarrillo, lo encendió y comenzó a fumarlo. "Apenas hay algunas mujeres decentes en Melbourne. La mayoría de ellas son despreciables. No hace falta que me cuentes más cosas sobre ella".

Las relaciones eran como los dramas. Un minuto, uno podría ser cariñoso, y al siguiente, podría cambiar fácilmente de opinión. Uno podría incluso engañar a su pareja.

Al pensar en la mujer, Shaun sintió el impulso de estrangularla.

Cuando se le ocurrió la idea de que ella podría tener una relación con Wesley, sintió una sensación de opresión en su pecho. La mujer era realmente m*lditamente sucia.

Chase se sintió incómodo, preguntándose qué había de malo con las mujeres de Melbourne.

"¿Estás seguro?".

"Sí. Ayúdame a buscar otra villa de inmediato. No quiero vivir en un lugar donde ella ha vivido antes. Teniendo en cuenta que Fudge ha dado a luz a tres bebés, el lugar es demasiado pequeño para ella también. Necesito un patio más grande".

"De acuerdo".

En el fondo, Chase estaba preocupado por la ignorancia de Catherine. Shaun era una persona poderosa con un montón de mujeres compitiendo por él. ¿Cómo ella no sabía aprovechar la oportunidad de mantenerlo a su lado? Qué tonta era.

Tras darse la vuelta, Shaun se quedó mirando por la ventana. Chase no estaba seguro de lo que tenía en mente.

Hadley se fijó en el cigarrillo que Shaun tenía en las manos y que casi le quemaba las yemas de los dedos. Sin embargo, Shaun no parecía darse cuenta.

Hadley frunció el ceño, pensando que tenía que ser un asunto serio.

***

Durante los dos días siguientes, Catherine se quedó en casa.

El tema relacionado con Ethan y ella se había hecho viral en Internet. Los comentarios eran todos críticas dirigidas hacia ella.

Cada vez que Freya leía los comentarios, le hacían hervir la sangre. "¿Quieres que llame a mi hermano para que se ocupe de este asunto?".

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