Déjeme ir, Sr. Hill romance Capítulo 121

Mirando el pecho del hombre, Freya se quedó atónita. El hombre le acarició la barbilla a ella, los ojos hechizantes de él mostrando una sonrisa cautivadora. "Tsk, realmente han pedido a una mujer que venga… Aunque, se ve muy bien".

La cara de Freya se ensombreció. Se preguntó seriamente si había venido al lugar equivocado.

Sin embargo, escuchó sonidos de personas jugando póker dentro de la habitación. Entonces preguntó: "Estoy buscando a Shaun. ¿Está aquí?".

Confundido, el hombre volteo la cabeza y miró hacia el interior de la habitación: "Alguien te busca, Shaun. Qué extraño. ¿Cuándo tuviste una relación con alguien en Perth?".

"Soy amiga de su esposa". Freya apartó la mano de él que bloqueaba la puerta y entró enfadada a la habitación.

Había tres hombres en la sala, y todos ellos tenían un aura impresionante. Uno de los hombres, con un cigarrillo en su boca, dijo: "Rodney, acabo de pedirte que abrieras la puerta. ¿Pero por qué la has dejado entrar?".

"No puedes culparme". Rodney Snow se sentó en un asiento vacío. Cogió un cigarrillo y lo encendió, luego miró a Freya con entusiasmo.

Shaun, sentado en el asiento de honor, lanzó una mirada casual a Freya mientras sostenía sus cartas. Lanzó una carta sobre la mesa.

"Sácala".

"Espera un momento". Freya corrió hacia Shaun sin pensarlo dos veces. "Catherine fue inculpada por sus padres y ahora está en la comisaría. Eres la única persona que puede salvarla ahora. La policía ha dicho que el caso se cerrará en tres días y que para entonces será sentenciada".

"No es asunto mío", soltó Shaun esas cuatro palabras con indiferencia.

"Pero es tu esposa…".

De repente, Shaun curvó los labios. "Te equivocas. Es la novia de Wesley y su vida no tiene nada que ver conmigo. Piérdete, gracias".

La mención de esa mujer desalmada y despreciable le arruinó el buen humor.

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