capitulo 19
Piscina
Narrado por Amy
"Decimoquinto día en el crucero"
Me despierto a las 8:00 am, me voy a dar un baño de inmersión con mis sales milagrosas, con aroma a fresa. Me quedo allí durante una buena media hora, pensando en los últimos acontecimientos. Todavía me sorprende que nos encontráramos aquí, justo aquí. Que loco destino.
Salgo de la bañera, me seco y me visto. Sigo mirando mi armario. - - Bueno, lo que me voy a poner hoy - me digo - a ver.
Me meto con mi ropa, no quiero llevar algo demasiado llamativo, no quiero que piense que quiero complacerlo, ni siquiera lo pienso, pero no quiero ir de todos modos, ¡derecho!
Bueno, terminé eligiendo una falda y un top con un bikini debajo, sugiriendo una piscina, después de todo estamos en un crucero kkk.
Salgo de mi habitación, me dirijo a la sala del desayuno, paso por la puerta de su habitación, ¿se ha ido o sigue aquí? No voy a llamar a la puerta, no quiero sonar desesperada.
Sigo mi camino y cuando entro al desayunador, mis ojos caen justo en su hermosa figura, no me ve entrar, está sentado junto a una ventana y mira hacia afuera.
Veo que lleva bermudas y camiseta y se nota perfectamente lo musculoso que queda y hasta creo que es aún más musculoso, más sabroso, más guapo, más… Niego con la cabeza.
"Deja de pensar mierda Amy"
Y es con estos pensamientos inapropiados que me acerco a él.
Amy: - Buenos días - saludo.
Se levanta de una vez.
Alex: - Buenos días Amy - dice con una sonrisa sincera.
Saca mi silla para que me siente, después de que me siento vuelve a su asiento.
Alex: - Entonces, ¿dormiste bien?
Amy: - Sí, muy bien.
Hicimos nuestros pedidos y nos quedamos allí por un rato, hablando de trivialidades.
Amy: - ¿Después del desayuno tienes algo que hacer?
Alex: - Estoy abierto a invitaciones - dice sinvergüenza.
Lo miro y hago una mueca.
Amy: - Que chico tan gracioso Alex.
Se ríe con satisfacción. Loco.
Amy: - Voy a ir a la piscina ahora.
Alex: - Entonces, ¿esto es realmente una invitación?
Pongo los ojos en blanco.
Amy: - Sí, es una locura.
Alex: - Ya extrañé tus maldiciones.
No puedo evitar reírme de su respuesta.
Amy: - Pervertido.
Alex: - Caliente.
Me sonrojo al instante, es aún más descarado que antes. Esto va a ser más difícil de lo que pensaba, Dios me ayude.
Camino hasta el borde de la piscina y siento su mirada en mi trasero, como de costumbre, pero ahora está aún más expuesto y debe estar amándolo, pervertido.
Miro hacia un lado, y allí me está mirando con una sonrisa pícara en el rostro, silencia los labios y siento que me recorre una excitación inusual, preguntándome qué sabe hacer con esa lengua.
Narrado por Álex
La vista desde aquí es soberbia, Dios mío, no puede ser más deliciosa, es una Diosa, tiene un cuerpo que vuelve loco a cualquier hombre. Ella no usa un bikini, es más como una pequeña cinta, solo puede estar bromeando, tráeme a la piscina y luego bríndame esta maravillosa vista. Entonces, ¿te sorprende que te esté mirando? Ah, pero me voy a quedar aquí mirando, y muy desvergonzadamente.
Ella me mira de soslayo, y la provoco lamiendo mis labios, ella sonríe y mira hacia adelante, comienza a bajar los escalones de la piscina y cuando entra al agua, pierdo de vista su trasero caliente. Mi p@u está loco aquí, pero tengo que disfrazar a la mascota quisquillosa, no puedo andar así. Intento no pensar mucho en ello y vuelve a la normalidad, gracias a Dios. Entonces yo también voy a la piscina y ella está nadando allí.
Amy: - ¡Por fin decidiste mojarte! Ya me preguntaba si serías una anciana que no puede mojarse el peinado.
A ella le gusta atacarme.
Alex: - No me digas que ya me extrañaste.
Amy: - Tantos que ni te imaginas.
Alex: - ¡Mira, termino creyéndomelo!
Nos reímos y curiosamente nos divertimos juntos toda la mañana.
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