Dulce Juguetito romance Capítulo 46

Me acerco a la ventana más próxima para tratar de investigar quien demonios está afuera.

Intento mantener mi respiración lo más tranquila posible para no hacer ruido.

Sin embargo, mi corazón late tan fuerte por el miedo que me invade que tengo miedo de que sea audible para cualquier persona.

"No te muevas, princesa."

Un arma me apunta directamente a la nuca y otra a mi espalda.

"Se que te sientes la protectora de las muñequitas y que no creeras todavía que estamos de tu lado."

"Por lo que voy a tener que amarrarte y amordazarte con todo el dolor de mi corazón."

"Jack cariño, ahora."

Siento unas manos cálidas y arrugadas que me sujetan las manos por detrás con una cuerda suave, pero fuerte.

Después puedo sentir una prenda sumamente suave que me tapa la boca por completo.

Atada firmemente, Greta me sienta suavemente en una silla de ruedas.

Me cubre con una frazada suave las piernas y los brazos con delicadeza.

"Pequeña princesa, no necesitas luchar más."

"Deja que los viejos nos encarguemos de protegerlas."

Los tres cargan armas largas y potentes con silenciadores.

Los tres visten ropas, guantes y pasamontañas negros.

"Volveremos rápidamente."

Se deslizan fuera de la cabaña dejándome aquí...

Sentada, atada y amordazada sumida en el mas profundo silencio.

Solo escucho las leves respiraciones de las niñas dormidas.

Un sonido en el cuarto de las cortesanas.

Pasos rápidos afuera y de pronto...

Disparos.

Tres seguidos, luego un golpe seco y luego nada.

La puerta se abre y miro con miedo a lo que entrara por ella.

Y si son los reales?

Fueron tres disparos para los tres ancianos?

No quiero volver al sótano de Rey ni ser torturada por los reales!

"Volvimos princesa!"

"Te dijimos que lo haríamos!"

Greta aparece por la puerta arrastrando un cuerpo detrás de ella.

Cuando termina de entrar aparece Jack con otro cuerpo al igual que Logan.

Dejan a los tres hombres en el suelo de la entrada casi frente a mi.

"Son ladrones princesa, habíamos estado teniendo robos de estos hombres."

Logan camina hacia la cocina.

Busca algo en un cajón y vuelve con un pedazo de papel doblado muchas veces.

"Mira, nuestros sistemas de vigilancia los captaron hace tres noches cuando intentaban forzar la puerta de la cabaña."

Me enseña la foto de las caras de los hombres merodeando la casa.

"Ellos creen que porque somos viejos no nos defenderemos."

"Algunas personas del pueblo no nos quiere por nuestra orientación sexual."

Dice Logan con suavidad.

"O en el caso de los difuntos, quieren robarnos porque creen que somos ricos."

Asevera Jack quitándose el pasamontañas negro que cubre por completo su rostro.

"O porque tienen un taller exitoso que vende mucha ropa para muñequitas."

Termina de decir Greta quien ya está quitándome la frazada de las piernas.

Desamarra la mordaza y al último, mi amarre de las manos.

Observo mis manos.

No tienen ni una sola marca ni sangran.

"Son de juguete."

Comenta Greta mientras que me entrega las cosas en mi manos.

Las miro un segundo y después me levanto para caminar hacia los hombres.

Son hombres comunes, vestidos con jeans y playeras sucias.

Uno de ellos tiene una navaja en su mano.

Otro, la lampara que ví.

Busco en sus bolsillos ansiosamente y no encuentro ni dinero, llaves, celulares ni nada de valor.

Solo consigo un papel roto y sucio también con un dibujo precario de esta cabaña.

Tiene marcado con un gran círculo rojo el taller de costura de los hombres.

Un gran símbolo de dinero está sobre el círculo.

Todo parece cuadrar con la explicación que me dieron antes los tres.

"Princesita, aléjate de ellos."

