Dulce Juguetito romance Capítulo 27

Ajusto la temperatura del agua de la ducha para que las dos entremos.

Observo a fresita que revisa y huele todas las botellas de shampoo, acondicionador, jabón líquido, cremas corporales.

Ella coloca todos los envases alineados perfectamente en el estante de cristal transparente.

Cuando el agua está templada le doy la mano para que las dos entremos al chorro de agua.

Fresita deja escapar un suspiro de alivio cuando el agua tibia toca su piel.

"Es tan bueno estar aquí ahora con Rey y contigo Princesita."

"Ese bastardo del chef nos bañaba solo una vez por semana..."

Me comenta fresita mientras que lavo con delicadeza su cabello.

Con cuidado coloco su pequeña cabeza bajo el chorro de agua para que se enjuague el shampoo.

"Y cuando lo hacía llevaba una manguera para rociarnos con  agua fría mientras que se reia de nosotras..."

Sigo escuchándola mientras que deslizo con la delicada esponja el gel de ducha por su cuerpo demasiado delgado de la niña.

"El muy bastardo nos daba solo una barra de jabón delgada para que lucharamos por ella..."

"Las más fuertes o las más altas lo terminaban usando casi siempre..."

Ella da un suspiro largo.

Tanto horror que describe que no puedo creer que sea cierto.

Y que nadie haga nada detener a ese idiota!

Que un solo hombre tenga ese poder tan terrible y malévolo sobre varias mujeres es abominable en verdad!

"Y las que no conseguíamos nunca el jabón, nos bañábamos solo con agua fría..."

En este punto yo le estoy aplicando el acondicionador a fresita.

Es mi turno para lavarme el cabello y el cuerpo.

"No como aquí que tenemos el lujo de poder bañarnos en agua caliente..."

"Dentro de una ducha o una tina, las dos juntas sin pelear por el jabón!"

Fresita se rie mientras que unas lágrimas se deslizan por sus mejillas.

Puedo ver dolor en su mirada.

Detengo mis movimientos en mi cabello para abrazarla.

"Todo estará bien ahora, de acuerdo?"

"Rey no dejará que nadie nos vuelva a dañar nunca más!"

A menos que Rey mismo nos dañe.

"Princesa, es mi turno de lavarte el cuerpo."

Fresita me quita de las manos la esponja.

Coloca mas gel de ducha en ella y la desliza por todo mi cuerpo.

Siento como si tuviera una pequeña hermana conmigo en este momento.

Las dos terminamos el baño para comenzar el ritual de belleza después de secar nuestros cuerpos húmedos con una toalla.

"Incluso esto es un lujo para mí."

Fresita toma la toalla.

La desliza por su cuerpo como adorándose ella misma.

"Es tan suave y seca esta toalla."

"Alla, usábamos una para todas."

Tanto sufrimiento me parece inconcebible.

Sobre todo de parte del chef.

Él me trató con tanta pasión y delicadeza.

Bueno si, al final me lastimó, pero eran supuestamente para mantener las apariencias.

Cuando salimos del baño, Rey nos espera recostado de lado en su cama.

"Muy bien, acérquense las dos."

Lo hacemos en el acto.

Rey desliza sus manos por nuestro cabello.

Después lo huele.

"Muy bien, es mi turno."

"Les deje una pijama nueva que quiero que usen para dormir conmigo."

Rey camina gloriosamente desnudo hasta la ducha.

"Princesita, que afortunadas somos!"

Fresita sostiene en sus manos unos baby dolls transparentes blancos.

"Ponle la pomada Princesita."

"Recuerda primero la verde y después la amarilla."

"Después ayúdale a vestirse."

Rey salió un momento del baño para tomar algo de su armario mientras me ordenaba.

Cierra la puerta dejándonos solas.

Las palabras de fresita siguen pasando en mi mente.

Ella se tiende sobre la cama en espera de que le unte las pomadas.

Lo hago perdidamente cuando ella exclama.

"Que deliciosos son los orgasmos Princesita!"

"Son tan geniales!"

"Rey me regaló dos hace unos minutos!"

Ella suspira como si hubiera sido lo mejor que le haya pasado en la vida.

Yo agacho la cabeza observando el cuerpo marcado de fresita.

Lastima, tristeza, repugnancia, odio, impotencia...

Todos esos sentimientos se mezclan en mi interior porque toda ésta situación esta retorcidamente mal.

Nada de esto debería de ser así!

Ella no debería de agradecerle a un bastardo como Rey por tenerla como un juguete sexual!

Ella como yo deberíamos de tener novios, tontear, ir a la escuela, a la universidad!

De NUESTRA EDAD!

No deberíamos de haber pasado por tanto sufrimiento.

Las dos deberíamos de haber perdido nuestra virginidad con algún novio.

No a manos de nuestros demonios torturadores particulares.

Suspiro porque no puedo, todavía, cambiar mi realidad.

Pero pronto.

Solo espero poder ver bien las intenciones de fresita...

Ya no puedo confiar en nadie mas que en mi.

Termino de ponerle las pomadas a fresita.

La insto para que se levante y pueda ponerle la "pijama."

"Fresita, lista, levántate."

Ups! se me salió!

"Ya no soy FRESITA!"

La niña frunce el ceño mientras me mira enojada.

"Disculpa muñequita, es la costumbre...!"

Me disculpo con ella.

"Está bien, te perdono, pero no lo vuelvas a hacer!"

"O le diré a Rey que estas celosa de mi bello nombre."

Debo de estar escuchando mal...

Esta niña, dice que estoy celosa de ella?

Es que el mundo se volvió más loco de lo que ya era?

"Pero la que siempre amaré y poseeré porque es MÍA."

"Será Princesita."

"Asume tu lugar en esta casa."

"A menos que quieras regresar al sótano donde estabas encadenada."

Niego inconscientemente.

Nadie en su sano juicio quisiera regresar a ese lúgubre, sorido y húmedo lugar.

"Bien, ahora, como te portaste mal, deberás dormir en otra habitación."

"Princesa, espera en mi cama."

"Si Rey."

Obedezco.

Ambos salen de la habitación.

Tengo que lograr que Rey deje de estar enojado con fresita.

Si Rey sigue declarando que soy suya como si me hubiera comprado...

Nunca saldré de aquí.

"Listo Princesita, es hora de dormir."

"Si Rey."

Ambos nos recostamos en la cama cubriéndonos con las suaves sabanas.

Cierro mis ojos exhausta.

Este día fue...agotador.

Un estruendo inesperado nos despierta a los dos.

Siento miedo porque no se que pasa a mi alrededor.

"Princesa, ve a la otra habitación con muñeca AHORA!"

De pronto suena un estruendo cerca de nosotros.

"Que demonios es eso?"

Grito porque el ruido es ensordecerdor.

La casa se agita por completo.

Escucho pasos que corren en todas direcciones.

"Princesita, ve con..."

Muñequita ya está en la puerta con cara de espanto.

"Que sucede!"

"Que está pasando?"

Ella corre hacia mi para abrazarme.

Rey se esta vistiendo lo más rápido que puede.

Abre un compartimento de su armario.

Saca varias armas largas y dos cortas.

"Estamos siendo atacados por esos putos malos perdedores."

"Lo siento Princesa."

"Jamás debí ponerte en ésta situación!"

Rey me da un arma y también otra a muñequita.

"Si ven a cualquier extraño en la casa, dispárenle."

Disparar?

Yo?

No se como usar un arma!

***By Liliana Situ***

Valoro mucho tu opinión.

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