Incluso la pantalla plana tiene un disparo...
Los cuerpos de los hombres yacen boca abajo y la sangre tiñe buena parte del piso.
Debería de estar en shock, pero cuando recuerdo que estos bastardos inmundos disfrutaban de violar a pequeños, incluso yo pateo los cuerpos inertes.
Uno a uno les doy la vuelta para poder revisar sus bolsillos pegajosos de sangre.
Más dinero, joyas, un reloj, celulares con clave, condones...
Bastardos malnacidos!
"Ojala Elijah los hubiera castrado en vida, pedófilos de mierda!"
Susurro entre dientes mientras que sigo con mi revisión.
Cuando ya no hay nada que me interese en los bolsillos de los cadáveres, guardo todo en mi mochila para largarme de este lugar.
No tengo ni puta idea de que haré después, pero tal vez en la casa encuentre algo.
Un gemido se escucha...débil pero se escucha.
"aaaayyyuuu..."
"aaaayyyuuuddd..."
Casi me da un paro cardíaco cuando escucho a uno de los hombres pedir por ayuda.
Estoy tentada a dejar que fallezca solo, pero, por no revisar el cuerpo de la niñera, Elijah falleció.
Dejo mi mochila en el suelo y pateo los costados de los cuerpos para encontrar al moribundo.
Tengo un bisturí en mano y no dudaré en usarlo.
"aaaayyyuuudd..."
Te tengo.
"Quieres que llame a un ambulancia para que salven tu pedófilo trasero?"
Susurro al hombre que esta sobre los peluches regados en el suelo.
El hombre en cuestión abre los ojos y me mira por un segundo suplicándome.
"Poorrr..."
"Poooorrr..."
Sus ojos se abren desmesuradamente cuando le clavo el bisturí en su miembro.
Dulce venganza para los pequeñitos que ahora yacen el sueño eterno allá arriba, en sus pequeñas cunas-cárceles.
El hombre ya no gime ni grita, solo cierra los ojos.
Retiro el bisturí rápidamente.
El hombre deja escapar un gemido lastimero antes de que clave el bisturí en su corazón.
Observo como el pecho del hombre deja de latir lentamente....
Ninguno de estos monstruos merece misericordia.
Con sus muertes confirmadas, me doy prisa para subir a la casa de nuevo.
Arriba se siente un silencio pesado y sombrío
Debo buscar algo que me diga donde demonios está...
Que lugar dijo el chef?
Porque me fallara la memora ahora?
Busco en la cocina comida, reviso todo y de pronto, pegado en el refrigerador...
Un mapa de este enorme lugar.
"BINGO!"
Grité felizmente cuando lo miré.
Lo llevo a la mesa con manteles divertidos para niños y lo extiendo por completo.
Esto es una completa ciudad!
Pero...
Aquí dice que la casa de Rey está en los límites con otra ciudad.
Somos los más alejados de los demás.
Sin embargo, este "vecindario" está habilitado para servir como casas de protección y juegos...
Así esta estipulado y definido en el mapa.
"Aquí estaba nuestra casa..."
Señalé la casa de Rey con mi dedo clavando el bisturí en ese punto para que no se moviera el papel de la mesa.
Deslizo mi mano para buscar la casa de la niñera.
Es un puto centro infantil?
De verdad así lo marcaron?
Enfermos psicopatas.
"No puede ser verdad!"
Aquí esta marcado y trazado que la casa de la niñera esta alejada varios kilómetros de nuestra casa!
"Los pasadizos!"
Recuerdo que escuché a esa maldita doctora que decía que los pasadizos eran "caprichosos."
Pero no pienso usarlos.
Lo primero que haré, antes de ir por mi Rey será ir al ático del chef para intentar salvar a esas mujeres.
Solo espero llegar a tiempo para encontrarlas aún vivas.
Para mi fortuna, el ático del chef está a solo dos calles de esta maldita casa.
Y se como crear una distracción para que nadie me note cuando entre en ese lugar.
Una ambulancia, dos camiones de bomberos y dos autos negros de lujo se dirigen hacia la guardería envuelta en furiosas llamas.
Sentí mucha lastima en incendiar la casa con los cuerpecitos de los pequeños dentro.
Pero de esta forma, estos malditos no podrán utilizar para el mal sus pequeños cadáveres.
El fuego los consumirá por completo.
Agazapada entre los arbustos frente al incendio observo solo por unos breves instantes hacia los autos.
Ella baja.
Esa puta doctora desciende del auto gritando ordenes al por mayor.
Alguien se quedó en el asiento trasero de ese auto.
ES REY!
Mi Rey esta ahí!
Pero no puedo acercarme.
La maldita doctora abre la puerta y habla algo con mi Rey.
Puedo notar que se desliza con dificultad y lentitud hasta que sale por completo.
NO.PUEDE.PUTAS.SER.
Mi Rey...
Esta esposado de manos y pies como si fuera un convicto!
Un gran argolla de esclavo rodea el cuello de mi Rey!
Luce tan demacrado, delgado y...
Tiene demasiados moretones en su cara y cortadas en sus labios!
Dentro hay un líquido rojo viscoso...
Casi me vomito cuando al remover el contenido con el gran cucharón que estaba a un lado, me encuentro con un brazo medio deshecho!
"OH DIOS MIO!"
No puedo contener mis arcadas y corro hacia la tarja más cercana.
No es comida lo que cocinan en este infernal lugar!
Despues de devolver solamente mi bilis, me lavo la cara y las manos a conciencia.
No quiero estar más en este lugar podrido.
Corro hacia las escaleras, pues debo subir cuatro pisos hacia el ático de este edificio lleno de ventanas.
Me detengo un momento cuando llego a la primera planta.
Un departamento normal de hombre.
Aseado, funcional, elegante, decorado solo con lo esencial.
Y no hay nadie aquí.
Observo por un segundo las fotos en la pared frente al gran ventanal.
Todas esas chicas de las fotos sonríen de forma hermosa.
Todas menos la última de ellas, que parece tener una mirada triste y una sonrisa fingida.
Decido seguir mi camino hacia arriba.
El segundo piso es un gimnasio.
El tercer piso esta vacío
Solo hay una cama clavada al piso con cuatro postes.
Tiene una regadera en una esquina y hay varios desagues en las esquinas...
No quiero saber para que usaría esta habitación el chef.
Cuando llego al ático observo la puerta que tiene el siguiente enorme letrero.
"DESPENSA."
Estos malnacidos son cada vez más lunáticos.
Busco las llaves y pruebo todas hasta que una de ellas abre la puerta.
Adentro no se escucha ni un solo ruido y todo esta iluminado por una luz tenue.
"BUENAS TARDES AMO CHEF."
Puedo escuchar voces de chicas que saludan a coro, perfectamente sincronizadas.
Se escuchan los ligeros movimientos de sus cadenas.
Se que están asustadas, puedo escuchar y sentir su miedo.
He estado en su misma posición antes, en el sótano de Rey.
"El chef esta muerto."
"Yo lo asesiné."
Declaro y de pronto las cadenas se agitan por completo.
Una a una, las cabezas de niñas y mujeres como yo se asoman desde el pasillo frente a mi.
Busco el interruptor de luz en algunas de las paredes.
Cuando lo hago lo hago funcionar.
No puedo creer lo que veo!
***By Liliana Situ***
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