"Ve y lávate las manos, cámbiate de ropa."

"No queremos que te enfermes por tocar a estos insalubres muertos."

Sonrío irónicamente.

He vivido y experimentado cosas peores, mas insalubres que esto, pero ellos se preocupan porque toque a estos hombres que aún están calientes.

Pero sus pechos no se elevan para respirar.

"Está bien."

Arrugo el papel dejándolo caer al suelo y sigo a Greta quien abre un armario pequeño de madera para darme otra pijama.

Esta vez, es de color lila con estampados de rosas y mariposas.

"Cambiate en el baño princesa y lávate las manos, por lo menos, tres veces con jabon antibacterial."

"Jack, Logan, hay que transportar a estas basuras al contenedor de basura."

Greta organiza a los hombres mientras que ella me pone la mano en la espalda para que me aleje de la escena.

Que tan mal estoy que no me siento mal por los hombres fallecidos?

Siento que mis sentimientos están entumidos por completo.

"Te esperaré aquí, ahora ve."

La puerta del baño se cierra y me encuentro a mi misma obedeciendo las ordenes sin protestar.

Tal como lo haría en casa de Rey.

Me observo en el espejo.

"Estoy abrigada, puedes creerlo?"

Me digo a misma.

Esta pijama huele a vainilla.

Me lavé cinco veces la manos antes de salir del baño.

"Te traje leche caliente para que puedas dormir mejor princesa."

Greta sostiene un pequeño envase y dos pequeñas tazas como de juguete en sus manos.

"Yo también la tomaré para que no pienses que quiero envenenarte o drogarte."

"Gracias Greta."

Le agradezco a la señora quien me sonríe un segundo para después ir a regañar amorosamente a las niñas que comienzan a llorar.

Me cambio en el baño de nuevo y me observo.

Es un vestido plano, simple, sin exageraciones, largo y suave.

Me encanta.

A juego, tengo medias blancas hasta los muslos y zapatos tipo balerina.

"Hermosa."

Comenta Jack cuando me ve salir.

"Gracias."

Le digo ruborizándome al momento.

"Te maquillaré y peinaré."

Logan me sienta en una silla y comienza a trabajar en mi.

No se tarda mucho antes de levantarme suavemente de la mano para que me mire al espejo.

Con el cabello lacio y maquillaje delicado, me veo...

"Hermosa."

Comentan todas las demás abrazandome.

"Muy bien muñequitas, es hora de irnos!"

Jack y Logan visten jeans, zapatos deportivos negros y una camiseta negra.

Puedo ver que aún tienen cuerpos musculosos para su edad.

"Al auto niñas!"

Nos gritan con una sonrisa y todas caminamos riendo.

La puerta se abre y podemos ver una camioneta voyager de color gris muy del tipo que usaría una mamá para transportar a sus hijos.

Jack desliza la puerta y las chicas suben rápidamente.

Cuando todas estamos listas, la puerta se cierra.

"Cinturones señoritas, por favor."

Lo hacemos rápidamente.

Abro la ventana para ver a Greta de pie en el marco de la puerta despidiéndonos.

"Muy bien, andando papá Jack!"

"Aquí vamos mamá Logan!"

Las chicas se ríen, pero de nuevo tengo miedo.

Estamos todas dentro de esta camioneta con dos amables extraños.

Todas vestidas de forma llamativa o diferente para la época en la que vivimos.

Todas tenemos cinturones de seguridad y...

La camioneta se pone en marcha al igual que mi ansiedad.

"Llegaremos en solo unos pocos minutos."

Comenta Jack al volante.

Enciende la radio y una música en ingles se escucha.

Me sudan las manos y siento de nuevo el doloroso hueco en mi estómago.

Espero que no nos esten transportando a otro lugar para traficar con nosotras.

Ya hemos sufrido demasiado!

***By Liliana Situ***

Valoro mucho tu opinión.

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