Capítulo 5
infarto
Narrado por Amy
Caroline: -Vamos, Sra. Amy, es casi la hora de la reunión - Caroline me llama.
Amy: -Sí, sí, me voy.
Termino mi café y corro un poco hacia ella.
Entramos en la sala de reuniones y nos dirigimos a nuestros respectivos asientos.
Es mi papá quien va a dirigir esta reunión, lo miro y no se ve muy bien, mira hacia abajo, un poco sudoroso.
Me levanto de mi asiento y me acerco a él, Sally está cerca de él dirigiendo el trabajo.
Amy: -¿Está todo bien papá? - pregunto muy preocupada.
Me mira raro.
George: -Sí, hija, lo es.
No me parece muy convincente, pero Sally inicia la presentación y yo vuelvo a mi asiento.
Caroline: - ¿Está todo bien, señorita Amy? - Caroline me pregunta en voz baja cuando me alcanza.
Amy: -No estoy segura – digo con el ceño fruncido, tengo un mal presentimiento y no sé ni por qué. Mi padre todavía no me parece muy bien, está sudando y se está poniendo blanco.
Salto de mi silla, justo a tiempo para atraparlo para que no se caiga al suelo.
Amy: -PAPÁ - grito.
Lo que viene después es confusión, yo sentado en el suelo con mi papá desplomado en mis brazos, Sally pálida de preocupación, la gente de vuelta tratando de averiguar qué está pasando.
Caroline: -POR FAVOR LLAME A UNA AMBULANCIA - Escucho a Caroline gritar.
Miro a mi papá, allí desplomado y desprotegido en mi regazo, acaricio su rostro que está frío y sudoroso y lloro, las lágrimas corren por mi rostro.
Amy: -Papá -murmuro- por favor no me dejes, yo tampoco puedo estar sin ti.
En el hospital…
Narrado por Amy
Estoy sentado en la sala de espera del hospital, no puedo dejar de llorar. Matt está aquí a mi lado, abrazándome, siempre está ahí en las buenas y en las malas, y este es un mal momento, no sé cómo está mi padre o qué pasó,
Meg está en la silla frente a Caroline y Sally.
-¿Amy Harrison? - me llama el médico, pero ni siquiera estoy aquí.
Matt: - Amy, el médico te está llamando.
me levanto rapido
Amy: - Lo siento doctor, estaba distraída.
Doctor: - No importa - se sienta y me pide que haga lo mismo.
Amy: - ¿Cómo está mi padre, doctor? - pregunto preocupada.
Doctor: - Tu padre tuvo un infarto Amy.
Me tapo la boca con la mano, sobresaltada, y las lágrimas vuelven a correr por mi rostro.
Doctor: - Tranquila Amy, ya está fuera de peligro
Amy: - Gracias a Dios - digo un poco más aliviada.
Doctor: - Su padre es un hombre fuerte, se recuperará bien.
Amy: -¿Puedo verte ahora?
Doctor: - Claro, acompáñeme - dice levantándose y yo lo sigo.
Entro en la habitación y veo a mi padre durmiendo, me siento allí en la silla sosteniendo su mano durante mucho tiempo. Pierdo la noción del tiempo e incluso creo que me quedé dormido. Jorge: - ¡Amy! - Me llama y levanto la cabeza rápidamente.
Amy: - Papá, ¿cómo te sientes?
Él sonríe, una sonrisa débil.
Jorge: - Estoy bien, hija mía.
Amy: - Ay papá, que susto me pillaste, por favor no vuelvas a hacer eso.
él ríe.
Amy: - Eh, ¿qué estás haciendo? - pregunto indignado, pero ¿esta mujer está loca?
Cuando Christian la mira, se pone blanco y retrocede dos pasos.
cristiano:- susana?? ¿¿Qué estás haciendo aquí?? - pregunta perplejo.
Susana: - ¿Qué estoy haciendo aquí? Eso es lo que le pregunto a Chris, dijiste que vendrías a trabajar, ¿por casualidad esto es parte de tu trabajo? - dice señalándome.
Amy: - Pero, ¿qué está pasando aquí? Christian, ¿quién es esta mujer?
Susan: - Soy su esposa y este - señala al niño en su regazo - este es nuestro hijo.
Ahora soy yo el que está perplejo y me siento mal en ese momento, no puede ser, él no tuvo la osadía de hacer algo así y ponerme en una situación como esta.
Amy: - ¿Es este verdadero Christian? - pregunto mirándolo completamente sorprendido.
Me mira y quita la perra de su cara.
Christian: - Soy Amy, lo siento pero no sabía cómo decírtelo.
Amy: - ¿No me supiste decir? ¿Pero estás loco? ¿Ponerme en una situación como esta? No soy de los que andan con hombres cristianos casados; ahora me estoy vistiendo.
Susan: - Pensé que estaba al tanto de su situación.
La miro con horror.
Amy: - Claro que no, dios mío, no, nunca me involucraría con él si supiera que está casado y mucho menos con un hijo de por medio, nunca en realidad.
Ya vestida y con mi honor en el suelo, le digo.
Amy: - Nunca, nunca me vuelvas a hablar, mira donde me ves. Nunca pensé que fueras un hombre sin escrúpulos, si tienes familia, dedícate a ella y no pases la cerca. Lástima de cristiano.
Sigue mirando hacia abajo, como un perro avergonzado.
Miro a su esposa.
Amy: - Lo siento pero no sabía. Buenas noches.
y vete. Qué vergüenza, que te pillen desnudo en la cama con un hombre casado y su mujer encima.
Voy a sufrir un jodido trauma por estos idiotas.
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