Shaun le pellizcó las mejillas. "Pórtate bien, todavía estoy esperando que me retires después de conseguir la Corporación Hudson".
Su magnética voz hizo que Catherine no pudiera decir nada.
Al otro lado, Elle les dedicó una mirada extraña.
Catherine lo notó. Después de que Shaun se pusiera a trabajar, le preguntó a Elle con una sonrisa: "¿Conoces a Shaunny?".
Al escuchar el nombre "Shaunny", Elle sonrió y respondió respetuosamente: "Sí".
Catherine miró a su alrededor y preguntó: "Entonces debes saber si ha tenido alguna ex novia antes. ¿Cuántas ha tenido?".
"Señorita Jones, puede preguntarle al Señor Hill sobre eso". Elle desechó el tema con unas pocas palabras.
Catherine se sintió muy desanimada. Esta guardaespaldas era demasiado callada.
Ese mismo día, Catherine renunció a su puesto en Diseños Talton y se preparó para ir a la Corporación Hudson.
***
Mientras tanto, en la residencia de los Jones.
Jeffery estaba de buen humor tras recibir una llamada telefónica de un accionista. "El Presidente Irvine finalmente aceptó apoyarme. El puesto de presidente será mío mañana".
"Felicidades, cariño". Sally sonrió con orgullo. Estos días se había difundido la noticia de que Jeffery era uno de los principales accionistas de Hudson, por lo que aquellas esposas ricas que solían despreciarla se apresuraban a alabarla de nuevo. "Cuando ocupes el puesto de presidente y Rebecca y Stephen se casen, la familia Jones se situará en la cima de Melbourne".
"Así es. Antes admirábamos a las familias Harrison y Clark, pero pronto las superaremos y nos convertiremos en la familia más poderosa del lugar".
Jeffery se sentía más triunfante cuanto más lo pensaba y no pudo evitar reír a carcajadas.
Se celebró la reunión anual de los grandes accionistas.
Jeffery toma la mano de Rebecca y entró a grandes zancadas. Fue saludado por todas las personas del lugar.
"Presidente Jones, ¡felicidades! Creo que el puesto de presidente será suyo una vez que el Presidente Irvine se retire".
"¿Qué está diciendo? Me incorporé hace poco en la Corporación Hudson y todavía no tengo muy claros los asuntos internos", dijo Jeffery con modestia mientras contenía su petulancia.
"¿Qué necesitas tener claro? Para eso están los ejecutivos que contratamos con altos sueldos", dijo otro hombre de forma halagadora. "El desarrollo futuro de la empresa depende ahora de usted, Presidente Jones".
"Sí, sí, el Presidente Jones. Los pequeños de la familia Levy dependerán de usted y de la Corporación Hudson", se hizo eco también el presidente Levy.
"No hay problema". Jeffery no pudo contener por más tiempo la expresión de suficiencia en su rostro y se echó a reír.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Déjeme ir, Sr. Hill
Cuando agregan mas capitulos?...
Quisiera leer más capítulos de este libro es muy bueno 🤗🤗❤❤...