Queenie también se puso ansiosa. “Abuela, perdona a mamá. Ella no quiso...”.
“Tu abuelo y yo estamos viejos. Solo queremos vivir una vida sencilla. No podemos tolerar pensamientos tan despiadados. Queenie, si eres como tu madre, entonces no tienes que volver en el futuro".
La Vieja Señora Hill estaba realmente harta.
Agitó la mano y dejó que la ama de llaves las ‘escoltara’ a la salida.
"Abuela, lo siento...". Catherine se veía arrepentida.
“No te disculpes. Podía ver muy claramente que ella era la que te estaba atormentando. Es verdad que no me agradas tanto, pero aún puedo distinguir entre el bien y el mal".
La Vieja Señora Hill fue muy directa.
Catherine no se sintió molesta. Al contrario, la actitud de la vieja señora la hizo sentirse más tranquila.
“Si alguien te acosa en el futuro, solo dímelo. También eres la esposa de Shaun. En el futuro, estarás a cargo de esta mansión, así que puedes explorar el lugar cuando tengas tiempo y familiarizarte con él".
Catherine se paralizó.
¿La Vieja Señora Hill la estaba aceptando?
Sin embargo, todavía no se sabía si Shaun y ella podrían estar juntos hasta el final por como estaban ahora.
Cuando la Vieja Señora Hill la vio guardando silencio, le miró el rostro y suspiró en el corazón. Luego se dio la vuelta y se fue con la ama de llaves.
“Es realmente una pena lo que le pasó a su cara. Después de todo, será la señora a cargo de la familia Hill. Es muy...".
“Sí, tú definitivamente serás su madrina. No podrás escapar de esto".
Catherine terminó la llamada y colgó el teléfono cuando la puerta corrediza del balcón se abrió repentinamente. Shaun, vestido con una bata azul marino, entró mientras cargaba unos libros. “¿Quién quiere ser la madrina de mi hija? ¿Freya o Charity?”.
La repentina voz y aparición de la persona hizo que su cuerpo saltara del susto.
“Shaun Hill, ¿cuántas veces vas a asustarme? ¿Acaso la abuela no te dijo que durmieras al lado? ¿Por qué vienes del balcón?”.
"Salté". Shaun naturalmente levantó la manta y se sentó en la cama.
Catherine se frotó la frente. Recordó que el espacio entre los dos balcones afuera era de dos metros de ancho. Sin embargo, parecía que sin importar dónde ella se quedara, nada podía impedir que él viniera a buscarla. "Regresa enseguida, o le diré a la abuela...".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Déjeme ir, Sr. Hill
Cuando agregan mas capitulos?...
Quisiera leer más capítulos de este libro es muy bueno 🤗🤗❤❤...