Lorenzo
Echaba de menos a Laura, tres días sin verla era una tortura, el viernes por la mañana ya habíamos concluido todo en Francia y estábamos listas para irnos, pero los chicos insistieron en quedar así que tuvimos que ir al club de Benito.
"Aquí vienen los rezagados", dijo Benito cuando entramos.
"Cállate, hombre," dijo Emilio tomando asiento, yo también tomé asiento al lado de Roberto y los chicos empezaron una conversación, yo comentaba cuando podía, pero estaba principalmente pensando en Laura y los bebés.
"¡Lorenzo!" Me llamaron todos a la vez y los miré sobresaltado.
"¿Qué?"
"Estabas perdido en tus pensamientos, ¿estás bien?" Roberto preguntó y yo asentí con la cabeza.
"Estoy bien, ¿cómo va el negocio contigo, tío?" Pregunté y eso hizo que volvieran a hablar, esta vez hice lo posible por no volver a perderme en mis pensamientos.
"Entonces, ¿cómo te va con tu chica, Benito?" Marcos preguntó y todos nos volvimos hacia Benito.
"Estamos dando cera fuerte, no puedo esperar hacerla mi esposa", dijo Benito y abucheamos.
"Entonces cásate con ella." Marcos extendió su mano frente a él.
"Lo haré pronto,"
"Y tú, Roberto, ¿cómo está tu chica?"
"Ella está bien, una gran sorpresa va a llegar pronto", dijo metiendo la mano en el bolsillo y sacó una caja de anillos, la abrió para revelar un anillo de diamantes y todos nos calentamos.
"Hace tiempo que tengo esto, quería ver cuánto tiempo pasaba antes de que se diera cuenta del anillo, ya han pasado dos semanas y creo que le voy a dar ahora porque todavía no se ha dado cuenta", dijo y nos reímos.
"Pídele matrimonio a la pobre chica, llevas años saliendo con ella", dijo Marcos y Roberto asintió.
"¡Emilio! ¿Aún no has superado lo de Esperanza?" Preguntó Marcos y Emilio levantó una ceja.
"¿Quién es Esperanza?" Preguntó y Marcos hizo ademán de sorprenderse.
"¿Soy yo o hay algo sospechoso pasando?" Roberto preguntó mirando directamente a Emilio como si estuviera tratando de encontrar algo.
"¿Quién es Esperanza?, ¿significa eso que por fin has superado Esperanza y algo hermoso ya está pasando?" Marcos preguntó con aspecto esperanzado.
"Vamos hombre, deja de ponernos en suspenso", dijo Benito y otros murmuraron de acuerdo.
"Se llama Teresa", dijo simplemente y los chicos empezaron a vitorear.
"¡Hombre!" Roberto dijo levantándose para darle un apretón de manos a Emilio luego volvió a donde estaba sentado, no pude evitar sonreír.
"Me alegro, tío, ¿cuándo te casas con ella?" Preguntó Marcos y Emilio frunció el ceño
"Cálmate hombre, estamos dando un paso a la vez, pero te puedo decir esto, ella no es como otras chicas que he conocido, ella es absolutamente diferente y debo darle las gracias Benito", dijo Emilio y Benito señaló a sí mismo.
"¿Yo?"
"Sí tú, insististe en que nos quedáramos en el club la última vez que vinimos y la conocí aquí, aunque entonces se negó a que tuviera su contacto, ya había una base establecida", dijo Emilio y todos arrullaron, incluso yo lo hice.
"¿Podemos verla?" Roberto le pidió a Emilio y asintió.
Sacó el celular y mostró a todos una foto de Teresa en el complejo.
"Ella es realmente hermosa." Black dijo y Emilio tomó su teléfono celular de su mano.
"Concéntrate en Penélope", dijo y yo me reí.
"Benito tiene razón, es preciosa y espero recibir buenas noticias pronto", dijo Marcos antes de volverse hacia mí.
"Lorenzo", gritó y parpadeé dos veces.
"¿Por qué me llamas así?" Le pedí y levantó las cejas.
"Tú... No sé ni qué decirte, has pasado de que no te vas a casar a casarte sin decirnos nada".
"Lo sé y lo siento si os hace sentir mejor, Emilio lo intentó, yo fui la que se negó", dije y todos miraron a Emilio en señal de reconocimiento silencioso.
"Espero que esté bien y que la estés cuidando." Marcos dijo y asentí.
"¿Quién quiere ver a mis hijos?" Les pedí y me miraron perplejos.
"Trillizo", me limité a decir y sus ojos se abrieron de par en par.
"¿Trillizo?" Preguntaron y asentí.
Saqué mi cartera y les enseñé la copia reducida del resultado de la ecografía, señalé a los bebés y enseguida se pusieron a arrullar.
"Y esta es la reina llevando a mis bebés", les dije mostrándoles una foto de Laura en mi teléfono.
"Guau, hombre, ella es realmente hermosa, eres muy afortunado", dijo Roberto acercándose a su cara.
"Y algo me dice, que hay algo más", dijo Marcos y todos me miraron.
"¿Qué?"
"Dime, dijiste que la obligaste a casarse contigo y que fue porque está esperando un hijo tuyo", dijo Marcos y yo asentí.
"¿Esto es todo?" Él me pidió y sonreí.
"No hombre, estoy enamorado", dije y los chicos empezaron a vitorear y jubilarse, Emilio se rio tanto que empezó a lagrimear.
"¿Qué vas a hacer ahora?" Marcos preguntó cuando finalmente se calmaron.
"Voy a decírselo", dije con firmeza.
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