Dulce Juguetito romance Capítulo 29

No movemos ni un solo músculo mientras que escuchamos las pisadas y ruidos que hacen las mujeres allá arriba.

"Princesita, que haremos ahora?"

Estoy ideando un plan para salir de este lugar junto con la niña.

Arriba, las voces de las mujeres se siguen escuchando.

"ssshhhh...fresita, déjame escuchar por favor."

Le pido que guarde silencio porque cualquier cosa que ellas digan puede ser de utilidad para nosotras.

"No dejes de avisarme si notas o escuchas algo extraño."

"Si llegas a capturarlas, que sea con vida."

"En especial a la jovencita de mayor edad y altura."

"Princesita es muy..."

"Valorada y apreciada por varios miembros del consejo."

"En especial por mi."

Escuchamos como la doctora camina hacia lo que creemos es la salida de la casa.

Una puerta se cierra.

Los pasos desaparecen.

Solo se escucha unos ligeros pasos que se encaminan hacia la puerta del sótano.

Hacia donde estamos nosotras.

Todo esta iluminado en este lugar...

No habrá un lugar donde podamos escondernos si no hay oscuridad!

Abrazo a fresita detrás de un armario de madera rogándole que guarde completo silencio.

Se escucha que la puerta se abre.

Unos pasos descienden...

"Si están aquí las dos, pueden salir."

"Soy amiga de Rey, por lo que no estoy de acuerdo con este..."

"Tratamiento hacia mi amigo."

La juvenil voz de la chica se escucha con eco en este lugar.

"De verdad no les haría daño."

"Ustedes no son mi tipo..."

"Solo quiero ayudar a Rey a devolverle sus preciados activos."

Otra vez esa palabra.

No somos cosas!

Mucho menos malditos "activos!"

"Si deciden subir, dejaré la puerta abierta para que puedan irse."

"No quiero que haya más mujeres en esta casa!"

"La única mujer que debe estar aquí, soy yo."

Los pasos resuenan de nuevo en las escaleras alejándose.

Fresita y yo dejamos escapar nuestras respiraciones contenidas.

"Podremos confiar en ella Princesita?"

"Que debemos hacer?"

Echo una mirada temerosa hacia las escaleras.

En efecto, la puerta blanca está abierta esperando que la crucemos con singular alegría para escapar de esta casa.

"No se fresita..."

"Rey mismo dijo que no podíamos confiar en nadie."

"Creo que eso es lo que trataba de decir fresita."

Ambas estiramos las piernas sentadas detrás de un sillón.

Momentos como este es cuando agradezco todo lo hijo de puta que fue Rey conmigo en el pasado.

Puedo resistir el frío suelo sin problemas.

Puedo estar sin dormir por largos periodos de tiempo.

También le agradezco que me haya dejado sin comer muchos días.

Puedo aguantar el hambre al igual que fresita.

Ambas no moriremos de inanición hasta que escapemos de aquí.

Observo todo este lugar.

Una sala completa adornada con un tapete colorido en medio de ella.

Cuadros de paisajes hermosos de mares azules con nubes blancas y esponjosas.

Varias sillas blancas de plástico apiladas.

Un colchón blanco descansa de pie contra una pared.

Una mesa de billar de color verde se encuentra en una esquina de este lugar.

Al lado de ella hay una pantalla plana gigante.

Un sillon de tres plazas se encuentra frente a ella.

El sótano huele a canela y humo...

Es todo tan raro.

"Princesita, ya encontraste algún modo de escapar de este lugar?"

Me cuestiona fresita.

"No, pero será mejor recorrerlo para averiguar si hay otro pasadizo secreto fresita."

Animo a la niña para que me ayude a buscar algo que nos sea de utilidad.

Como una ventana, camino alterno o puerta.

Que no sea la que está abierta.

Puede ser una trampa.

Casi estoy 100 % segura de que es una trampa.

"No hay nada princesa."

"Pero hace tanto tiempo que no veo videojuegos!"

Fresita parece una verdadera niña pequeña cuando me enseña algunas cajas de videojuegos.

"Deja eso fresita, no toques nada."

No sabemos quienes han estado aquí.

O que han hecho, por eso debemos de ser mas cuidadosas.

"Me gustaban los videojuegos en mi niñez..."

Pobre fresita.

Ha sufrido tanto.

"Cuando seamos libres te compraré videojuegos y las dos jugaremos, de acuerdo?"

Fresita me abraza con una sonrisa plena en el rostro.

"Gracias princesita!"

"Eres muy linda conmigo!"

Me siento tan rara sin Rey.

Extraño estar con Él.

O será la costumbre de tenerlo a mi alrededor?

"Fresita, donde estás?"

No encuentro a la niña por ningún lado.

"Princesita, mira!"

Ella esta debajo de la mesa de billar observando algo.

Me agacho para poder mirar que es lo que la tiene tan intrigada.

Son fotos de pequeños niños pegadas bajo la mesa.

Todos deben de tener entre 8 y 13 años...

Tal vez, porque soy realmente mala para adivinar edades.

Pero se ven tan pequeños los niños en las fotos.

Algo que llama mi atención son las grandes X rojas que tachan algunas de las fotos de sonrientes niños.

"Habran eliminado a esos niños también princesita?"

"No quiero que haya más mujeres aquí por mis niños."

"No quiero que ellos las vean."

"Asi que deben de salir de aquí cuanto antes."

"No, no se preocupen."

"Creo que pudieron escuchar que no me llevo bien con esa maldita doctora."

"Ella, la muy cabrona..."

"Ha asesinado a varios de mis niños en mi propia cara!"

Cuando dice eso se le llena la cara de odio y hace una mueca de desprecio.

"Si ella no fuera mi superior ya la habría asesinado hace tiempo."

Opino lo mismo que ella.

Solo que esa maldita mujer psicópata no es mi superior en nada.

"Podemos subir a la casa entonces niñera?"

Fresita pregunta mientras que sube corriendo las escaleras.

"Fresita!"

Grito para que se detenga.

La niñera me tapa la boca.

"No grites, no quiero que te oigan mis niños!"

Le quito la mano de mi boca con asco.

"Tu eres tan maldita como esa despreciable de la doctora."

"Como puedes...con niños...como puedes?"

"Como puedes excitarte al hacerlo con niños?"

No puedo entenderlo!

"De la misma forma en que Rey se excita contigo."

"De la misma forma en que jamás pude excitarlo yo."

"De la misma forma en que jamás pudo excitarme."

"A pesar de que es un verdadero galán con ese cuerpo tan trabajado y marcado."

Un grito de niño se escucha arriba.

Después se oyen pasos que corren.

"Fresita!"

"Mis niños!"

Las dos corremos para poder subir y averiguar que demonios está ocurriendo.

Pero antes de que podamos subir la luz se apaga en este sótano.

Alguien nos empuja hacia abajo.

Las dos rodamos por las escaleras.

"aaaaaayyyyy!"

Nos quejamos ambas sumidas en la profunda oscuridad.

No...

No de nuevo!

No quiero estar en un sotano oscuro de nuevo!

"Niños ABRAN ESTA PUERTA!"

"FRESITA NO LES HAGAS NADA A MIS NIÑOS!"

La mujer es la primera en levantarse para ir a golpear la puerta.

"Estamos atrapadas en tu sótano."

"Piensa como podemos salir de aquí antes de que algo más suceda"

Me sale una voz de autoridad que no se de donde provino.

Mi realidad se pone mas difícil a cada momento!

***By Liliana Situ***

Valoro mucho tu opinión.

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