Instintivamente pensó que Xavier, que era el protagonista de Emperatriz Santa y también era su amigo, quizás había hecho algo para minimizar el impacto tras enterarse del este asunto.
Lionel se quedó ligeramente aturdido, pero reaccionó rápidamente y miró al Leopoldo que no tenía expresión en su cara, sintiéndose extraño en su corazón.
«¿Señor no la ha dicho nada?»
Al notar esto, Lionel se apresuró a decir a Mariana:
—Señora, cuando salió esa búsqueda caliente el primer día, el Señor me dijo que lo retirara.
Tras una pausa, Lionel miró a Leopoldo y continuó decir con valentía:
—Ahora parece que el señor no le ha contado estas cosas.
Tras decir esto, se dio la vuelta directamente y caminó rápidamente hacia la multitud. Ya pudo hacer esto, el resto dependería de los dos.
La conmoción en el corazón de Mariana no pudo ser calmada durante mucho tiempo.
El hombre que estaba a su lado se encontraba aquí, como si fuera a convertirse en una parte de la oscuridad.
«¿Cómo es él?»
Cuando estaba delante y detrás de ella, este hombre tenía dos aspectos.
Tras de un buen rato, Mariana preguntó con dificultad:
—¿Por qué?
El hombre miró a Mariana con indiferencia, no dijo nada.
—¿Por qué me ayudas?
Ella no entendió.
—No hay razón.
Las frías palabras, como el viento en la noche, golpearon el rostro de Mariana, haciéndole cerrar los ojos.
«Imposible.»
—Pero este asunto es muy importante para mí, puede ser una cosa pequeña para ti. Tu ayuda puede hacerme no perder mi trabajo.
Fue en este momento cuando Mariana comprendió la enorme diferencia que había entre ellos. Ella era tan insignificante, incapaz de atraer la atención de nadie.
Al escuchar estas palabras de Mariana, la expresión de Leopoldo cambió ligeramente. Luego él habló:
—Nos hemos casados por el acuerdo. Esto es lo que te mereces.
Al escuchar estas palabras, Mariana tenía un sentimiento complicado, su corazón estaba como si hubiera recibido un fuerte golpe.
«¿Sólo por el acuerdo?»
Lionel los miró con cara seria mientras se acercaba a los dos. Al ver las expresiones de ellos dos, Lionel se sintió sorprendido.
«No puede ser así, acabo de decir lo que ha hecho el señor. Así que ella debería estar ya muy conmovida. ¿Pero por qué ellos tenían esa expresión?»
—Tú eres la persona detrás de Diario de Mariana, ¿sí?
Cuando la mujer escuchó las palabras, la sonrisa de su cara desapareció inmediatamente, sus ojos estaban llenos de pánico.
—¿Quién eres? —dijo con una voz temblorosa y asustada.
—¿Quién soy yo? Soy la verdadera Mariana.
Mariana se rio y miró a la mujer con frialdad, con los ojos llenos de ira.
Como si oyera algo sorprendente, la mujer sacudió la cabeza con pánico, agitando las manos repetidamente para negar,
—No sé nada del Diario de Mariana, probablemente te equivocas, tengo algo que hacer, me voy.
Después de decir eso, estaba a punto de irse, pero fue detenido por los inferiores de Leopoldo.
Luchó violentamente para escapar, pero al final fracasó. Gritó de pánico y miedo y se deslizó al suelo.
—¿Cómo me habéis encontrado?
—Esta cuenta no es mío ahora, lo vendí a otra persona a un alto precio. No sé qué pasó después, es inútil que me encuentren.
Al oír esto, Mariana se sintió un poco abatida.
De hecho, ya había pensado en esta posibilidad, ahora tuvo que aceptarla. Ahora, ella solo podía abandonar.
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