Con eso, los ojos de Gregory comenzaron a enrojecer, como si estuviera a punto de llorar también.
Tessa no esperaba que tuviera una reacción tan grande. De ahí que se sintiera culpable, y también sintiera lástima por el chico. Al instante, se secó las lágrimas mientras decía:
—Eso no es cierto. Lloré porque recordé algo del pasado. Cariño, no tiene nada que ver contigo.
Con eso, se limpió las lágrimas y cargó a Gregory en sus brazos.
El pequeño en sus brazos era suave y adorable, y uno no podía evitar querer mimarlo. «¿Cómo podría alguien soportar culparlo, aunque fuera un poco?»
Gregory aún no estaba preparado para creerlo, pero cuando vio que Tessa volvía a ser la de siempre, se relajó. Entonces, le rodeó el cuello con sus brazos y le dijo:
—No llores. Te protegeré si te acosan, así que no llores más. Me sentiré mal.
Tessa sintió calor en su corazón mientras Gregory la consolaba.
—Muy bien, contaré contigo.
Mientras los dos hablaban, Tessa secó a Gregory con una toalla. El chico tenía un olor agradable, y su simpático pijama con temática de vaca, unido a sus exquisitos rasgos, no hacían más que realzar su ternura.
Mientras Tessa lo miraba, podía sentir que su corazón se derretía. Lo abrazó y se negó a soltarlo.
—¡Cariño, eres demasiado lindo! Nunca he visto un niño tan lindo como tú.
—Tú también eres muy bonita. Eres la dama más bonita que he visto.
Gregory se alegró mucho de recibir elogios y, a su vez, elogió a Tessa.
—Eres muy bueno con las palabras. —Tessa se rio al verlo.
En ese momento, Nicholas acababa de terminar un cigarrillo y subía las escaleras a grandes zancadas. Acababa de llegar a la puerta de la habitación cuando vio a los dos charlando alegres.
Gregory se inclinó hacia el abrazo de Tessa mientras preguntaba:
—¿Puedo dormir contigo esta noche?
—Eh... —Tessa dudó, incapaz de aceptar de inmediato. Ella misma estaba bastante dispuesta, pero primero debía obtener la luz verde de Nicholas.
Nicholas entró despacio. Cuando Gregory vio a su padre, de inmediato le pidió permiso.
—Papá, ¿puedo dormir con la señorita bonita esta noche?
Nicholas no quería defraudar al chico, así que separó sus finos labios y dijo:
—Ya que está aquí, señorita Reinhart, supongo que tendrá que acompañar a Greg durante un tiempo más. Rara vez se acerca tanto a otras personas, ya ve.
Tessa asintió.
—Entendido. Perdona la intromisión. Ya me voy. —Con eso, salió por la puerta y al fin dejó escapar un enorme suspiro de alivio.
Por razones desconocidas, siempre que se encontraba cara a cara con Nicholas, sentía una especie de fuerte presión. Además, siempre le parecía que los ojos de Nicholas parecían muy oscuros y profundos, albergando un abismo espantoso en su interior.
Ahora que estaba sola en una habitación, estaba bastante más relajada. Se quitó rápido la ropa y fue a bañarse al baño.
Mientras tanto, Nicholas también había vuelto a su propia habitación. De repente recordó que era la primera vez que Tessa se quedaba a dormir y que era probable que no hubiera traído una muda de ropa.
Tras dudar un poco, se dirigió a su armario y eligió una camisa limpia. «Supongo que tendré que prestarle mi camisa».
Pronto llegó a la puerta de la habitación de invitados. Al principio llamó con cuidado, pero no hubo respuesta después de un rato, así que solo abrió la puerta y entró.
Cuando entró, escuchó el sonido de un secador de pelo procedente del baño. Tessa parecía haber terminado de bañarse y se estaba secando el pelo.
Nicholas sostuvo la camisa en la mano mientras se dirigía al baño. Para su sorpresa la puerta no estaba cerrada.
Tessa estaba de espaldas a la puerta del cuarto de baño con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo. Su larga melena negra bailaba en el aire caliente.
Inconscientemente, Nicholas desvió la mirada, pero alcanzó a ver una mancha en el cuerpo de Tessa, cerca de la escápula. Había una mariposa roja sobre su piel, con las alas desplegadas y lista para emprender el vuelo.
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