Déjeme ir, Sr. Hill romance Capítulo 187

"Shaun, ¿qué demonios? Exigiste que estuvieran aquí pero ahora les pides que se vayan". Rodney se encogió de hombros.

"Cállate. No me hables". Shaun encendió un cigarrillo.

"Tsk, ¿en serio? Fuiste tú quien nos llamó aquí". Rodney se sentía frustrado. "Te has vuelto más raro desde que te juntaste con esa mujer Catherine. Si eres tan infeliz, entonces simplemente sepárate...".

"Repite eso". Shaun le lanzó una mirada peligrosa.

Rodney se calló de inmediato.

Los ojos de Chester se oscurecieron mientras sacudía la colilla de su cigarrillo. "¿Esta vez va en serio?".

"De ninguna manera". Rodney frunció el ceño al instante. "Creía que solo te importaba Sarah Langley...".

Los dedos de Shaun que sostenían el cigarrillo se tensaron. Chester lanzó un suspiro. "Rodney, Sarah ya no está con nosotros. Shaun no puede vivir en el pasado para siempre".

Rodney miró al suelo y siguió bebiendo.

Shaun dio otra calada al cigarrillo con la cabeza baja.

***

Durante los días siguientes.

Catherine dedicó muchos esfuerzos a conseguir la dirección del domicilio de Chris. Sin embargo, el hombre estaba en Brisbane la mayor parte del tiempo.

No tuvo más remedio que tomar un vuelo temprano hacia allí.

Al llegar a la villa, el guardia abrió la puerta y preguntó: "¿Tiene usted una cita?".

"No, pero por favor, dígale al Señor Jefferson que soy la hija de su vieja amiga, Sheryl Jones".

"Por desgracia... murió joven", dijo con pesar.

"Sí. No entiendo por qué tu madre decidió repentinamente dirigirse al País T. Otros dijeron que era una coincidencia, pero nunca pude quitarme de encima la sensación de que alguien estuvo detrás de esto. Ella no habría quedado atrapada en el tifón si no...". La tristeza se reflejaba en el rostro de Chris.

A Catherine le costó digerir esta información. "¿Sospechas que mi madre fue asesinada?".

"Sí, tus abuelos no tenían ni idea, pero en ese entonces el culpable trabajaba para ella". La luz se apagó en sus ojos. "Lo investigué después. La persona que causó su muerte podría estar en Canberra".

Una pesada carga cayó sobre su pecho. Primero la muerte de su abuela y ahora la de su madre.

Era como si una fuerza invisible la empujara a crecer.

"No te presiones demasiado. Tómate tu tiempo para trabajar en ti misma si piensas vengar la muerte de tu madre", le dijo Chris y la consoló.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Déjeme ir, Sr. Hill