Déjeme ir, Sr. Hill romance Capítulo 49

“Recuerda bien tu promesa”. Shaun la aceptó en su habitación y regresó a su cama callado.

Al obtener su aprobación, Catherine rápidamente colocó la manta en el suelo junto a su cama.

El hombre permaneció atento por un breve momento, pero pronto se quedó dormido.

Sin embargo, un rato después, el llanto de la mujer lo despertó.

“Abre la puerta... Por favor... Hace frío... está muy oscuro... Tengo miedo”.

Shaun se levantó de la cama. La luz de la luna que entraba por la ventana iluminó la silueta en el suelo. La mujer se había hecho bolita, se cubría los oídos con firmeza y mantenía los ojos bien cerrados. Todo su cuerpo temblaba de miedo.

“Catherine, despierta. Solo es una pesadilla”. Shaun salió de la cama para agarrarle las manos.

Sin embargo, estaba completamente absorta en el terrible sueño. Su rostro aterrorizado estaba tan pálido como una media muerta.

Al ver que no tenía otra alternativa, la trajo hacia su pecho y le dio unas suaves palmaditas en la espalda.

“Está bien. Estás a salvo ahora. Yo estoy aquí…”.

La voz del hombre tuvo un efecto calmante que relajó lentamente la tensión en su cuerpo.

Su pequeño rostro estaba apoyado en su pecho fuerte. Su brillante cabello oscuro estaba suelto sobre sus hombros con algunos mechones pegados en el borde de su lamentable pero hermoso rostro. Ella también exudaba una leve fragancia relajante.

Ese no era un olor a perfume. En cambio, era el aroma de su champú.

Nunca se había dado cuenta de lo bien que olía su champú hasta ese momento.

La fragancia lo envolvió lentamente hasta que finalmente cerró los ojos.

Pensó en soltarla una vez que se calmara por completo. Sin embargo, ya era la mañana siguiente cuando él volvió a abrir los ojos.

Los dos compartían la misma almohada. El brazo y la pierna izquierda de ella estaban rodeando el cuerpo de él. Había una sonrisa muy dulce en las comisuras de sus labios. Parecía que ella había dormido bien por la noche.

Shaun tampoco se sentía incómodo. Incluso sintió por un breve momento que eran como una pareja de recién casados.