El Amor De Antonio romance Capítulo 282

Entraron varios hombres con uniforme de policía y el encabezado sacó una identificación oficial de policía, -Somos de la brigada de policía criminal. Alguien ha denunciado que aquí se están llevando a cabo actividades comerciales ilegales.

Guillen hizo una pausa, volvió la cabeza y sus ojos fríos se cayeron en la cara de Ramon, y solo vio que este hombre no esperaba que la policía viniera al club, y todo su rostro estaba pálido.

Lentamente retiró su mirada, con una risa burlona en los delgados labios, porque desde esta noche el Entrenamiento de Cielo iría a desaparecer en la Ciudad Paz.

Los policías que entraron estaban revisando cada rincón mientras que Guillen y Ramon fueron dirigidos abajo.

El club, que originalmente era bullicioso y ruidoso, en este momento se quedó muy silencioso y solo las luces coloridas siguieron brillando.

Una docena de policías rodearon a una multitud, y entre ellos, algunos estaban turbados a la vez que otros les miraron con una cara feroz.

-Guillen. -

Al verlo acercarse, un policía caminó hacia él.

Al ver al llegado, finalmente Guillen mostró la primera sonrisa sincera de esta noche, -Alonzo.-

Golpeó su hombro sonriendo, -Guillen, ¿por qué estás aquí?-

-Tengo compromiso con alguien- Guillen le contestó ligeramente.

-¿Compromiso?- frunció las cejas, -Aunque tienes una cita, no deberías quedarte con la gente en este lugar malo.

En las palabras, se podía comprender cuánto despreciaba al club.

Guillen sonrió y dijo expresivamente -Sólo esta vez. -

-Ojála- le miró Ramon con irritación, -Si la próxima vez no te encuentras conmigo, te meterías en los líos. -

-La gente honrada no tiene miedo de habladuría- dijo solemnemente.

Ramon no podía evitar reír. -Sí.-

Luego, ordenó a los otros que hiciera la averiguación en todo el club completamente, y entonces levantó la mano, le agarró por el hombro y caminó hacia afuera.

Al ver que Guillen tenía una relación tan buena con la policía, Ramon no quería perder la oportunidad de engatusar al hombre poderoso. Se apresuró a vocear hacia él que iba a salir -Guillen, no te vayas. Hable con tu amigo por mí de que en mi club no hay ninguna actividad comercial ilegal. -

Al oírlo, Guillen se paró y Alonzo que estaba a su lado volvió la cabeza para mirarlo, con las cejas fruncidas, -Oye, Guillen, ¿realmente vas a interceder por ese hombre?-

No respondió pero el otro estaba ansioso, -No déjame despreciarte. ¿Sabes qué tipo es ese hombre Ramon? -

-Lo sé- Guillen echó una mirada hacia él, luego dio una vuelta y miró a Ramon que no estaba lejos.

Al verlo volverse, en sus ojos se brilló la luz de esperanza.

En seguida oyó la voz tranquila de Guillen, -Señor Ramon, ya que no hay ninguna actividad comercial ilegal, déjeles hacer la averiguación.¿No es cierto?

Al terminar las palabras, dio una vuelta y se fue sin mirar atrás.

Alonzo todavía estaba aturdido. Cuando reaccionó, ya no se vio donde estaba Guillen, echó un vistazo hacia Ramon y luego salió para buscarlo con prisa.

Su rostro estaba pálido. Comprendía que ya había perdido la tendencia general y no tenía más remedio para recuperar.

Después de salir del club, Alonzo siguió buscando su figura y por último, le encontró al lado del coche SUV.

Se apresuró a caminar hacia él, le tocó el hombro y se bromeó con sonrisa -Al principio pensé que irías a perder el límite de la moralidad y intercerder por Ramon. -

Le dio una mirada fría, -¿Soy como una persona sin límite en la moralidad?-

Arqueó las cejas sin contestar sino cambió el tono, -¿Por qué hiciste a Zacarías Mina telefonearme?

Guillen volvió la cabeza para mirar el letrero del Entretenimiento de Cielo que siguió brillando y levantó las comisuras de la boca, -En la Ciudad Paz no se debe existir un club tan ilegal. Estoy por librar al pueblo del daño.-

Al oírlo, Alonzo le dio una mirada enfadada, -Vaya. Los otros no te conocen pero no soy así. Nunca has sido una persona que se ocupe de los asuntos de los demás, así que ¿cómo has podido tener de repente el capricho de eliminar el daño para el pueblo? Debe haber otra razón oculta.-

Guillen no podía evitar sonreír, -Alonzo, no pensé que me entiendes tanto.-

-Por supuesto. No puedes olvidar cuántos años he dormido en la cama inferior debajo de la tuya.- hablando, levantó la mano tocandosu hombro y dijo con una cara llena de curiosidad -Dime, ¿para qué lo hiciste realmente?-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Amor De Antonio