Shaun entró en la cocina con las manos en los bolsillos.
Catherine llevaba un traje formal y desprendía un aura clara y profesional, pero en ese momento estaba cocinando albóndigas para él con un delantal. La cálida lámpara de la cocina brillaba sobre su cabeza, provocando fácilmente un deseo por conquistarla.
Shaun se acercó y la abrazó suavemente por detrás, apoyando la barbilla en su cabeza. "Cocina más. Esas albóndigas no serán suficientes para satisfacerme".
"Ya es suficiente que cocine para ti". Catherine le dio un codazo en el pecho sin piedad. "Si quieres comer, entonces ve a cortar los ingredientes tú mismo".
Shaun parecía haber escuchado algo increíble. "¿Te atreves a darme órdenes?".
Catherine se lo pensó antes de sacar una tarjeta del bolsillo y entregársela.
"¿Qué es esto?".
"Hay quinientos millones en ella. Son los honorarios por la demanda con la que ayudaste antes...".
Catherine no había terminado de hablar cuando sintió un aura fría y asfixiante. Los ojos de Shaun parecían estar cubiertos de una capa de hielo, provocando una congelación.
"¿Qué quieres decir con esto?". Shaun sostuvo la tarjeta con dos dedos y se burló con los ojos. "Te has convertido en la presidenta hoy y tienes dinero ahora, ¿así que quieres aclarar tu relación conmigo?".
Habló y ferozmente casi partió la tarjeta en dos. "Sigue soñando. Has firmado los papeles. No importa la posición que tengas, tendrás que quedarte conmigo obedientemente".
"¿No puedes esperar a que termine...?". Catherine miró la tarjeta y dio un pisotón de rabia. "Quiero devolverte lo que te debo y salir contigo en igualdad de condiciones. No quiero ser tu esposa por contrato. Quiero ser tu novia en todo el sentido de la palabra".
"¿Qué significa eso?". Shaun frunció el ceño, sin entender.
Catherine respiró profundamente. "Siempre me he sentido inferior porque firmamos el contrato y me ayudaste con la demanda. Soy como tu amante y sirvienta, y siempre debo tener cuidado delante de ti. Tampoco puedo ofenderte".
"Pero...".
"Cállate. Di una palabra más y te daré una lección". Shaun le dio una palmada en el trasero.
El pequeño rostro de Catherine se tornó rojo de inmediato mientras daba un pisotón. "Eres un rufián".
"¿Cómo voy a ser un rufián? Tú eres el que quiere que seamos como las parejas normales. Las parejas normales son así".
Shaun sonrió con maldad.
Catherine se quedó atónita y de repente lo miró con odio. "Pareces estar muy informado. Debes de tener mucha experiencia. Estoy segura de que has salido muchas veces antes".
El rostro apuesto de Shaun se puso rígido y desvío su mirada. "No pienses en tonterías".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Déjeme ir, Sr. Hill
Cuando agregan mas capitulos?...
Quisiera leer más capítulos de este libro es muy bueno 🤗🤗❤❤...