El cielo estaba muy oscuro.
Guillen entró en Entretenimiento de Cielo, lo que había visto en aquel momento no era diferente de los otros grupos.
Un hombre que llevaba un traje negro se le acercó, -¿Sería señor Guillen?-
Guillen le dio un vistazo indiferentemente, -¿Dónde están ellos?
Aquel hombre vio que entró solo, y pensó que no parecía al común y corriente, así que le preguntó si era la persona que su jefe estaba esperando. Afortunadamente, era aquel cliente importante.
De inmediato, este hombre sonrió de forma halagadora, hizo reverencias e hizo un gesto de invitación con su mano -Señor Guillen, sígueme por favor.-
Guillen caminó detrás de este hombre, viendo lo que estaba ocurriendo en este bar.
En sus ojos oscuros apareció una luz nítida. Este bar parecía normal en la superficie, pero en realidad, organizó los negocios ilegales.
Pero en esta noche, todo sería destruido
Aquel hombre le dirigió a una puerta de un palco del tercer piso, y le dijo sonriendo, -Señor Martí está en el palco, ya le ha esperado mucho tiempo.-
Y siguiente, este hombre abrió la puerta, Guillen vio el escenario ridículo dentro del palco.
Unas mujeres que llevaban poca ropa, estaban bailando. Sus movimientos de danza eran tentadores.
Mientras, unos hombres tontos y gordos sentaron en el sofá, viendo estas mujeres, con expresión facial asqueroso. Parecían que sus salivas se le caería al suelo.
Y el hombre que quería a encontrar estaba entre de los hombres.
Ramon Martí, el presente gerente del Grupo Martí.
Si no era por Alejandra, quiso salir inmediatamente.
El hombre que la había dirigido se acercó a Ramon, y le dijo algo. De inmediato, vio hacia la puerta.
Al ver Guillen, Ramon se sorprendió, y se le acercó inmediatamente. Se detuvo frente a él, puso una sonrisa halagadora en su cara -Señor Guillen, encantado de conocerle.-
Y siguiente, quiso hacer un apretón de manos con Guillen.
Guillen arrugó sus cejas levemente, y pasó por él ignorando sus manos.
La sonrisa de Ramon se congeló. En sus ojos sucios apareció un furor.
Y después, dio media vuelta, puso otra vez la sonrisa halagadora.
Viendo que Guillen sentó en un rincón del palco, dijo a las bailarinas, -¿No veis que ha llegado un cliente importante? ¡Servidle cuidadosamente!-
Al escucharlo, las mujeres su detuvieron, miraron hacia Guillen, en sus ojos había una sorpresa y alegría.
¡Un hombre guapísimo!
No necesitaba Ramon decir más, se lanzaron hacia Guillen espontáneamente.
-¡Idos!-
Una palabra feroz permitió que las mujeres se detuvieron. No se atrevieron a acercar a él, solo pudieron ver a Ramon para encontrar un remedio.
Ramon las miró y lanzó la mirada hacia Guillen, dijo de forma halagador -Señor Guillen, tiene que entretenerse.-
-Señor Martí, no vengo para entretenerme.- Guillen levantó su mirada seria.
Ramon no supo cómo responderle en aquel momento, sonrió embarazosamente, -Usted tiene razón.-
Y siguiente, dijo a las mujeres, -Idos, voy a negociar con señor Guillen.-
Al ver que no tendría la oportunidad de estar juntos con este guapo, las mujeres se fueron de forma desesperada.
Al ver esto, los amigos de Ramon no se atrevieron a seguir quedándose, así que también se fueron.
En el palco, solo quedaban Guillen y Ramon.
Ramon rio embarazosamente, -Sí, una persona tan poderosa como usted, no le interesa nuestra pequeña empresa.-
Antes, no se atrevían a imaginar conseguir la ayuda de la familia Colón. Pero en este momento, con el apoyo de ellos, en el futuro, era posible que el Grupo Martí se convertiría en una de las mejores.
Solo con esta imagen, Ramon ya no pudo controlar sonreír.
Guillen lo miró tranquilamente con una mirada sarcástica, y luego dijo de forma casual -Señor Martí, últimamente, el caso de corrupción del Grupo Martí ya lo saben hasta las pierdas. ¿esto influirá en nuestra cooperación?-
-No se preocupe. Esto resolveremos pronto.-
-¿Sí?- Guillen levantó sus cejas-¿Está tan seguro?-
Como si quisiera probar algo, Ramon dijo sin pensar -Los dos chivos expiatorios ya han reconocido su pecado, así que terminarán el pleito pronto.-
-¿Los dos chivos expiatorios?-
Ramon encontró que había dicho el secreto de su empresa. Por eso explicó -No, no. Los delincuentes han reconocido su pecado. Estoy tan emocionante que empiezo a decir tonterías.-
Después de decir esto, Ramon sudó por miedo.
Los ojos de Guillen se oscurecieron, lo que dijo sin pensar era la verdad.
Ramon notó que su cara era tan seria que no puso adivinar lo que estaba pensando. Solo pudo disculparse y prometer -Señor Guillen, no se preocupe, lo resolveremos pronto.-
Guillen silenció unos minutos, y dijo -Pues, espero su buena noticia.-
Después intentó a irse.
Al ver que va a salir, Ramon se levantó para seguirlo.
-Señor Guillen, ¿por qué...?-
Antes de terminar esta frase, la puerta del palco fue forzada por las personas fuera del cuarto.
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