Destinado a romance Capítulo 23

capitulo 23

En duda

Narrado por Amy

Pero ¿qué descaro, después de haber pasado sus manos prácticamente por todo mi cuerpo, me hace una invitación así? Pero, ¿qué piensa él, que esto es así? ¿Qué se mueve y luego tiene sexo?

Está desequilibrado, eso seguro.

Voy camino a mi habitación a paso acelerado y pensando en toda esa mierda. Entro en la habitación y tiro todo sobre la cama y voy directo al baño. Coloco mis manos sobre el lavabo y miro mi reflejo en el espejo. Me siento furioso por su invitación, pero por otro lado, emocionado por la posibilidad de que estemos juntos. Cabeza abajo, mierda, ¡qué voy a hacer! Amy, no hagas nada precipitado, Dios mío.

Me voy a duchar, sentir sus manos sobre mi cuerpo, fue demasiado bueno, emocionante. El agua corre por mi cuerpo, y solo desearía que la tuviera aquí para seguir pasando sus manos sobre mí, tiene manos grandes pero es delicada, me pregunto cómo será tener sexo con él. Y es con este pensamiento que recuerdo algo que me dijo cuando nos conocimos.

"AMY EN EL PENSAMIENTO"

Me pongo furioso y miro a Alex que no dice nada.

-No dices nada?? - pregunto tan irritada que solo quiero golpear a todos.

Se confunde durante unos segundos.

-¿Qué quieres que te diga? - responde con el ceño fruncido.

-ALEJANDRO, DESPIERTA. ¿QUIERES ESTA BODA? - le grito, pero esta durmiendo o que?

-No hay nada que hacer al respecto, nos prometimos desde niños, que…

lo interrumpo.

-Y estas bien con eso?? - Me levanto rápidamente y me quedo mirándolo.

¡Estoy en pánico y él está aquí como si nada! Ahhh, pero es un tapir, por el amor de Dios.

Él me mira, y cuando sus ojos verdes se encuentran con los míos, me estremezco, su mirada es tan profunda que me hace sentir intimidada.

-¿Estoy esperando? - Trato de quitarme esa molestia de sus ojos.

-No soy bueno ni malo, conozco este contrato desde que era un niño, sabía que llegaría este día – dice con calma, pero claramente molesto.

- Y aunque no nos gustemos, ¿quieres casarte conmigo? - pregunto secamente.

Se levanta lentamente y se para frente a mí, unos buenos dos pies por encima de mí, tengo que levantar la cabeza para mirarlo.

-Métete algo en la cabeza, que sea más fácil de soportar – dice bruscamente – te guste o no, tenemos un contrato que cumplir.

Di esta mierda y empieza a dirigirte a la puerta.

-Nunca pensé que estuvieras tan desesperado por las mujeres, al parecer no tienes mucha salida con ellas. - Digo para herir tu ego.

Nuestros padres se miran, mi padre les hace señas discretamente a los Harrison para que no digan nada, creo que mi padre quiere ver a qué conducirá esta discusión. Creo que hará el truco.

Alexander se detiene a mitad de camino y lentamente se vuelve hacia mí.

En tres pasos vuelve a estar a mi lado, demasiado cerca, tan cerca que vuelvo a oler su dulce olor, huele bien, muy bien.

-Nunca he tenido problemas con mujeres en toda mi vida- dice bruscamente- Tuve las que quise, cuando quise, e hice lo que quise, no me subestimes Amy, te sorprenderías, y te puede gustar, te gusta mucho.

Dicho esto, se da la vuelta y da un portazo al salir de la biblioteca.

"AMY FUERA DE PENSAMIENTO"

Y fue esa última frase la que me hizo pensar. ¿Es tan bueno en la cama como dice? ¿Vale la pena ese maravilloso cuerpo que tiene? Joder, creo que me estoy metiendo en una verdadera mierda.

¿Invitación aceptada?...

Amy: - ¿Qué te parece pedir una parrilla?

Alex: - Creo que es genial, parrilla entonces.

Sostengo el teléfono y hago la llamada para traer la cena.

Alex: - Está bien, se solicita, se tarda 30 minutos. Si no te importa, me daré una ducha, ¿de acuerdo?

Amy: - Claro, siéntete libre. Yo me quedo aquí esperando.

Alex: - Bien entonces - Me preparo para entrar al baño cuando ella habla.

Amy: - Alex, no vengas desnuda aquí, ok.

Yo me río.

Alex: - No sería la primera vez ahahah.

Amy: - Compórtate idiota.

Alex: - ¿De verdad quieres que me comporte? - Pregunto maliciosamente.

Ella me mira y me da una sonrisa muy ligera.

Amy: - No seas depravada y ve a darte una ducha, oye.

Y se vuelve hacia la televisión y cambia de canal.

Antes de entrar al baño, miro hacia atrás y ella se está quitando las sandalias y apoyando los pies en el sofá, poniéndose completamente cómoda. Sonrío ante esa imagen de ella allí, relajada.

Entro entonces para ducharme y encender el fuego que ella enciende en mí, sólo con su presencia.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Destinado a