Déjeme ir, Sr. Hill romance Capítulo 267

Jeffery forzó una sonrisa. De hecho, Catherine había sido una hija filial. Sin embargo, Jeffery y Sally nunca le habían prestado mucha atención sólo porque no era su hija biológica. "Tienes razón. Es mi culpa, Catherine".

"Espero que en la cárcel sientas remordimientos por lo que has hecho". Catherine se levantó y salió del centro de detención.

Cuando regresó a la oficina, ella le pidió a su asistente que investigara sobre Rebecca.

La asistente no tardó en traerle noticias sobre Rebecca. "Ha estado desaparecida por varios días. Ni siquiera se llevó consigo las cosas de su casa. Tampoco hay movimientos en su cuenta bancaria. Parece haberse desvanecido en el aire".

Catherine se quedó boquiabierta. No esperaba que Rebecca se desvaneciera así, después de haber tenido una larga batalla con ella. Por el aspecto de las cosas, ella no se escapó realmente. Probablemente su vida estaba en peligro.

Estos días, Catherine trabajaba y cuidaba de Wesley. Básicamente, se podría decir que vivían juntos.

Ella pasó la víspera de Año Nuevo en la villa de Wesley.

Por la noche, la casa de la familia Lyons estaba bien iluminada.

Mientras Catherine empujaba a Wesley, quien estaba sentado en la silla de ruedas, desde la habitación, se encontró casualmente con Ethan, Tracy y Sonya quienes llegaron a cenar. Los tres se quedaron atónitos al verla.

La expresión de Sonya se endureció enseguida. "Catherine, qué poca vergüenza tienes al aparecer en nuestra casa...".

"Cállate. Llámala 'cuñada' la próxima vez". La Vieja Señora Lyons caminó hacia Sonya y la regañó. "Se comprometerá con Wesley después del Año Nuevo. Deja de sacar a relucir todo lo que pasó en el pasado".

Ella hizo una pausa y luego le dijo a Ethan: "Tienes que llamarla 'tía'".

"...".

En ese instante, Sonya y Ethan tenían expresiones incrédulas.

Catherine sintió ganas de derramar lágrimas por lo incómodo que era.

Esta era la escena que había soñado hace varios meses. Aunque la gran escena por fin había tenido lugar, ella no se alegró de ello.

Sin embargo, él ya no recibiría ese trato.

"Cathy, ¿estás realmente dispuesta a casarte con mi tío?". Ethan se acercó a ella y miró su suave y exquisito perfil lateral bajo las luces.

Catherine bajó su cabeza, poniendo las hierbas en la olla. "Él necesita que yo cuide de él".

Ethan soltó una risa amarga. "Ojalá hubiera estado allí ese día. Habría estado listo para salvarte de ser apuñalada también...".

"Si no fuera la presidenta de Hudson, no me salvarías". Catherine levantó la cabeza y lo miró con desaprobación.

El apuesto rostro de Ethan se puso rígido.

"Deja de decir este tipo de cosas. Tu novia está afuera". Catherine salió de la cocina mientras hablaba.

A las doce de la mañana, los fuegos artificiales iluminaron el cielo nocturno.