De repente, el ambiente de la oficina se puso tensa.
Mirando a la cara fría sin expresión de Nidia Méndez, Clara solo sentía ira y casi no podía aguantar.
- ¿No entiendes lo que digo? -Nidia preguntó.
Clara estaba en silencio, mirándola fijamente.
Nidia se inclinó en su silla, con los brazos cruzados, y recorrió el artículo de prensa que había sobre la mesa, con una despiadada mirada.
- ¿No lo entiendes? -Nidia enarcó las cejas y se burló, -Bueno, ahora te lo digo. -
Clara entrecerró los ojos, solo viendo sus labios moverse. Nidia dijo palabra por palabra, -Estoy sacando las basuras. -
Clara se puso ira con sus puños cerrados. Ella estaba muy enojada, pero sonrió, -Nidia Méndez. No puedes estar contra mí, ¿por eso tienes que tratarme así en el trabajo? -
- ¿Contra ti? -Nidia se rio como si hubiera escuchado un chiste.
Y Nidia dejó de reírse, se alzó de pie con sus manos en la mesa, y se acercó a Clara. Dijo, -Clara González, no te consideres importante. Para mí, no eres nada. -
Al escuchar sus palabras, Clara se sentía ridículo, -Sí, no soy nada para ti. -
Se cambió la expresión de su cara, -Si no es nada, ¿por qué intentas unir con Karia para apuntarme? ¿No tienes nada mejor que hacer? Señora Nidia. -
Frente a su duda, Nidia no mostró pánico y solo preguntó en un tono indiferente, -Clara González, ¿tienes alguna prueba que muestra que uno con ella para apuntarte? -
Vale, ella no tenía ninguna prueba.
Pero…
-Señora Nidia, Dios sabe todo lo que has hecho. No necesito dar pruebas, basta con que tú misma lo sepas. -
-Es que no tienes ninguna prueba. Y puedo acusarte por difamación. -
-Haz lo que quieras. No me lo importa. -
Clara no tenía nada para decir. Ella reía fríamente, e iba a salir con el artículo.
Al mismo tiempo, Nidia se burló.
-Clara González, no te creas que eres genial porque alguien te ayuda. Este lugar no se permite que controles todos. -
Clara se detuvo. Ella sonrió, se volvió y miró a Nidia con calma.
-Nidia, ¿sabes lo que le pasó a Delia Jaso? -
Nidia solo alzó los ojos y no dijo nada.
Clara se rio y dijo con fingida lástima, -¡Qué pena! Es inimaginable que una actriz tan popular esté en la cárcel. ¿Qué te parece? Señora Nidia. -
Nidia supo claramente por qué que Delia entró en la cárcel.
Ahora Clara mencionaba esto como una advertencia para que tenga cuidado de convertirse en la otra Delia.
-Y… -Clara cogió el artículo, -Dices que esto es basura para decir que el tenor es horrible y señor Guillen es malo. ¿Sí? -
Al mencionar a Guillen Colón, Nidia se asustó un poco, pero se calmó rápidamente.
-Nunca digo esto. -
Clara rio, -Dejaré que señor Guillen decida. -
Clara dio una mirada a Guillen y sonrió traviesamente, -señora Nidia, ¿crees que tengo el poder de saber la privacidad de la Familia Colón? ¿No crees demasiado en mí?-
Al escuchar estas palabras, Nidia se dio cuenta de su insinuación y dijo, -Tal vez tuviste que usar medios ilegales para conseguir tanta información. -
-Jeje. -Clara tomó el manuscrito con una sonrisa fingida y dijo, -Escucha, estas informaciones son de la entrevista con señor Guillen. Es el procedimiento normal de una entrevista. -
Nidia miró a Guillen con cierta sorpresa. Guillen asintió con la cabeza, -Sí. Eso es lo que le dije. -
- ¿Por qué? -
-Porque también quiero saber cómo es estar en la tendencia. -
Esto fue la razón de Guillen Colón, pero Nidia supo que no era tan simple.
En un principio, Nidia apuntó a Clara a propósito porque quería verle perder la cara y hacerle saber cuáles serían las consecuencias si se ofendía.
Pero no podía prever que Clara se iba a contactar directamente con Guillen, lo que la avergonzó un poco.
Había querido utilizar el artículo de prensa para seguir apuntándole, al fin y al cabo, ¿cómo iba a permitir una familia como la de Colón que se expusiera la gente de la familia a la pública?
Lo más inesperado fue que este artículo fue aprobado por Guillen.
Nidia se vio en un dilema y finalmente solo pudo murmurar, -Como el presidente está de acuerdo, no tengo nada que decir. -
Clara se alegró de que la orgullosa Nidia cediera.
Nidia trató de fastidiarla e hizo que Clara supo lo que tuvo que hacer solo fue un sueño de tontos.
Guillen no pudo evitar levantar la comisura de los labios al ver la suficiencia que ella no podía ocultar, y de repente se pareció que volver a su país también era muy bueno.
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